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Postales de la ciudad olvidada

Escribe: Adolfo “Fito” Columbich, dirigente de Izquierda Socialista Rosario

En estos días cumplimos con nuestra tarea social, igual que los últimos 19 años. Un reparto de mercadería que recibimos de los gobiernos de Javkin(Frente Progresista) y Perotti(Peronismo), para un grupo de 200 familias, distribuidas en barrios de diversas zonas (oeste, noroeste, suroeste, VGG). En esta ocasión atravesados por la pandemia y la cuarentena. Lo que nos obligó a tomar medidas extras de precaución para poder reorganizar la distribución.

Los ingresos de compañeros/as, que ya eran totalmente insuficientes e informales -más allá de la AUH-, se esfumaron. Se terminaron las changas, las obras, la recolección de residuos (aunque varios se arriesgan igual por las necesidades urgentes). Ya no hay cómo “ganarse el mango”. Las compañeras que hacen limpieza de casas perdieron su trabajo, y muchas perdieron las esperanzas de recuperarlo. Así de complejo es el capitalismo en el que vivimos.

Por supuesto se superponen las preocupaciones, todos/as nos cuidamos como podemos del virus. La mayoría tenemos espacios reducidos y una familia numerosa, y recibimos las acusaciones injusta y estigmatizantes de “romper la cuarentena” por salir a la puerta a respirar o distraer a nuestros hijos. Pero tenemos claro que debemos cuidarnos más que cualquiera, porque sabemos cómo funciona la salud pública, dada la continua quita de recursos y privatización que sufre. Sumemos a esto que las condiciones sanitarias de muchas de nuestras viviendas, están lejos de contar con las condiciones sanitarias adecuadas.

Como si no sobraran preocupaciones, están las fuerzas de seguridad persiguiendo a compañeros y compañeras. El comentario de muchas compañeras que se repite es: “Los hombres no salen, sino los levantan”. Compañeros que vendían verduras han perdido su mercadería porque “no están autorizados”. Tuvieron que dejar pudrirla ya que conocemos casos que han secuestrado la mercadería y los encarcelaron 2 días. Incluso tenemos conocidos presos por salir a trabajar. ¿Con que derecho sumar el terror de circular para sobrevivir? Una vez más el Estado al servicio de los empresarios persiguiendo al pueblo pobre.

Los funcionarios de los gobiernos de Fernandez, Perotti o Javkin no paran de repetir que reforzaron las partidas de comedores escolares y sociales en los medios. ¡Mentira! Nos cansamos de reclamar que nos convoquen para que escuchen nuestras demandas para sobrevivir ante esta crisis.
Dejamos bien claro que los $10 mil para trabajadores informales, luego de un mes de dejar de trabajar para una familia es totalmente insuficiente, y nos condena a la miseria.  Los funcionarios de los gobiernos se llenan la boca diciendo que “existen comedores”. ¿Tienen dimensión de la calidad y cantidad de recursos con los que cuentan?

No vemos a los distintos gobiernos controlando los aumentos descontrolados de alimentos y productos de limpieza. Estamos muy preocupados por nuestra alimentación, cada día de peor calidad nutricional (en los bolsones no hay verduras, carnes, frutas).   No somos números, y el gobierno sólo quiere vernos “en casa” pero no garantiza nuestros derechos.

Tenemos derecho a un ingreso digno, poder alimentar a nuestros hijos/as con orgullo sin tener que mendigar un plato de comida, reclamamos $30 mil pesos para trabajadores informales o desocupados. En base a suspender los pagos de la deuda externa y fuertes impuestos a los grandes exportadores que siguen facturando sin ser actividades esenciales.