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Resoluciones comisión 9: Ambiente, pandemia, extractivismo, contaminación y saqueo.

En marzo de este año la OMS declaro que el coronavirus se había transformado en una pandemia y que por lo tanto los gobiernos debían actuar en consecuencia. Mas allá de la procedencia del virus y sus fines, si algo puso en evidencia es que la crisis crónica del capitalismo se descarga en la clase trabajadora del mundo. Con la crudeza de las estadísticas se puso en evidencia el desfinanciamiento de la salud pública, el alto índice de precarización laboral, la desocupación, el hambre y sumado a todo esto el nivel de explotación, contaminación y saqueo de lo que es víctima la naturaleza, los trabajadores y el pueblo en nuestros territorios. Lo que durante años intentamos enseñar en nuestras aulas sobre contaminación, extractivismo y ambiente, como en un curso acelerado todos vivieron los efectos en vivo y en directo. La pandemia le dio la razón a las miles de luchas que se desarrollan en todo el mundo contra la ferocidad y la rapiña del imperialismo.

La crisis crónica del capitalismo ha llevado entre otras cosas a profundizar los sistemas de explotación en todos los órdenes de la naturaleza. No solo se erige un brutal ajuste sobre la clase trabajadora a nivel mundial, sino que también se avanza en la destrucción sistemática de los bienes comunes (recursos naturales) y el planeta en general.

Los alcances de la explotación imperialista capitalista de los recursos naturales son mundiales. No hay continente donde los trabajadores y el pueblo no luchan y se movilizan contra las multinacionales y los gobierno “progresistas” y de derecha, que habilitan incluso juzgados internacionales para dirimir los conflictos ambientales. Ningún gobierno pudo resolver los pasivos ambientales, pero tampoco dejar beneficios económicos para los territorios. La política extractivista y todo lo que ella implica (generación de basurales a cielo abierto, desmonte, contaminación de napas, quema, etc.)  no contempla la vida humana y no humana. El problema es de fondo, mundial y contra el capitalismo. 

Un claro ejemplo de esto es lo que el pueblo de Entre Ríos y Rosario hoy denuncian con la quema de los humedales. En los últimos años se perdieron 6,5 millones de hectáreas de bosques nativos en Argentina. Lo que significo el avance de la frontera de soja y agrotóxicos. La reconocida lucha de los vecinos y docentes de las escuelas fumigadas por agro tóxicos en Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba, Chaco, Corrientes, Neuquén, Entre Ríos y Santiago del Estero son algunas de las provincias en las que las escuelas rurales conviven a diario con la producción agraria que, mayoritariamente, utiliza glifosato.

En provincias como Santa Cruz y Neuquén para lograr lo que ellos llaman “licencia Social”, las multinacionales mineras o petroquímicas como Pan American Energy (PAE) lanzan Becas Universitarias para carreras afines y donde el Ministerio de Educación de la Provincia y otras fundaciones articulan.  En Chubut hay verdaderas puebladas contra la mega minería y la insistencia, permanente de los gobiernos de turno, en permitirles a las multinacionales su funcionamiento, pese a que con la lucha se logró prohibirlo por ley. En esa lucha, los docentes han sido y son actores fundamentales.

 

La escuela como caja de resonancia también

En nuestro país y desde las escuelas asistimos cotidianamente a diferentes problemáticas ambientales ligadas al modelo extractivista, contaminante y de saqueo en su conjunto, entendiendo esto como toda actividad económica a gran escala por parte de multinacionales, que destruye, contamina, saquea y altera los recursos naturales y las comunidades, en pos de obtener la mayor ganancia a cualquier costo, poniendo en acción el saqueo y la contaminación.  La explotación mega minera, los agro tóxicos, desmontes, fracking, monocultivos, basurales a cielo abierto, las curtiembres, cementeras, el negociado inmobiliario, la quema de pastizales, entre otros.

Desde la sanción de la Ley Federal de Educación se dio lugar a las multinacionales, al igual que a la Iglesia católica, en la injerencia en el diseño curricular y en muchos casos el sponsoreo de escuelas técnicas y la salida laboral en calidad de pasantes a los estudiantes de las mismas, la elaboración de manuales específicos y capacitación docente. Se modifica el discurso en el cambio de los conceptos utilizados para renombrar las metodologías que causan conflictos socio ambientales. Por ejemplo, de agro tóxicos a elemento fito sanitarios o agro químicos, el de mega minería por minería sustentable, etc. En ese sentido la injerencia de las multinacionales avaladas por el gobierno en la capacitación docente bajando la información para reformular el concepto de extractivismo, saqueo, contaminación a partir de explicar que todo es posible bajo la sustentabilidad, la responsabilidad ciudadana y la participación, descargando sobre el pueblo la responsabilidad de protección y control.

En este sentido se vacía de contenidos los diseños curriculares bajo la premisa del disciplinamiento de los docentes, las aulas y los estudiantes.

 

RESOLUCIONES

La gravedad provocada por el capitalismo no admite reformismo, es socialismo o catástrofe.

Denunciamos que la mega minería, el fracking, la deforestación y el agronegocio, la industria química y petroquímica, y el negocio inmobiliario son las principales actividades de saqueo, destrucción y contaminación del ambiente.

Rechazamos la intromisión de las multinacionales, la iglesia, fundaciones y ONGs en la educación a través de becas, manuales, capacitaciones y asistencia, al servicio de justificar y legitimar estas actividades. La Educación Pública es responsabilidad intransferible e inalienable del estado.

Denunciamos la complicidad de la burocracia sindical nacional y provinciales en la aplicación del ajuste, el avance de la represión y la criminalización de la protesta en general y en los conflictos socio ambientales en particular, la profundización del modelo extractivista, de saqueo y contaminación.

Denunciamos al gobierno que oculta información sobre el impacto que produce el saqueo al ambiente.

Impulsar y apoyar las campañas contra la represión y criminalización de los pueblos originarios en la lucha por la recuperación de sus tierras y conquista de derechos. Basta de genocidio encubierto a los pueblos originarios.

Por una ley de humedales y prohibición de la deforestación indiscriminada con la participación de las asambleas y organizaciones. La desforestación y la quema indiscriminada son prácticas que impulsan los grandes terratenientes y las multinacionales para avanzar con la frontera agrícola, la ganadería y los emprendimientos inmobiliarios.

Prohibición de la megaminería a cielo abierto con lixiviación. Derogación del código minero de Menem.

Declaración del agua como derecho humano y de bien público.

Impulsar el debate de la problemática ambiental de fondo en las instituciones para generar conciencia, organización y movilización.

Entendiendo la escuela también como un espacio de disputa política e ideológica, proponemos articular y sistematizar a partir de la página de DEM información científica y secuencias didácticas, y experiencias pedagógicas, como información en general de lo tratado en la Comisión.

Impulsar la más amplia unidad en la lucha contra el desmonte, el extractivismo, el saqueo y la contaminación.