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Mientras salvan a las grandes empresas, los gobiernos nos encierran sin vacunas y sin plata

El presidente Fernández y los gobernadores decretaron otro encierro por la pandemia. Sin dudas ante la segunda ola es necesario tomar medidas. Pero todos los gobiernos nos mandan a encerrar sin anuncio económico alguno para quienes viven del trabajo diario. Por orden del FMI han sacado hasta el IFE para millones de desocupados, que aunque insuficiente se otorgó en la pasada cuarentena, solo dejaron el REPRO para pagar parte de los sueldos de los trabajadores de las grandes empresas, como si el pequeño comercio o taller no tuviera también empleados.

El crecimiento de los niveles de pobreza e indigencia es indignante, miles han perdido su trabajo, el costo de vida no para de subir. El ajuste que estamos sufriendo es inmenso: quieren que a la crisis la pague el pueblo trabajador y los pequeños comercios o talleres.
Esto llevo a que miles de trabajadores autónomos y comerciantes enfurecidos salgan a desafiar las medidas de restricción organizando marchas y abriendo sus negocios planteando: “si no trabajo no como”. Ante esto el gobierno y la Justicia, en la figura del fiscal Godoy, haciendo “inteligencia” previa ubicó los domicilios de numerosos comerciantes y los fue a amedrentar para que no marcharan, algo que desde Izquierda Socialista repudiamos absolutamente. Porque estamos a favor de que, para que puedan cumplir con el aislamiento, se ayude a los pequeños comercios y talleres antes que a las grandes empresas que aun en pandemia siguen teniendo ganancias millonarias y prevendas de todo tipo.
En Garín, provincia de Buenos Aires, el laboratorio maBxience ya lleva producidas 77 millones de dosis de la vacuna AstraZeneca, que por un acuerdo espurio se han ido todas a México y a los EEUU. El gobierno se ha negado a declararlo de utilidad pública, tal como se lo reclamaba un proyecto de Ley presentado por el Frente de Izquierda, para que esas vacunas quedaran en el país. Hoy tendríamos a toda nuestra población vacunada y se hubieran evitado muchísimas muertes y este encierro.

Mientras dure la emergencia lo que hay que exigir para estos pequeños comercios es: El no cobro de impuestos y de las tarifas de servicios, el pago del salario de sus empleados y un subsidio para pagar el alquiler de los locales.
En Córdoba, a las grandes empresas como Roggio, Arcor, WV, FIAT se le rebajan todo tipo de impuestos y los aportes patronales, además se los subsidia con los Repro y cuentan con importantes descuentos en las tarifas de energía. Como dice Schiaretti “en Córdoba el que produce no paga impuestos”. mientas los pequeños comercios y talleres se funden sin ninguna ayuda ni quita de impuestos.
Hay que organizarse para conseguir una urgente ayuda igual a la canasta familiar ($92000) a los pequeños comercios, a quienes trabajan en forma independiente y a todo el que lo necesite mientras dure el aislamiento. Que la plata salga de dejar de pagar la fraudulenta deuda externa y de un impuesto especial a las grandes fortunas, bancos y grandes y empresas que durante años se han beneficiado del estado.
¡Ayuda al pequeño comerciante y tallerista ya!
¡Basta de persecución judicial y policial al derecho de protestar!
¡El gobierno es el responsable de esta situación!

Liliana Olivero y Noelia Agüero, Izquierda Socialista Córdoba en el FITU