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“Ganan los narcos” por la complicidad de los gobiernos, las fuerzas represivas y la justicia

Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

El Ministro de (in) Seguridad, Aníbal Fernández, dijo que en Rosario “ganaron los narcos”. Y señaló que no puede ser de otra manera ante un problema que está instalado desde hace 20 años. El impacto fue la balacera sobre un negocio de la familia de la esposa de Messi, mientras las muertes y asesinatos son moneda corriente de todos los días.

Si tomamos los dichos de Aníbal Fernández se confirma que el narco creció desde 2003 a esta parte, es decir bajo los 12 años del peronismo kirchnerista, luego los cuatro de Macri y los últimos cuatro del actual del Frente de Todos. Está claro quiénes son los responsables, además del gobierno peronista de Santa Fe y antes el denominado “socialismo”. A esto tenemos que agregar la complicidad de las denominadas “fuerzas de seguridad”, sus zonas liberadas, y de la justicia.

El avance de las bandas criminales, el flagelo del narcotráfico y sus consecuencias son responsabilidad de todos ellos, que han dejado correr durante años el negocio ilegal de la venta de drogas hasta derivar en una guerra de bandas, con centenares de homicidios. Rosario es una ruta clave del narcotráfico, con los diversos puertos privatizados de salida al mundo con un negocio que mueve miles de millones de dólares y donde con total impunidad circula su comercialización, que tiene a la venta ilegal de armas como negocio anexo.

Desde Izquierda Socialista FITU venimos planteando que hay que tomar medidas de fondo para frenar la narco criminalidad que avanzó en los territorios y se cobra la vida de jóvenes todos los días. Fernández y Perotti, así como de los gobiernos del PS-Frente Progresista -hoy parte del Frente de Frentes con el PRO- tuvieron como única medida la supuesta “guerra al narcotráfico” con el resultado a la vista. Y no lo van a combatir porque los narcos han penetrado tanto que controlan sectores de la policía, políticos patronales y la justicia. Solo desmontando esa maquinaria de corrupción se puede empezar a atacar. Solo la izquierda y las y los trabajadores y el pueblo estamos dispuestos a ir hasta el final con una política integral.

Consideramos que la salida pasa por terminar con este multimillonario negocio ilegal, que en los hechos se vive como “una guerra”, que no va a parar con un “cambio de figuritas” y de ministros. Es necesario legalizar toda la cadena de las drogas, la materia prima, elaboración, distribución, tenencia y consumo que hoy son ilegales, ponerlas bajo control de las autoridades sanitarias y encarar el flagelo de la adicción como una enfermedad y por lo tanto tratarla desde la salud pública, invirtiendo en más centros de recuperación de personas adictas y terminando con la fuente de ingresos del narcotráfico que generan las complicidades narco-policiales, judiciales y políticas. -Para más información leer http://izquierdasocialista.org.ar/2020/index.php/blog/para-la-web/item/20144-la-propuesta-de-legalizacion-como-combatir-de-fondo-al-narcotrafico-

Solo hay represión y criminalización a los consumidores, mientras las fuerzas represivas siguen compartiendo el negocio. En los barrios se sabe que las fuerzas nacionales dominan una parte del negocio y que la policía custodia bunkers que le responden a sus cajas de recaudación.

Mucha gente puede seguir creyendo en la “mano dura”, que envíen más gendarmes y prefectos a recorrer las calles. Pero eso ya sucede y ha sucedido en el pasado con Berni y Bullrich. La impresentable derechista Amalia Granata y hoy nuevamente Patricia Bullrich proponen que el Ejército patrulle las calles. La consecuencia de esta política la seguimos viendo hoy con, una brutal inseguridad. Van ya cuatro cambios de Ministro de Seguridad y diez si sumamos los que hubo bajo el gobierno del Partido Socialista-Frente Progresista. Tampoco es ninguna solución criminalizar aún más a la juventud. Además, esa política represiva -como ya está comprobada en el mundo- no baja los índices de criminalidad.

Es necesario un cambio rotundo en la policía frente al desastre actual. Hace falta poner esa institución podrida hasta los huesos bajo control de la población trabajadora. Por eso proponemos que se vote al comisario de cada barrio, y su mandato sea revocable por los electores cuando lo consideren.

Por otro lado, no podemos olvidar los negocios inmobiliarios que tanto saben hacer los gobiernos “progresistas” de Rosario, hoy Pablo Javkin y sus nuevos aliados del PRO en acuerdo con todos los sectores del oficialismo y de la oposición patronal vinculados a este flagelo, ya que es harto conocido que se trata de una vía de lavado de dinero del narcotráfico.

A la hora de priorizar sus políticas de gobierno todos coinciden en lo fundamental: ajustar a la clase trabajadora, cumplir los acuerdos con el FMI y el pago de la usurera y multimillonaria deuda externa, recortar presupuestos en salud y educación, viviendas sociales. “Todos” y “Juntos”, peronistas y opositores patronales, benefician los intereses de empresarios y multinacionales, véase el caso de Vicentín o Cargill con el Puerto Privado. Mientras cada vez más la juventud y les adolescentes venden en las esquinas y son usados como gatilleros o hasta sicarios.

Hace años la decadencia social es alarmante y afecta en carne propia a jóvenes sin más futuro que ser parte de toda la mugre narco. Hace falta presupuesto para combatir la marginación social extrema que se profundiza en los barrios populares, en especial en la juventud. Por eso necesitamos una gran inversión en educación, con escuelas en condiciones adecuadas, e inversión real para combatir la deserción escolar y no las mentiras de Perotti que apela a docentes precarizados para una tarea en extremo compleja. También es fundamental invertir en clubes barriales y ámbitos de socialización de la juventud.

Finalmente es clave promover el empleo juvenil, con una jornada reducida, con estabilidad y salarios dignos, permitiendo que posibilite completar los estudios primarios, secundarios y continuar estudios superiores. Por todo esto desde Izquierda Socialista en el FIT Unidad impulsamos la legalización y control en el consumo para terminar con este gran negociado, política pública activa y presupuesto de salud. Además, ir a fondo en la estatización y control de les trabajadores, de la Banca, el Comercio Exterior y los Puertos, lugares claves por donde circula este meganegocio. Frenar ya la inflación que es más ajuste. Ruptura inmediata con el FMI y plata para poder erradicar la pobreza. Priorizar la salud y educación pública. Planes de viviendas. Dando una salida de fondo para la juventud trabajadora.