May 20, 2024 Last Updated 1:17 PM, May 20, 2024

Izquierda Socialista

Contra la impunidad, el ajuste, el FMI y la represión de ayer y de hoy. Por el triunfo de todas las luchas obreras y populares.

A 45 años del golpe genocida, el Frente de Izquierda-Unidad junto a distintas organizaciones independientes impulsa movilizaciones en todo el país este 24 de marzo. En oposición a la defección de los organismos ligados al gobierno del Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina de Kirchner y de la CGT y CTA, que han definido desmovilizar, hoy más que nunca rendimos homenaje a las y los 30 mil desaparecidos por la dictadura genocida y estamos de pie y en lucha contra todos los atropellos que sufren los trabajadores y sectores populares.

También denunciamos a todos los gobiernos constitucionales que gobernaron la Argentina desde 1983 con represión, ajuste y entrega. Es la misma clase capitalista que propició el golpe del ‘76 haciendo negocios con la dictadura la que continuó dominando al país durante todos los gobiernos constitucionales. Son los que de la mano de los gobiernos de turno continuaron precarizando, atacando y llevando a la pobreza a millones de familias trabajadoras. Fueron los gobiernos “democráticos” los que honraron la deuda externa gestada centralmente por la dictadura, profundizando la dependencia nacional, el sometimiento y la entrega del país al imperialismo, “pagando serialmente” y aumentando exorbitantemente la deuda que contrajo la dictadura. Bastó un mandato presidencial para que Macri elevara la hipoteca asumiendo nueva deuda, sumándole decenas de miles de millones de dólares retomando las “recetas” del FMI y los organismos multilaterales de crédito. En las vísperas de un nuevo acuerdo con el FMI, el gobierno de Fernández se dispone a seguir pagando miles de millones de dólares hipotecando aún más a la Argentina, con un organismo financiero internacional que estuvo detrás del golpe de 1976 y en todos los planes ajustes capitalistas de todos los gobiernos. El mismo 24 de marzo el ministro Guzmán se reunirá en Washington con el FMI: una verdadera ofensa a la lucha por los derechos humanos.

Se cumple un nuevo aniversario del golpe genocida en la Argentina en el marco de una pandemia que azota a los trabajadores del mundo, mientras los gobiernos han dejado en manos de los laboratorios privados internacionales el destino de la salud de la población mundial y protegen sus ganancias capitalistas a través del sistema de patentes que impiden una producción mundial a gran escala. Multinacionales, laboratorios y farmacéuticas cobijadas por el imperialismo norteamericano, la Unión Europea, China, Rusia y todos los gobiernos capitalistas. La escasez de vacunas en los países como la Argentina a pesar de que se producen 18 millones de dosis mensuales en Garín a través del Grupo Insud-Hugo Sigman para AstraZeneca, han mostrado la política de los gobiernos a la hora de resguardar la salud de los trabajadores de los países oprimidos del mundo. Miles de muertes se podrían evitar si de inmediato se anularan las leyes de patentes y se procediera a producir las vacunas en todo el mundo y los recursos nacionales estuvieran a disposición de la salud de la población en lugar de dilapidarlos a manos de las grandes patronales, el capital financiero y el FMI. A la vez que repudiamos tanto el “vacunatorio vip” del gobierno nacional como los privilegios al sector privado y las bolsas negras mortuorias del PRO y Patricia Bullrich, mostrando la decadencia del actual y el anterior gobierno.

En las vísperas de este nuevo aniversario del golpe del ‘76 en la Argentina vimos cómo Insfrán desató una fuerte represión contra una protesta ante su nuevo intento de montar un virtual estado de sitio en la provincia con la excusa de la pandemia. En Formosa se venía denunciando la existencia de centros de “atención” donde el gobierno encerraba a contagiados y sospechosos por tiempo indeterminado. Pocos días después, el gobierno de Alberto y Cristina Fernández respaldó abiertamente a Insfrán y lo invitaron a participar en el acto oficial “contra la violencia hacia la mujer”. El gobierno “nacional y popular” ha optado nuevamente por defender a los represores y ajustadores en “democracia”.

Esto no podía ser de otra manera. En la provincia de Buenos Aires, donde gobierna el delfín cristinista Axel Kicillof, su secretario de Seguridad, Sergio Berni, ha encabezado la represión -arrancando con los obreros del frigorífico Penta-, luego con miles de familias que luchan por vivienda digna como en Guernica, en el marco de una situación desesperante que recorre toda la provincia. Éste último es el principal encubridor de todas tropelías de la maldita Policía Bonaerense, incluida la desaparición y muerte de Facundo Astudillo Castro y las decenas de casos de gatillo fácil, violencia contra la mujer y el asesinato de Úrsula Bahillo a manos de un miembro de la policía. Berni pretende además bajar la edad de imputabilidad y criminalizar a los niños, al igual que Patricia Bullrich. Por su parte, para llevar adelante la represión, el gobierno de Fernández y Kicillof cedieron a todos los reclamos del motín policial.

La oposición patronal derechista de Juntos por el Cambio busca sacar su tajada de las represiones, el ajuste o casos de corrupción de los gobiernos del Frente de Todos. Pero además de las represiones, muertes, tarifazos y corrupción bajo el anterior gobierno, en Jujuy hoy crece la represión contra los sectores populares en lucha y contra los propios legisladores del Frente de Izquierda que reclaman la asunción de Gastón Remy para ocupar su banca como parte de los acuerdos de rotación de nuestro Frente -algo que impiden tanto la UCR como el PJ-, a los que el gobierno de Morales inició causas judiciales.

Para reprimir a los trabajadores no hay disputas entre el gobierno y la derecha macrista. Ambos cuentan en sus filas con los Bullrich o los Berni. Este 24 de marzo honramos la memoria de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, de Facundo Astudillo Castro, de Úrsula Bahillo y todos y todas los desaparecidos/as y asesinados durante los gobiernos constitucionales.

Asistimos también a una nueva fase de enfrentamientos judiciales. Los choques en torno al Poder Judicial no pueden esconder que una parte de sus integrantes proviene de la dictadura y ocurre otro tanto con la legislación que aplican, que fue dictada por Videla y Massera y sostenida por los gobiernos patronales. Todos los gobiernos se valieron de poner y sacar jueces a su antojo para asegurar la impunidad de su personal político involucrado en hechos de corrupción. La casta judicial utiliza su inmenso poder y prebendas para perseguir arbitrariamente a distintos sectores políticos. Mientras tanto, la cárcel está poblada de hijos de trabajadores, mostrando el carácter de clase de la Justicia y del Estado. La lucha por desmantelar este andamiaje de impunidad, por la remoción de los jueces vitalicios y su elección por voto popular, juicios por jurados populares y que ganen como una directora de escuela, es parte inseparable de la lucha por un gobierno de las y los trabajadores para lograr una transformación social obrera y socialista.

La mayor parte de la cúpula de la Iglesia Católica fue abiertamente cómplice y partícipe del genocidio. Hoy esa misma Iglesia utiliza el poder y los subsidios que les confieren los gobiernos para seguir con su campaña oscurantista contra el derecho de las mujeres y su lucha, que lograron arrancar la ley de aborto, y para integrar el Consejo Económico y Social en favor del gobierno y las patronales. Entre otros reclamos, este 24 marchamos junto al movimiento de lucha de las mujeres y disidencias por la inmediata separación de la Iglesia y el Estado y la anulación de todos sus subsidios.

Marchamos también por el fin de la persecución a todos los luchadores. Exigimos la absolución inmediata de César Arakaki y Daniel Ruiz quienes se movilizaron contra la reforma previsional de Macri y fueron llevados a juicio luego de la brutal represión del 14 y 18 de diciembre de 2017. Exigimos la absolución y la libertad de Sebastián Romero, junto con el cese inmediato de las causas judiciales a todos los perseguidos por luchar. Exigimos la nulidad de la causa que lleva a juicio a 27 estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba por luchar por la educación pública. Exigimos el cese de persecuciones a los legisladores del FIT en Jujuy. El macrismo, que ahora hace demagogia frente a la represión en Formosa, no dudó en reprimir brutalmente a miles de trabajadores movilizados contra su plan de reformas antiobreras y el robo a los jubilados como en diciembre de 2017.

El Frente de Izquierda-Unidad se moviliza con el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia a la Plaza de Mayo y a todos los centros del poder político de todo el país, con todas las medidas de cuidado y seguridad por la pandemia, junto a todos los que luchan contra los atropellos de un gobierno y un régimen que continúa la entrega nacional y ajusta a los trabajadores. Vamos con los trabajadores docentes y de la salud que luchan por su salario y condiciones sanitarias, con todos los que luchan por tierra y vivienda, con el movimiento piquetero que lucha por trabajo genuino y contra el hambre, con los trabajadores que luchan contra los despidos, con las familias y amigos que luchan por justicia frente a los casos de gatillo fácil, contra toda violencia hacia la mujer, por tierra y vivienda, en apoyo a los pueblos que luchan contra la megaminería con el ejemplo de Chubut, al movimiento de mujeres que conquistó en las calles el aborto legal y sigue reclamando por sus urgentes demandas, por el no pago de la deuda externa usurera, ilegítima y fraudulenta y por la ruptura con el FMI, por todas las reivindicaciones y necesidades pendientes de los trabajadores, la juventud, mujeres y explotados de la Argentina. Apoyamos las rebeliones populares que se extienden en América Latina como hoy en Paraguay, contra los gobiernos fondomonetaristas de todos los signos políticos.

A 45 años del golpe, el mejor homenaje que les podemos hacer a los 30.000 compañeros y compañeras detenidos-desaparecidos es seguir luchando por cambios de fondo y por acabar con la clase social parasitaria que engendró el terror y el genocidio a su servicio y luego se valió de los gobiernos constitucionales para continuar su nefasta obra. Es luchar por un gobierno de las y los trabajadores.

Son 30000. Fue genocidio. Cárcel común y efectiva a los genocidas y sus cómplices civiles, incluidos los responsables de la Triple A. Basta de domiciliarias y excarcelaciones. Contra la impunidad, el ajuste y la represión de ayer y de hoy. Vacunas y salud para todes. No a las patentes. No al ajuste de los gobiernos y el FMI. No al pago de la deuda externa. Libertad a las presas y presos políticos y desprocesamiento de los luchadores. Basta de femicidios. El Estado y el gobierno son responsables. Por la victoria de todas las luchas del pueblo trabajador.

Miércoles 24 de Marzo. 15 hs. Desde Plaza de los dos Congresos a Plaza de Mayo.

Frente de Izquierda Unidad
(PTS-PO-Izquierda Socialista-MST)

Los guardavidas lograron defender sus puestos de trabajo ante el ataque de la intendencia de Gustavo Genusso. Desde que les informaron que el municipio iba a cesar el servicio, lo cual era un despido inmediato debido a su situación de precariedad laboral, se organizaron para luchar. Compañeros de Izquierda Socialista Bariloche estuvieron durante meses junto a ellos y queremos difundir esta experiencia ante tantas situaciones similares en todo el país.

Entrevistamos a Juan Rapoport, Secretario General de la Asociación de Guardavidas de Bariloche.

¿Cómo se inició el conflicto laboral con el gobierno de Gennuso?

En septiembre de 2020 nos informan que el municipio no iba a brindar el servicio de guardavidas, por cuestiones económicas originadas por la pandemia. Eso era dejar a 40 familias en la calle, y a toda la gente sin el servicio esencial y obligatorio de seguridad en las playas, responsabilidad indelegable del Estado. Aunque el conflicto lleva varios años, por la precariedad de nuestra contratación y por el incumplimiento sistemático de la Ley Nacional 27155 de ejercicio profesional de guardavidas.

¿Qué acciones llevaron adelante en estos meses?

Hicimos de todo, en el plano sindical, político y judicial. Estábamos viendo que la pandemia y la crisis económica eran excusas para ajustar salarios y derechos laborales; y para retirar al Estado dejando servido algunos negocios a empresarios amigos del poder.

Poniendo el cuerpo en persistentes movilizaciones (más de 15 en 4 meses), instalamos el conflicto no solo desde el lado del trabajador, sino también desde el lado del vecine y del turista. Hasta llegamos a marchar desnudos en el centro cívico para graficar cómo nos estaba dejando el gobierno municipal.  Al mismo tiempo, nos apoyamos en una coherente estrategia judicial: exigir sin concesiones ni tibiezas el pleno cumplimiento de la ley.

¿Recibieron apoyo de otros sindicatos?  ¿Y organizaciones?

Tuvimos el apoyo de todos los sindicatos de guardavidas excepto uno muy identificado con la burocracia sindical porteña, que incluso intervino en favor del municipio y de un intento de tercerización del servicio. En Bariloche no recibimos ningún apoyo sindical. La ausencia más significativa fue de la conducción del SOYEM (empleados municipales).

Lo que hay que rescatar es el apoyo que recibimos de militantes de partidos políticos de izquierda. Y En algunos momentos del conflicto, también de concejales y algunos diputados provinciales del Frente de Todos.

¿Cuáles fueron los logros?

Haber podido mantener la unidad y movilización permanente de nuestro humilde sindicato en momentos tan duros. Haber podido resistir el intento de tercerización primero, y recorte salarial después, en plena pandemia. Conseguir un fallo judicial favorable, que ordenó al municipio reincorporar a los 35 guardavidas, en las condiciones laborales y salariales previas al conflicto, incluyendo el pago íntegro de salarios caídos, dándonos la razón en los ejes centrales de nuestro reclamo.

¿Qué necesitan para lograr sus reivindicaciones?

Es el punto más complejo de analizar. Hace falta en principio, conciencia obrera, conciencia de identidad de todos los trabajadores y trabajadoras, no solo los que los que tenemos trabajo sino también de los que no lo tienen. Conciencia y claridad también de cuál queremos que sea el rol del Estado; y eso no solamente entendido por los políticos sino también por les ciudadanes. Creo que hay que incluir una mirada o una forma de intervenir políticamente desde toda la gente, más allá de quien esté involucrado en el conflicto, en particular cuando se trata de la defensa de los derechos de los trabajadores. Esto permitiría construir una sociedad más solidaridad.

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Escribe Mercedes Trimarchi, diputada bonaerense (m.c.) por Izquierda Socialista/ FIT Unidad 

Así como febrero es identificado con el mes del amor, marzo es presentado por publicistas como el mes de la mujer. Pronto veremos cómo aparecen descuentos especiales para mujeres en indumentaria, cosmética y gastronomía. Pero la historia de la fecha está muy lejos de ser un día de festejos, por el contrario, el 8M es un día de lucha por nuestros derechos.

La historia del 8 de marzo

En marzo de 1908 más de quince mil obreras textiles se movilizaron en Nueva York exigiendo la reducción de la jornada laboral, mejores salarios y el derecho a votar. En homenaje a esa heroica lucha, fue la feminista y socialista Clara Zetkin quien llevó la propuesta a la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas de Copenhague para que se promulgue el Día Internacional de la Mujer. Con esa resolución, y organizado por los partidos socialistas de la Segunda Internacional, se convocaron el mismo día y en todos los países acciones por las reivindicaciones de las mujeres.

Los paros internacionales de mujeres

Más acá en el tiempo, y ya en la cuarta ola de luchas feministas, en 2017 se llamó al paro mundial de mujeres (PIM) para el 8M. La convocatoria surgió luego de la masiva movilización en los Estados Unidos (Woman’s March) el día de la asunción de Trump. Participaron reconocidas feministas como Linda Alcoff, Cinzia Arruza, Nancy Fraser, Angela Davis, entre otras, quienes llamaron a construir una huelga global por las demandas de las mujeres trabajadoras y de los sectores populares contra todas las violencias del sistema patriarcal, el imperialismo, el colonialismo, el racismo, la supremacía blanca y el capitalismo.

Desde esa primera convocatoria a esta parte pasaron cinco años. Y cada vez fueron más países los que se sumaron a la huelga feminista. Este año tenemos el desafío de construir nuevamente una jornada internacional de lucha por nuestras demandas contra todos los gobiernos que, con sus políticas, perpetúan todas las violencias del capitalismo patriarcal.

Por un 8M de lucha con Isadora en todo el país

La pandemia y la crisis económica-social muestran la cara más cruel de un sistema perverso que solo busca enriquecer las ganancias de unos pocos frente a la miseria creciente y el deterioro de la salud de las mayorías. Las mujeres y disidencias somos el sector más castigado por las políticas de ajuste de los gobiernos capitalistas.

Por eso, este 8M de 2021 tenemos que impulsar una jornada internacional de lucha para que la crisis no la paguen las mujeres trabajadoras y los sectores populares. Porque no somos ciudadanas de segunda reclamamos nuestro derecho a la salud gratuita y de calidad. Decimos basta de discriminación laboral y brecha salarial. Exigimos que las tareas de reproducción y cuidado sean reconocidas como trabajo y remuneradas con un salario igual a la canasta familiar. Nos movilizamos por el derecho a una vivienda sin hacinamiento y sin violentos. Basta de femicidios y transtravesticidos, que se destine presupuesto para combatir la violencia de género, no para el pago de la deuda externa. Por estos reclamos te invitamos a que este 8M te movilices junto con Isadora en todo el país.

Escribe Laura Marrone, legisladora (mc) de CABA por Izquierda Socialista FIT-U

El 4 de marzo se fue un pedazo de nuestra historia. Nos dejó Dora Falco, madre de la desaparecida Dorita Falco, estudiante del profesorado de primaria en el Normal 3.

Junto a su compañero y padre de sus hijas, Dora fue de esas madres que golpearon puertas de cuarteles, despachos e iglesias, buscando a su hija durante la Dictadura militar. De las que anduvo en la ronda de los jueves cuando caminarla ponía en peligro la vida de ellas mismas.

En la década del 80 Dora ingresó al histórico MAS de Nahuel Moreno. Y fue la voz de las Madres en nuestros actos. Siendo ya grande, desarrolló una oratoria apasionada, expresión del amor a su hija y a todos los jóvenes que seguían luchando por las causas sociales como lo había hecho ella.

En la década del 90 Dora, ya alejada de nuestro partido, comenzó una nueva militancia: recorrer las escuelas de nuestra ciudad llevando la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia a las nuevas generaciones. Para los 24 de marzo, deambulaba hablando a niños de inicial y primaria con su pañuelo blanco. Eran tiempos en que la lucha por la memoria no era política de estado y hablar de estos temas en las escuelas era de una audacia sorprendente. Dorita se sentaba en medio de los salones de actos rodeada de niños en el suelo y comenzaba un relato tan amoroso que, a pesar de ser terrible, llegaba a los corazones con un mensaje de lucha por la justicia.

Dorita dejó a sus hijas y nietos un mensaje de vida que trascendió a su propia familia. Quienes la conocimos, hoy quisiéramos abrazarlos a todos, de cuerpo presente. ¡Hasta la victoria siempre, Dorita!

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A un año de la llegada de la pandemia las condiciones de vida de las mujeres trabajadoras se han recrudecido.  La precarización económica y laboral, la desigualdad y la violencia contra las mujeres son las otras pandemias que crecen día a día con la combinación de la crisis sanitaria y económica capitalista. Somos la mayoría de las que nos encontramos en el trabajo informal y en la subcontratación, sin ningún derecho, sin seguridad social, sin estabilidad laboral y con salarios de hambre. Somos las más vulnerables en tiempos de crisis, las primeras despedidas y en sufrir bajas salariales, forzadas a romper el confinamiento para salir a trabajar y buscar el sustento, poniendo en riesgo nuestra salud y la de nuestras familias. Los empresarios en acuerdo con los gobiernos, aprovechan la pandemia para superexplotarnos, profundizando los contratos precarios y la flexibilización,  lo que afecta principalmente a las trabajadoras en todo el mundo, como ocurre en el conjunto de América Latina dónde la informalidad es moneda corriente, en particular entre las jóvenes.

En el sector salud somos mayoría de las enfermeras, médicas, personal que se encuentran en la primera línea de batalla enfrentando la pandemia sin equipos e insumos.  Otra rama fuertemente feminizada, es el sistema educativo, donde las mujeres somos quienes estamos al frente de la educación a distancia. Actualmente en varios países estamos en las escuelas con un regreso a una presencialidad sin recursos ni presupuesto necesario. A esto se suma el incremento del trabajo de cuidados y domésticos, que cumplimos mayoritariamente las mujeres, con dobles o triples jornadas que se han hecho más extenuantes. En las ramas industriales, somos la mayoría de las trabajadoras de las ramas peores pagas como ocurre en la industria textil, dónde recibimos los salariaos más bajos.

La violencia de género no ha dejado de crecer de manera atroz, los feminicidios aumentan debido a la impunidad y complicidad de los gobiernos. En México se ha pasado de 10 a 11 mujeres por día asesinadas en plena pandemia, la ONU reportaba que 243 millones de mujeres habían sufrido violencia sexual o física hasta el mes de abril del año pasado y se pronosticaba que está se incrementaría en los siguientes meses de la pandemia, en confinamiento las llamadas a números de emergencia por violencia de género aumentaron hasta cinco veces en varios países. Tampoco se detuvieron los crímenes de odio hacia la comunidad de la diversidad sexo genérica. 

En medio de la pandemia, millones de mujeres se han visto obligadas a migrar, huyendo de la persecución de regímenes autoritarios, de guerras o de la pobreza. Son forzados a trabajar informalmente bajo condiciones de precariedad extrema y ONU calcula que hasta el 80% de las migrantes sufre violencia sexual durante su tránsito o son víctimas de trata y explotación sexual. Así que las mujeres migrantes y refugiadas están condenadas a la inseguridad económica y física y pobreza, al igual que otras trabajadoras, con efectos mucho más severos. La falta de acceso a los servicios básicos de salud debido a las guerras civiles, los ataques imperialistas, la movilidad, la pobreza y la discriminación social y estatal las dejó privadas de las medidas de prevención o tratamientos básicos contra el Covid-19, y mucho menos de las vacunas.

Mientras tanto, los gobiernos aprovechan la pandemia para enriquecer a las grandes farmacéuticas con las patentes de las vacunas, haciendo una distribución inequitativa y coartando el derecho a la salud, serán los países más pobres y la clase trabajadora en conjunto la que pagará con su salud y su vida estos designios criminales. Por eso, somos parte de la campaña internacional de “Vacunas para todas y todos”, exigiendo que se termine con las patentes y el negocio de unos pocos laboratorios en detrimento de un plan de vacunación masiva y gratuita en todos los países. 

Desde la Unidad Internacional de las y los Trabajadores – Cuarta Internacional llamamos a este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, a fortalecer la organización y la movilización de la lucha feminista en todos los países, a luchar contra los planes de ajuste que imponen los gobiernos que tienen el propósito de cargar sobre nuestras espaldas la crisis capitalista, despojándonos de nuestros derechos, sin atender la violencia y la desigualdad que nos azota, prefiriendo cuidar las ganancias de las grandes empresas y seguir pagando las deudas externas a los organismos imperialistas como el FMI, nosotras nos pronunciamos ¡Alto al pago de las deudas externas!¡Mayor presupuesto a salud, educación, trabajo y para erradicar la violencia de género! ¡Que la crisis no la paguen las mujeres trabajadoras! 

Llamamos a que las mujeres trabajadoras no dejemos de movilizarnos y organizarnos en la defensa de nuestros derechos, ya que constantemente los gobiernos, la Iglesia y todas las instituciones religiosas, las trasnacionales continúan imponiendo políticas reaccionarias anti-derechos, como se hizo en Honduras y Polonia, en donde  se avanzó con la prohibición del aborto, o en Turquía, en donde el gobierno de Erdogan quiso derogar la Convención Estambul, que es una ganancia de las mujeres para la prevención de la violencia machista. Todas medidas reaccionarias que atacan los derechos de las mujeres y acentúan la criminalización contra las mujeres.  Es cada vez más claro, que en esta sociedad capitalista y patriarcal las mujeres no debemos dejar de luchar. 

Convocamos a unirnos alrededor de campañas internacionales que nos permitan sumar y fortalecer al movimiento feminista  independiente de los gobiernos contra toda forma de violencia sobre las mujeres, que este 8M sea una movilización histórica, en la que se demuestre, que a pesar de la pandemia, las mujeres seguiremos tomando las calles, alzando la voz por ¡Ni una asesinada, ni una presa política, ni una desaparecida más!; brindemos todo el apoyo a las trabajadoras de la salud en su lucha por tener condiciones laborales dignas que les permitan combatir a la pandemia de manera eficaz. Luchemos contra las patentes de las vacunas, que haya vacunas para todas y para todos, por la inmunización universal. 

Que la marea verde que ascendió desde Argentina inunde todos los continentes con fuerza para seguir exigiendo a los gobiernos, desde las calles, la legalización del aborto. Defendamos los plenos derechos de las mujeres migrantes y refugiadas ¡que se abran las fronteras! Y unamos nuestras luchas contra el racismo, la xenofobia, y toda forma de criminalización y represión de nuestro movimiento. ¡No detendrán nuestra movilización por la defensa plena de nuestros derechos! ¡No lo permitiremos! ¡no nos callarán!

Llamamos a las mujeres trabajadores, jóvenes precarizadas, a las migrantes, de los sectores populares a organizarse en los centros de estudio, en los sindicatos, lugares de trabajo y en los barrios, para participar masivamente de las movilizaciones así como para garantizar la huelga allí dónde logramos imponerla a pesar del rol de las burocracias sindicales. Por un movimiento feminista anticlerical, anticapitalista, antirracista y antipatriarcal contra toda forma de explotación y opresión.  Este 8M a las calles por nuestros derechos y para que la crisis la paguen los capitalistas. 

Mujeres de la UIT-CI

 

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