Jul 17, 2024 Last Updated 6:04 PM, Jul 17, 2024

Izquierda Socialista

Escribe Javier Leonforte

La plataforma Netflix está transmitiendo en todo el mundo una serie producida por la televisión estatal rusa, estrenada en el centésimo aniversario de la revolución de octubre de 1917, con ocho capítulos sobre la vida de León Trotsky “el rostro de una revolución”. Contiene importantes falsificaciones históricas al servicio de justificar al estalinismo y desprestigiar la revolución bolchevique.

Asesino sanguinario, burócrata manipulador, arribista pequeñoburgués, machista, engreído y ególatra son algunas de las características personales que se muestran a través de “escenas de ficción” al servicio de difamar a León Trotsky en la producción de la televisión rusa, férreamente controlada por su presidente Vladimir Putin. Frente al aniversario de la revolución de octubre de 1917 encabezada por Lenin y Trotsky, el gobierno ruso de Putin definió no realizar homenajes ni actos oficiales, pero sí lanzó esta serie a través de la TV estatal que ahora llegó, a través de Netflix, a las pantallas de todo el mundo. 

El objetivo del gobierno de Putin es difamar a Trotsky, a Lenin y a los bolcheviques para que los trabajadores nunca más sigan su ejemplo revolucionario. La aguda crisis capitalista que recorre el mundo y la permanente movilización de las masas siguen preocupando a todos los gobiernos burgueses que tienen que ensuciar al marxismo y a los revolucionarios frente a las nuevas generaciones. Este es el objetivo profundamente político de la serie rusa.

La serie intenta embellecer y justificar a Ramón Mercader, quien aparece con buenos modales bajo su falso nombre de Jackson y un trato supuestamente “honesto” con Trotsky, a quien termina asesinando en un acto de supuesta “defensa propia”. En realidad Mercader era un agente profesional de inteligencia, entrenado durante años por el estalinismo para infiltrarse y asesinar a Trotsky, como muy bien reseña el reconocido escritor cubano Leonardo Padura en su famosa novela “El hombre que amaba a los perros”. Incluso en la propia plataforma Netflix se puede encontrar la película “El elegido” sobre la vida de Ramón Mercader y el asesinato de Trotsky, que tiene rigurosidad histórica en los mismos hechos, que la serie rusa tergiversa.

Recordemos que el propio Putin, que encabeza un gobierno capitalista, fue un destacado agente de la KGB (agencia de inteligencia secreta que actuaba como policía política estalinista, antes llamada NKDV y GPU) y que Ramón Mercader recibió una medalla de oro como héroe de la URSS por asesinar a Trotsky y pasó sus últimos años en Cuba protegido por Fidel Castro. Es indignante que esta serie intente mostrar a Ramón Mercader como un honesto militante comunista.

Otra falsificación histórica de la serie es el permanente enfrentamiento que muestra entre Trotsky y Lenin, cuando fueron los dos principales dirigentes de la revolución bolchevique, como muy bien reseña el periodista norteamericano John Reed en su famoso libro “Diez días que conmovieron al mundo”. Incluso en las escenas de la toma del poder hay una grosera falsificación, ya que se muestra que Zinoviev y Kamenev apoyan la propuesta de Trotsky sobre la toma del poder, contra Lenin, que supuestamente se habría opuesto, cuando los hechos históricos fueron al revés. Fueron Lenin y Trotsky quienes propusieron y planificaron la insurrección de octubre, a la que se opusieron tanto Kamenev como Zinoviev. Incluso Lenin mocionó la expulsión de ambos del Partido Bolchevique por oponerse a la toma del poder y delatar públicamente a los bolcheviques. En la serie esta falsificación está al servicio de enfrentar a Lenin con Trotsky y justificar así el ascenso de Stalin al poder. Ni siquiera se menciona “El testamento de Lenin”, que recomendamos leer para conocer la verdad histórica sobre los últimos años del gobierno de los soviets, antes de la muerte de Lenin y su lucha contra el avanzado rol burocrático de Stalin.El enfrentamiento entre Trotsky y Stalin es presentado como un duelo de vanidades personales, intentando igualarlos, ya que jamás se mencionan los profundos motivos políticos que podemos resumir en la teoría de la “revolución permanente” de Trotsky contra la teoría antimarxista y contrarrevolucionaria del “socialismo en un solo país” de Stalin.

Sobre el tema de la violencia revolucionaria, ampliamente condenado en la serie, recomendamos leer el texto del propio Trotsky “Su moral y la nuestra” que aborda el debate contra quienes intentan igualar los combates en plena guerra civil contra 14 ejércitos imperialistas entre 1918 y 1921 con los posteriores crímenes del estalinismo, que incluyeron a toda la vieja guardia bolchevique.

La serie de Putin tiene como objetivo difamar a Trotsky, pero luego de cien años tiene que reconocer que Trotsky fue presidente del soviet de Petrogrado ya en 1905, dirigió junto con Lenin la revolución bolchevique de octubre de 1917, fundó el Ejército Rojo y ganó la guerra civil, roles históricos que durante décadas el estalinismo intentó ocultar y que hoy tienen que ser reconocidos hasta por sus más acérrimos enemigos.
Para quienes quieran profundizar en la lectura de rigurosas biografías de Trotsky recomendamos su propia autobiografía “Mi vida”, los tres tomos biográficos de Isaac Deutscher (“El profeta armado”, “El profeta desarmado” y “el Profeta desterrado”) y la reciente biografía “Trotsky, un revolucionario sin fronteras” de Jean-Jacques Marie.

Fue el propio Trotsky quien calificó a la fundación de la Cuarta Internacional en 1938 como la tarea más importante de toda su vida, hecho que no es mencionado en la serie. Es tarea de los trotskistas en todo el mundo seguir luchando por la verdad histórica, pelear para reconstruir la Cuarta Internacional y seguir el gran ejemplo del viejo León, que no es otro que el legado de la revolución socialista mundial.


Impulsado por Esteban Volkov, nieto de León Trotsky: repudio a la serie

Con el título “Netflix y el gobierno ruso unidos para mentir sobre Trotsky”, Esteban Volkov, junto al CEIP está impulsando un texto de repudio. Tras enumerar el conjunto de falsificaciones, culmina diciendo: “Los abajo firmantes repudiamos esta falsificación que busca enterrar el suceso más importante desde el punto de vista de la lucha por la emancipación de las clases laboriosas de la explotación y opresión capitalista, junto con la obra que legaron sus principales dirigentes”. Desde Izquierda Socialista adherimos al texto de Volkov e invitamos a que se firme masivamente.  

 

Escribe Miguel Lamas

Evo Morales pierde popularidad aceleradamente (las encuestas le dan menos de 30%). Esto es resultado del ajuste económico antipopular que aplica su gobierno con impuestazos o la baja del presupuesto universitario. Evo pretende justificarlo por la baja de los precios de exportación del gas y los minerales. Pero en realidad el ajuste busca mantener las altas tasas de ganancias para las multinacionales que siguen controlando el gas y la minería, y los terratenientes. A lo que se agrega el altísimo costo para el pueblo de una gran corrupción oficial con la obra pública (concesionada a capitales chinos).

Sin embargo, Evo Morales aspira a ser reelecto por cuarta vez en elecciones el 27 de octubre próximo. Como perdió el referéndum de febrero de 2016 por su reelección, que es inconstitucional, lo “solucionó” con un fallo del Tribunal Constitucional controlado, que dice que es un “derecho humano” ser candidato.

Otro paso fue la aprobación de una ley de partidos tramposa cuyo objetivo es impedir futuras alianzas o nuevas candidaturas. La ley estableció elecciones primarias casi un año antes de las elecciones nacionales que consolidan a nueve partidos, todos de derecha, con candidatos únicos por partido. Ninguna de las candidaturas defiende las demandas del pueblo trabajador.

Las elecciones “primarias” se realizaron el 27 de enero. El padrón nacional es de 6,5 millones pero votó una reducida cantidad de personas. Entre el millón de afiliados al MAS (muchos obligados por ser empleados públicos), solo votaron 350.000 por Evo Morales en las “primarias”. El resto no fue a votar o votó nulo.

Evo Morales, en su afán reeleccionista, podría apelar a algún fraude electoral o proscribir legalmente a alguno de los candidatos opositores con posibilidades de ganarle. En cuyo caso se profundizará una gran crisis política mientras crece el descontento popular.

 

 

Escribe Jorge Adaro, Secretario general de Ademys

La resolución 4.055 firmada por el jefe de Gobierno Larreta y su ministra Acuña que habilitaba el cierre de 14 escuelas nocturnas de modalidad comercial y la fusión de secciones en colegios y liceos también nocturnos, fue derogada el 30 de enero. Sucedió tras 47 días de vigencia en que la docencia de CABA se puso en pie de guerra contra esta medida de ajuste, que afectaba no solo a miles de horas de trabajo, sino que dejaba a aquellos estudiantes, trabajadores o con actividades de cuidado de familiares durante el día, sin la posibilidad de seguir escolarizados. Contábamos en ediciones anteriores de El Socialista, el sinfín de medidas de lucha realizadas por los docentes y estudiantes en este mes y medio: semaforazos, agitaciones en espacios públicos, paros, movilizaciones, ocupación de establecimientos para impedir los actos públicos que intentaban dejar cesantes a los docentes, inscripción de alumnos y escraches al propio Larreta, principal responsable político del ajuste en la Ciudad, entre otras actividades discutidas y decididas democráticamente. 

La aprobación de la ley de creación de la Unicaba en noviembre fue un punto de inflexión. Si bien el gobierno logró aprobarla en absoluta soledad, quedó sin ningún tipo de crédito político ante la población en general, y el intento de liquidar estas escuelas nocturnas generó, una verdadera rebelión educativa. Las medidas fueron consecuencia de asambleas democráticas, acciones surgidas desde la base docente y tomadas por la conducción de Ademys.

El macrismo terminó haciendo un gran papelón gastando fortunas para mentir descaradamente a la opinión pública, diciendo que no se cerraban las escuelas, sino que, al contrario “estaban abriendo nuevos establecimientos”, para terminar admitiendo que dejaban sin efecto durante 2019 el cierre de las escuelas. Lo hizo planteando la conformación de “comisiones de trabajo” para tratar diversos aspectos del funcionamiento y los planes de estudios de estos establecimientos. Vamos a seguir en estado de alerta porque ya quedó claro que no vamos a permitir que en esas mesas se trate de maquillar el ajuste a los secundarios, ni el cierre de una sola sección.

Sin ninguna duda este triunfo nos ubica en mejores condiciones para seguir enfrentando las medidas del gobierno contra la educación pública. Ahora con más fuerza vamos a seguir la pelea contra el traslado arbitrario de la Escuela de Cerámica de Almagro, contra la venta de los terrenos donde funciona el Instituto de Educación Física Romero Brest, para seguir luchando contra la Unicaba, en defensa de los 29 profesorados y contra el cierre del lactario del hospital Ramos Mejía y fundamentalmente para dar la gran pelea por la recuperación de nuestros salarios junto al resto de la docencia de todo el país en las próximas semanas, preparando el no inicio del ciclo lectivo para lograr nuestras demandas. 

Este triunfo demuestra que no tenemos que esperar a octubre, como plantea el kirchnerismo, ya que a la política de ajuste de Macri y Larreta la podemos derrotar con los trabajadores movilizados en las calles, impulsando asambleas y organizando planes de lucha con el protagonismo de la base. Esa es la gran tarea del sindicalismo combativo.

Editorial

Si nos guiáramos por los titulares de Clarín, La Nación o los programas más vistos de TN o A24, lo más importante que está pasando es la saga de las causas de corrupción del kirchnerismo, con sus nuevos capítulos, como la nueva detención de Boudou o la suspensión hasta mayo del inicio del juicio oral a Cristina. En C5N o Página 12 encontramos la contrapartida con la cobertura del escándalo abierto con el fiscal Stornelli, que ahora terminó al revés con la detención de Marcelo D´Alessio. La realidad es que la corrupción de los negocios capitalistas cruza tanto al kirchnerismo como al macrismo, en muchos casos vía empresarios amigos que hicieron negocios con uno y otro. El Poder Judicial, en todos sus niveles, también está podrido hasta la médula, y ninguna confianza podemos tener en jueces y fiscales que siempre fueron garantía de impunidad para empresarios y políticos corruptos.

Pero no se nos escapa que, con todas estas maniobras mediáticas, lo que busca el gobierno es tapar los verdaderos problemas que afectan al pueblo trabajador: cómo llegar a fin de mes, el miedo a perder el trabajo, o no poder comprar los útiles a los hijos en el comienzo de año. La inflación anual ya alcanzó el 50%. Se va terminando febrero acumulando en apenas dos meses otro 6% que, sobre llovido mojado, pega sobre salarios y jubilaciones ya pulverizados por la carestía del año pasado. Siguen los tarifazos, ahora a los de la luz se suman los aumentos del transporte público en Capital y Gran Buenos Aires. Se viene un gran guadañazo en el gas para el invierno. Todos los días hay nuevas amenazas de posibles pérdidas de puestos de trabajo, como en Fate o en C5N. Frente a esta realidad, la CGT rompe su silencio de casi tres meses para reunirse con el FMI. Moyano hace un acto para recordar el del 21F del año pasado, donde pidió “votar al peronismo”. Ahora reclama que se reúna la CGT para ver si llaman a un paro allá por abril. Todo pateado para adelante: por eso es importante resaltar la marcha que realizó la semana pasada el sindicalismo combativo, marcando el camino de cómo enfrentar el ajuste. En las calles, movilizándose y dando la pelea, como fueron capaces de hacerlo los docentes porteños que, en pleno verano, lograron evitar el cierre de las escuelas nocturnas.

Mientras tanto, gobierno y oposición peronista ya están metidos con todo en la “rosca” electoral. La bronca generalizada que se palpa en la calle, donde miles de trabajadores y aun sectores de clase media que los habían votado equivocadamente ya han roto con el gobierno, hizo entrar en crisis a Cambiemos. Finalmente, tras idas y venidas, se definieron por la unificación de las elecciones nacionales con las de Capital y provincia de Buenos Aires, sin poder evitar que sus aliados en otras provincias fijaran sus propias fechas. PRO perdió la interna de Cambiemos en La Pampa a manos de la UCR (cayó su ahijado, el colorado Mac Allister) y se prepara para otra muy dura en Córdoba, mientras busca convencer a Lousteau para que no se presente en las PASO contra el macrismo.

En muchas fábricas y oficinas aparece el debate si para enfrentar el ajuste hay que hacer un gran “frente anti-Macri”. El peronismo busca capitalizar electoralmente esto. Claro que sigue sin terminar de resolver si van unidos o divididos en dos bloques. Cristina mantiene el silencio y el suspenso, mientras sus cuadros y militantes agitan que hay que armar “ese frente anti-Macri” encabezado por ella. Por el otro lado, el peronismo “alternativo” no termina de saber qué hacer con la aparición de Lavagna, oscilando entre un Massa que le hace “guiños” al kirchnerismo y un Urtubey tan oficialista que hasta sorprendió al propio FMI cuando fue a visitarlo. Pero todo ello no es obstáculo para que kirchneristas, massistas y el resto del PJ vayan cerrando listas unificadas peronistas para las elecciones provinciales anticipadas. Eso es hoy, en lo concreto, lo que significa el frente contra Cambiemos.

A todos los compañeros que hoy se preguntan si esa es la salida, aunque sea porque la consideran como “la opción menos mala”, les decimos rotundamente que no. Si el peronismo en cualquiera de sus vertientes llega a gobernar no va a cambiar el actual plan de ajuste por un programa de “redistribución de la riqueza” o “nacional y popular”. Sencillamente porque mientras muchos de ellos “agitan” para la tribuna contra el ajuste, todos se sientan con el FMI y le plantean “renegociar” el acuerdo, aceptando sin discusión que hay que seguir pagando la deuda externa. Esto es lo que hicieron la semana pasada tanto Urtubey, como Kicillof y Lavagna. O sea, se preparan para, en caso de gobernar, seguir administrando el ajuste.

La presencia de la misión del Fondo en estos días en nuestro país desnuda la realidad: somos una semicolonia y vinieron “los virreyes”, los que dirigen efectivamente nuestra economía. A ellos les rinde pleitesía no solo el gobierno, sino el conjunto de la oposición peronista en todas sus variantes. Solo el Frente de Izquierda se opone tajantemente, postulando una alternativa para las luchas y también para las elecciones, planteando que hay que romper con el FMI y dejar de pagar la deuda, para reconquistar una segunda independencia que ponga en marcha un programa económico alternativo, obrero y popular, que atienda las más urgentes necesidades de trabajo, salario, educación, salud y vivienda. Porque ante el brutal ajuste y el interrogante de cómo se sale, somos los únicos que decimos que se necesita un gobierno distinto, de los que nunca gobernaron, los trabajadores y la izquierda.

Tags

Escribe: Gabriel Massa

Siguiendo la política impulsada por el gobierno de Cambiemos, el ministro de Justicia Gérman Garavano presentó el martes 19 de febrero el proyecto de ley de baja de la edad de imputabilidad de los niños y niñas, pasando de 16 a 15 años.
“15 es un punto de consenso y está basado fuertemente en la estadística. A partir de los 15 años, un joven comprende la criminalidad de sus actos y debe responder con un régimen especial”, dijo el ministro en una entrevista con el diario La Nación.

Laura Marrone, legisladora porteña por Izquierda Socialista/FIT, estuvo con integrantes de la red “No a la Baja” y otros espacios de protección a los menores, en el momento de la presentación del proyecto por el ministro. “Me llamó la atención –dijo Laura– que numerosos niños y adolescentes que participaron del acto de rechazo al proyecto cantaban la consigna ‘policía, policía, no nos mandes a robar’”.

Laura afirmó que el planteo de baja de la edad de imputabilidad “surge del mismo gobierno que quiere cerrar escuelas nocturnas y terciarios, que desfinancia los programas de atención para niños y adolescentes en situación de vulnerabilidad y que sostiene una política económica que solo lleva al desempleo de los jóvenes a niveles astronómicos. La contrapartida es más represión. Está en la misma línea de la compra de las pistolas Taser -definidas como instrumentos de tortura por las Naciones Unidas-, la legalización del gatillo fácil y la amenaza de deportación de miles de extranjeros”.
Es decir, en vez de resolver las causas que impiden que los jóvenes accedan al estudio y el trabajo, se responde a la crisis provocada por la política del gobierno de Cambiemos y el saqueo de los banqueros y las multinacionales con más represión para uno de los sectores más victimizados.
Desde Izquierda Socialista y el FIT llamamos a movilizarnos por el rechazo a la infame ley de baja de la edad de imputabilidad.


Tags

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos

Asonada militar frustrada en Bolivia

Asonada militar frustrada en Bolivi…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei firma “el acta de la dependencia”

Pacto de Mayo en Tucumán / Milei f…

08 Jul 2024 COMUNICADOS DE PRENSA

Después de la Ley Bases / Un gobierno en crisis

Después de la Ley Bases / Un gobie…

03 Jul 2024 El Socialista N° 585

Loan: la desaparición que indigna a un país

Loan: la desaparición que indigna …

03 Jul 2024 El Socialista N° 585