Juan Carlos Giordano Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT
Agustín Rossi (actual diputado nacional y jefe de la bancada del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados) es parte del peronismo kirchnerista comandado por Cristina Kirchner. ¿Rossi está dispuesto a romper con el viejo aparato del PJ y a unirse en un frente electoral “con sectores de izquierda” para enfrentar a Macri? Claro que no. Formulamos la pregunta, sin embargo, por si alguien puede llegar a creer que esa es su propuesta cuando incluye al FIT en su llamado a la unidad.
Rossi y el kirchnerismo son parte del PJ
Rossi conforma una mesa junto a Felipe Solá (hoy diputado de Sergio Massa), Filmus, Rodríguez Saá, Alberto Fernández, Víctor Santa María y otros que se sumarían, como Pino Solanas. Agitan la consigna “hay 2019”, para mostrar que ante la debacle de Macri hay posibilidades de que vuelva el peronismo.
Que Rossi trabaje para la “unidad del peronismo” quiere decir que está poniendo todo su esfuerzo para unirse con los gobernadores que votaron el robo jubilatorio de diciembre y están negociando el presupuesto 2019 recomendado por el FMI. El gobernador de San Juan, Sergio Uñac, por ejemplo, está tendiendo puentes con sectores del peronismo bonaerense ligados a Cristina Kirchner, como el diputado Espinoza y la intendenta Magario. Todos competirían en una gran PASO desde donde surgiría el candidato presidencial.
Rossi y sus socios intentan recomponer un peronismo dividido y repudiado desde sus propias bases para reciclarlo en vistas a las elecciones de 2019. Quieren seguir engañando a los trabajadores con que de un rejunte de dirigentes patronales puede surgir una alternativa a Macri en beneficio del pueblo trabajador. El mismo Rossi es el que dice que habría que incluir en un frente electoral al FIT. ¿Cuál es la “picardía” de Rossi? Usar la trayectoria y coherencia que se ganó el Frente de Izquierda por enfrentar consecuentemente a Macri para justificar una “unidad peronista” para 2019.
Hace falta una gran unidad para derrotar ahora el ajuste de Macri y el FMI
Izquierda Socialista y los partidos que conformamos el Frente de Izquierda rechazamos el intento de usar al FIT como una “pata” del peronismo. Y nos pronunciamos contra un acuerdo político electoral con el kirchnerismo. Lo hacemos con un “caso práctico”. Pongamos a prueba al kirchnerismo. Ante la pregunta ¿qué haría el kirchnerismo con el pacto Macri-FMI en caso de ganar las elecciones en 2019? ¿Lo anularía como reclama la mayoría de los trabajadores? ¡Rossi contestó que no! (ver recuadro). Es decir que el peronismo kirchnerista lo mantendría a pesar de que critica fervorosamente al FMI y fomenta actos como los del 25 de mayo o el 9 de julio diciendo “la patria está en peligro”.
A diferencia del kirchnerismo, el Frente de Izquierda está por derrotar ahora el ajuste promoviendo un paro de 36 horas de la CGT-CTA e impulsa una salida de fondo que parta del no pago de la deuda externa, cosa que no hacen Rossi, Cristina y los K. Por eso estamos por otra alternativa política, de los trabajadores y la unidad de la izquierda, no por una “unidad” electoral entre los que intentan capitalizar el declive de Macri para llevarlo a otra falsa alternativa patronal.
Llamamos a los trabajadores y a la juventud que aún pueden cifrar expectativas en sectores del kirchnerismo a redoblar el esfuerzo por lograr la más amplia unidad en las calles para derrotar el ajuste de Macri y el FMI, sus decretos represivos y pro fuerzas armadas, y por conquistar junto al movimiento de mujeres el derecho al aborto legal. Con la misma franqueza les decimos que el “frente anti-Macri” promovido por Rossi, si bien su nombre puede caer bien, es un nuevo engaño que hay que sortear.
Agustín Rossi:“No vamos a desconocer el acuerdo con el Fondo”
El periodista Rolando Graña le preguntó en su programa en A24 a Agustín Rossi, precandidato del Frente para la Victoria y titular del bloque Unidad Ciudadana en Diputados, si se va a desconocer el pacto con el FMI si son gobierno. Rossi contestó categóricamente: “No. Nadie dice que va a desconocer el acuerdo con el Fondo Monetario. Lo que le dijimos a la titular del FMI es que el acuerdo no pasó por el Congreso y le pedimos al Fondo que no le siga prestando plata a este gobierno. Para desconocer el acuerdo hay que tener sustento jurídico para fundamentarlo”
En los doce años de gobierno de Néstor y Cristina Kirchner se pagaron 200.000 millones de dólares en concepto de deuda externa. Cristina se autoelogiaba diciendo que era una “pagadora serial”. Esto deja en falsa escuadra la campaña que enarboló el gobierno anterior diciendo que nos estábamos desendeudando.
El Argentinazo de 2001 impuso el no pago. La rebelión popular obligó a que el efímero ex presidente Rodríguez Saá, en sus escasos ocho días de gobierno, anunciara la decisión. Sin embargo, al asumir Eduardo Duhalde (PJ) en 2002, se reanudó el acuerdo con el FMI que venía de antes, el cual se mantuvo al asumir Néstor Kirchner en 2003.
El kirchnerismo podría haber aprovechado el no pago del Argentinazo para desconocer esa deuda fraudulenta que venía de la dictadura. Contaba también a favor con el fallo del juez Ballesteros, que en un juicio histórico declaró a la deuda “ilegítima y fraudulenta”. A pesar de esos antecedentes, el kirchnerismo reanudó los pagos.
En 2005 convocó a todos los bonistas en default. Les propuso una “quita”, que fue aceptada: entre no cobrar nada y cobrar con quita, bienvenido sea, dijeron. Además, les “regaló” el Cupón PBI, un “extra” automático que se cobra cada vez que la Argentina crece más de 3,2% anual.
“Nuestra deuda en cesación de pagos ha quedado reestructurada como resultado del proceso de canje. Se trata de la remoción de uno de los más importantes obstáculos estructurales que enfrentaba nuestra recuperación”, dijo el ex presidente Néstor Kirchner al anunciar ante gobernadores y empresarios los resultados del canje.
Posteriormente, en enero de 2006, Kirchner le pagó de contado y a decretazo limpio toda la deuda al FMI: 9.810 millones de dólares. Días antes había hecho lo mismo Lula en Brasil. ¿Qué más quería el FMI, que lo consideren “acreedor” y le paguen de contado? Sueño cumplido.
En mayo de 2014 Argentina la acordó pagar la deuda por 9.700 millones de dólares al Club de París (principales países imperialistas). Fue una exigencia del entonces enviado de Bush, Thomas Shannon, de visita por nuestro país. Se trata de “una de las deudas más genuinas”, dijo Cristina. Christine Lagarde, por entonces ya titular del FMI, apoyó el acuerdo. Ayuda a “normalizar” la situación del país, dijo.
Finalmente, si bien el kirchnerismo dijo que “no iba a negociar con los fondos buitre” (el 7% restante de los bonistas que no entró en los canjes), inició conversaciones para pagarles. La negociación se trabó y dio motivo al juicio del juez Griesa. Pero cuando asumió Macri, el Congreso aprobó una ley para pagarles 10.000 millones de dólares de contado a los buitres (con el voto del Frente para la Victoria en el Senado). En Diputados, Kicillof y el Frente para la Victoria se opusieron… ¡pero presentaron una ley para pagarles, aunque un poco menos de aquella cifra! Quiere decir que la campaña del kirchnerismo “patria o buitres” fue falsa.
Se establece que las fuerzas armadas “serán empleadas en forma disuasiva o efectiva” en “agresiones de origen externo”, eliminándose definir estas agresiones como aquellas donde participen fuerzas armadas pertenecientes a otro/s Estados. De tal manera queda abierto que la definición de “agresión externa” puede ser totalmente arbitraria. Recordemos que hace un año el gobierno acusó a los mapuches de estar financiados por “el terrorismo internacional”.
Hasta ahora las fuerzas armadas tenían prohibida “la contemplación de hipótesis, supuestos y/o situaciones pertenecientes al ámbito de la seguridad interior”. Esto ahora es reemplazado definiendo los objetivos del accionar de las fuerzas armadas como “operaciones en defensa de los intereses vitales de la Nación” (sin precisar de qué se trata en concreto); operaciones dispuestas en el marco de las Naciones Unidas u otros organismos internacionales y ejercer la custodia de objetivos estratégicos”. Esto abre el abanico para que las fuerzas armadas puedan actuar en prácticamente cualquier cosa. Desde seguir participando en misiones “de paz”, como lo hizo el Ejército Argentino como parte de las tropas de ocupación que estuvieron reprimiendo durante una década al pueblo de Haití, hasta las más “novedosas” que ahora aparecerían. La “custodia de objetivos estratégicos” permitiría, por ejemplo, que el ejército se transforme en la guardia pretoriana que garantice el saqueo en Vaca Muerta.
Macri en su discurso dio algunas señales de cuáles serían estos nuevos objetivos: “Colaborar con la seguridad interior”, “luchar contra el terrorismo” y “contra el narcotráfico”. Una campaña de solidaridad con el pueblo palestino, por ejemplo, mañana podría ser catalogada por el gobierno como “apoyo al terrorismo internacional”. En lo que respecta al narcotráfico, tenemos la trágica experiencia mexicana, donde el involucramiento del ejército en este tema ha provocado una violencia que ya se ha cobrado más de 350.000 muertos, muchos de ellos fruto de una represión a las luchas políticas y sociales y encubierto como producto del “enfrentamiento con los narcos”.
En definitiva el gobierno busca permitir que las fuerzas armadas puedan actuar internamente, al igual que la Gendarmería, la Prefectura y las distintas policías federales y provinciales, fortaleciendo de esta manera el aparato represivo de conjunto. Tenemos que movilizarnos para que no lo logre.
J. C.
PROYECTO DE DECLARACIÓN
Iniciado en: Diputados Expediente Diputados: 2796-D-2017
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 58 Fecha: 30/05/2017
FUNDAMENTOS
http://www.hcdn.gob.ar/proyectos/textoCompleto.jsp?exp=2796-D-2017&tipo=DECLARACION
PROYECTO DE LEY
Iniciado en: Diputados Expediente Diputados: 2830-D-2017
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 59 Fecha: 31/05/2017
FUNDAMENTOS
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