2015 comenzó con la noticia de que las autoridades pagaron una suma de fin de año a sólo dos de las cinco secretarías del organismo. Esa suma extra abonada es la demostración de la justeza del reclamo de un bono de emergencia para paliar la pérdida de nuestro poder adquisitivo. Por eso debe extenderse a todos los trabajadores y trabajadoras del ministerio, sea cual sea la forma de contratación que tengan.
De no hacerlo estará incurriendo en un acto absolutamente discriminatorio y una desigualdad en el trato que viola el principio de igual remuneración ante igual tarea consagrado hasta por la Constitución Nacional.
Ya hemos dicho en reiteradas ocasiones que el problema no es fiscal ni económico: ¡plata hay! Lo demuestran los onerosos pagos y compromisos asumidos con el Club de París, el CIADI, Repsol o los bonistas locales y extranjeros. Solo hace falta que la gestión del ministro Kicillof tenga la voluntad para resolver, aunque sea en parte, la situación de atraso salarial y la pérdida del poder adquisitivo frente a la inflación.
Pese a que estamos en el mes con mayor ausentismo por las vacaciones, cientos de compañeros han apoyado este reclamo firmando el petitorio dirigido al ministro mostrando que el pedido no solo es justo y legítimo sino masivo.
El pasado 13 de enero hicimos una primera acción de protesta frente a las oficinas del ministro Kicillof y el vice Alvarez Agis quienes, “casualmente”, no se encontraban en el edificio. Y el próximo viernes 23 realizaremos un acto y conferencia de prensa para dar a conocer nuestro reclamo y la discriminación en la que incurren las autoridades.
Vamos a seguir dando esta pelea hasta que el bono de emergencia llegue a todos los trabajadores y trabajadoras. Con la fuerza de todos los compañeros y con todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance.