Néstor Femenía era un chico de 7 años miembro de la comunidad Qom de Chaco. Falleció el 6 de enero por un cuadro de tuberculosis agravado por su estado de desnutrición sin mencionarlo en la partida de defunción, donde se consignó que la muerte fue por “enfermedad”. El Jefe de Gabinete (y ex gobernador de Chaco) Capitanich minimizó el asunto y lo catalogó como un “hecho aislado”, negando los miles de casos de desnutrición que se registran en todo el norte argentino. En el caso de Néstor se sumó el trato discriminatorio que sufren los pueblos originarios de parte de los hospitales públicos.
Capitanich miente al afirmar que la desnutrición se redujo. Lo que ocurre es que desde 2009 se cambió la forma de catalogar los casos de desnutrición bajo el eufemismo “con riesgo de bajo peso”. Desde esa fecha las estadísticas oficiales ya no son confiables. Solo las ONGs independientes siguen utilizando la nomenclatura tradicional que se utiliza en el resto del mundo. Por ejemplo, en Misiones, se estiman en 10.000 los chicos desnutridos tanto en comunidades originarias como en zonas urbanas.
Es necesario que el gobierno nacional y los provinciales aumenten los presupuestos de salud y educación de forma inmediata para revertir esta situación que de aislada no tiene nada.