Escribe Mercedes Trimarchi, Diputada electa por la provincia de Buenos Aires de Izquierda Socialista/FIT
El Congreso recibe todos los martes y jueves a expositores que se pronuncian tanto a favor como en contra de la interrupción voluntaria del embarazo. Esta dinámica del plenario de las comisiones será hasta el 31 de mayo y luego debatirán los diputados y diputadas cuál será el dictamen final de las comisiones. La idea es que para la segunda semana de junio en una sesión especial se someta a votación el proyecto de ley en la Cámara de Diputados.
El dictamen final que llegará al recinto es una incógnita porque los diputados y las diputadas de los distintos bloques mayoritarios tanto de Cambiemos como del peronismo (en todas sus variantes) y del Frente Renovador, no tienen una posición a favor de la legalización del derecho al aborto. Todo lo contrario, hay muchos que están en contra del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo o plantean proyectos de despenalización, que no van a garantizar el acceso de manera gratuita y segura para todas las mujeres.
En ediciones anteriores de El Socialista venimos alertando sobre esta maniobra de los partidos patronales en contra del derecho al aborto, porque están en contra de los derechos de las mujeres en general, y que son quienes obturan y frenan la votación del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que es el único proyecto que tiene el apoyo del movimiento de mujeres que está de pie y en las calles por este reclamo desde hace décadas: el derecho a decidir sobre el propio cuerpo.
Es un problema de salud pública
Una de las exposiciones más difundidas la semana pasada por los medios de comunicación fue la que hizo la reconocida actriz y conductora de televisión Florencia de la V. Su relato empezó contando que su mamá murió desangrada por un aborto clandestino cuando ella tenía 2 años. Y aclaró que lo que está en debate “no es desde cuándo hay vida” sino un tema de salud pública y que “el Estado, en lugar de castigar a las mujeres, debería brindarles lugares seguros, aptos quirúrgicamente, para que no muera ninguna mujer más”. Finalizó su exposición diciendo que el femicida de su madre fue el estado.
Este relato se suma a las cientos de exposiciones que se están dando en el Congreso que desnudan la realidad a la que son sometidas las mujeres por abortos clandestinos. Que se practican en condiciones inseguras y dejan secuelas tremendas en la salud y en la vida de las mujeres. Por eso, es necesario que se apruebe inmediatamente el proyecto de ley de la campaña nacional que plantea de manera sintética el derecho a decidir voluntariamente la interrupción del embarazo y que este derecho debe ser garantizado por el sistema de salud de manera segura y gratuita. Desde nuestra agrupación de mujeres Isadora solo confiamos en la fuerza imparable que tenemos las mujeres para imponer nuestros reclamos y no confiamos en las maniobras parlamentarias. Llamamos a seguir movilizadas, en las calles y plazas de todo el país hasta conquistar el derecho al aborto legal, seguro y gratuito.