Macri y el FMI nos están hundiendo

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macri yEscribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT

El pacto con el FMI es un salto en el endeudamiento, la entrega y el sometimiento del país. Es la nueva cadena que nos ata a los gobiernos y banqueros internacionales. Llamamos a desconocer este pacto a espaldas del pueblo trabajador y a luchar por el no pago de la deuda, para que esa plata vaya a combatir los graves problemas sociales. Hay que dar pasos en una segunda independencia nacional tomando medidas de fondo, como las que plantea el Frente de Izquierda.

“El rumbo del barco sigue siendo el mismo”, dijo Macri en la Casa de Tucumán este 9 de julio. Sin desfile militar fruto del ajuste, aislado y protegido por las fuerzas de seguridad garantizadas por el gobernador peronista y ex ministro de Cristina Kirchner, Juan Manzur, el presidente ratificó el pacto con el FMI. Es decir, un mayor ajuste capitalista para seguir pagando la deuda externa y disponer de fondos millonarios para salvar a los especuladores, a la timba financiera y a los grandes empresarios.

Macri declaró “innegociable” el recorte de 250.000 millones de pesos que tiene que hacer en lo que llama el “gasto público”, es decir, en las partidas salariales y el empleo para los trabajadores estatales, hospitales, escuelas públicas y de la obra pública, entre tantas otras. Es lo que quieren recortar del Presupuesto 2019 negociado con el peronismo.

Macri ha dicho que si ese presupuesto no se aprueba en el Congreso, como quiere el FMI, va a prorrogar el actual, disponiendo de las partidas como se le antoje. El pacto con el FMI implica que las decisiones político-económicas, de ahora en más, se tomarán en Washington, no en Argentina. Esto ratifica que somos una semicolonia del imperialismo. Los despidos en Télam, los salarios escalonados que intenta pagar Vidal, la paralización de la obra pública, el recorte a las provincias o los pagos cada vez mayores de los intereses de la deuda, los decide la presidenta del FMI, Christine Lagarde, con los CEOs internacionales.

Deuda infame, la base del saqueo

El crecimiento de la deuda externa constituye el pilar fundamental del mayor sometimiento nacional. La deuda alcanzó valores exorbitantes. Macri nos endeudó en 150.000 millones de dólares (gran parte a pagar en cien años) y ahora redobló esa política con los 50.000 millones de dólares acordados con el FMI. Aun así, dicen que esa plata no alcanza para saciar la voracidad de los especuladores y para que la Argentina siga pagando la deuda externa. Estarían necesitando otros 8.000 millones de dólares. Una barbaridad.

Esa plata no se va a destinar a salario o trabajo, sino para los ricos. A tal punto que lo que se dispone para pagar los intereses de la deuda (ya no del capital) se ha convertido en la partida más grande, solo después de lo que se destina a previsión social.

El gobierno quiere seguir justificando el ajuste diciendo que el déficit fiscal está provocado por el mayor “gasto” social. Mentira. El mayor gasto es la deuda externa usurera e ilegítima. “Los intereses de la deuda externa ya equivalen al gasto en Salud (3,6%), Promoción y Asistencia Social (1,8%), Educación y Cultura (6,4%), Ciencia y Técnica (1,2%) y Trabajo (0,2%)”, (Clarín, 9/7) todos sumados.

En pleno Siglo XXI se vuelve a dar una nueva vuelta de tuerca en este brutal endeudamiento que pone a la Argentina en el podio de los países saqueados y arrodillados a los dictados de las grandes potencias, las multinacionales y los bancos.

No pago y frente de países deudores

Si bien nos liberamos de los reyes de España en 1816, hoy seguimos sometidos a las órdenes de Donald Trump, la Unión Europea, el FMI, el Banco Mundial, el BID y otros organismos chupasangre.

El “volver al mundo” de Macri fue para que vinieran los capitales golondrinas y se lleven todo, desde que asumió, se fugaron 75.000 millones de dólares al exterior. ¡Hay que parar esta sangría!

En estas mismas páginas mostramos cuáles son las medidas alternativas que proponemos desde la izquierda para que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores. Esas medidas son pasos fundamentales para dejar de ser un país regido por los dictados del FMI y de las potencias imperialistas.

Desde hace 40 años con gobiernos radicales, peronistas en sus distintas variantes y ahora con Cambiemos, los ganadores fueron siempre los mismos, los usureros internacionales, las multinacionales, bancos y grandes empresarios. Hay que dar vuelta la tortilla.

Repudiamos el pacto con el FMI y todos los tratados colonialistas que nos atan al imperialismo. No hay salida si no se deja de pagar ya la deuda externa y se llama a un frente de países deudores latinoamericanos para enfrentar en común a los usureros. Nos muestran el camino la rebelión del pueblo de Nicaragua contra el gobierno de Ortega, que aplicó un brutal recorte jubilatorio ordenado por el FMI, el pueblo de Haiti, contra el aumento de la gasolina impuesto también por el Fondo Monetario. En la Argentina acaba de protagonizar un parazo nacional contra el ajuste de Macri y el FMI.

Esos pueblos son los “héroes patrios” de este siglo en los que nos tenemos que apoyar para librar las peleas contra los enemigos del pueblo trabajador, avanzando en lograr la segunda independencia y aplicar medidas de fondo para que la crisis la paguen los capitalistas y sus gobiernos, no los trabajadores.