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Escribe:
Mercedes Petit
Palestina: 9 de diciembre de 1987
Comenzó la primer Intifada
En palestino, intifada significa levantamiento. La muerte de cuatro obreros cuya camioneta fue embestida por un camión del Ejército israelí, detonó una movilización insurreccional masiva, cuyo centro fue la Franja de Gaza y se extendió a todo el territorio invadido por Israel. Se inició una etapa de fortalecimiento de la resistencia que no ha cesado. Israel tuvo que ir aceptando a la OLP como representante legítima del pueblo palestino y la negociación de los “dos estados” para perpetuar su debilitada presencia invasora en el Medio Oriente.
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Nace la Intifada: “Rebelión de las piedras”. Gaza 1987 |
Los niños enfrentan con piedras a los tanques israelíes |
Ese día, una camioneta transportaba obreros palestinos que se dirigían desde sus casas, en la ocupada franja de Gaza, hacia sus trabajos en Israel. Sufrió la embestida de un camión militar israelí y cuatro trabajadores perdieron la vida. En la ciudad de Gaza y los alrededores se corrió rápidamente la voz: era un asesinato intencional, una venganza del ejército invasor porque la semana anterior había sido acuchillado un colono israelí en una plaza de Gaza. De repente todo cambió.
La insurrección de las piedras
Miles de personas salieron a las calles a gritar contra los ocupantes, enfrentándose a pedradas contra las tropas israelíes, que actuaban como policía en el territorio de Gaza. Poco después, la represión había dejado un palestino muerto y 16 heridos, y los gritos se acallaron. Pero a diferencia de otras veces, la cosa no paró ahí. Al día siguiente, al siguiente y durante meses, continuaron todos los días las manifestaciones que se fueron extendiendo a toda Palestina.
En pocos días, la mayor parte de los más de tres millones de palestinos sometidos a la ocupación israelí –sea como ciudadanos de segunda o como habitantes de los territorios de Gaza y Cisjordania- salieron a enfrentar a los invasores. Las manifestaciones y marchas se combinaron con el enfrentamiento físico con las tropas sionistas y las huelgas obreras y comerciales árabes. El 21 de diciembre se produjo la primera huelga general masiva desde 1936 de los árabes israelíes. Su consigna era, por primera vez, “por un Estado palestino”.
A falta de armas de fuego, los manifestantes se enfrentaban a las tropas con bombas molotov, palos, piedras, cuchillos, y hasta sus propios puños. Los jóvenes, adolescentes y niños fueron la vanguardia en una insurrección en la que toda la población se volcó durante meses a la lucha.
En los campamentos de refugiados surgieron comités que garantizaban el abastecimiento para alimentarse y la permanencia del enfrentamiento. De hecho se estableció una situación de doble poder. Por un lado, el aparato militar invasor y su represión; por el otro, la población palestina oprimida, con sus comités y las distintas organizaciones que formaron una conducción centralizada y fueron coordinando y dirigiendo la movilización desde los barrios y los campamentos, con sus volantes y transmisiones de radio.
Una crisis sin retorno
Dentro del sionismo se produjo una conmoción. Mientras la Intifada crecía y crecía, el 23 de enero miles de israelíes del Movimiento Paz Ahora manifestaron en las calles de Tel Aviv exigiendo una solución pacífica, la negociación con la OLP y que conviviesen “dos estados”. Crecía el reclamo, entre los propios pobladores invasores, de “paz por tierra”. En febrero, otra movilización parecida estaba encabezada por diputados y jefes militares de la “izquierda” sionista. La dirección conciliadora de la OLP, encabezada por el histórico líder Yasser Arafat, sentía la presión creciente del imperialismo yanqui, las burguesías árabes y el propio Israel, para buscar una salida negociada y controlar la situación, desmovilizando a su pueblo. En noviembre de 1988 el Consejo Nacional Palestino abandonó definitivamente las banderas históricas de la OLP, que reclamaban la destrucción del Estado de Israel (ver recuadro). Proclamó la creación de un “estado palestino” y por primera vez dio un reconocimiento jurídico a los invasores. El heroísmo del pueblo palestino que protagonizó la Intifada comenzó un proceso de recuperación de territorios que no se ha detenido desde entonces. Desde 1993, un Israel acorralado, inició negociaciones directas con la OLP y Arafat. Y comienza la cesión de territorios en Gaza y Cisjordania para que se establezca la Autonomía Palestina. Desde entonces, el Estado de Israel siguió profundizando su crisis. Y la causa palestina siguió ganando apoyo y simpatía entre los luchadores de todo el mundo.
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