|
|
|
|
Compartir esta nota en
|
|
Escribe: |
Las luchas juvenilesMiles de jóvenes en las impresionantes movilizaciones por Cromañón. Teleoperadores de Atento, un ejemplo de cómo va empezando la pelea en los puestos “de superexplotación” que nos reservan como primer empleo. Secundarios movilizándose contra las vergonzosas condiciones edilicias de los colegios. Universitarios tomando facultades y marchando con los docentes. No es casual que los jóvenes hayamos cumplido roles protagónicos en muchas de las luchas que se dieron este año. Con índices de desocupación que doblan el promedio, con salarios de menos de la mitad de un trabajador adulto, con una educación pública que se cae a pedazos sin posibilidades de armar un futuro, viviendo muchas veces de padres también sin trabajo o con salarios de hambre y victimizados por la policía en sus razzias, no se podía esperar otra cosa. Enero comenzó con el horror de Cromañón. Sobreponiéndonos al espanto y al dolor, ahí estuvimos, por miles, en el santuario, en las reuniones de enero para ver que hacer, en las marchas multitudinarias, y luego mes a mes, puteando cuando soltaron a Chabán, esperanzados cuando destituyeron a Ibarra. “Ni las bengalas, ni el rockanroll, a nuestra pibes los mató la corrupción”, resonó una y mil veces. Pero también fuimos parte de las luchas de la clase trabajadora. Todos conocemos el infierno de los puestos de trabajo para los jóvenes: ritmos esclavizantes, horarios rotativos, imposibilidad de estudiar, sueldos de hambre. Así son los puestos de repositores externos, de Mac Donald, o, los ahora “de moda”, de telemarketers o call centers. Pero este año muchos pibes se rebelaron. Fue la experiencia de Atento, donde exigieron sindicalización, entrar al convenio telefónico, hubo asambleas, incluso toma de edificios. Alguien editorializó: “fue la rebelión de los trabajadores del siglo XXI”. La vuelta del movimiento estudiantil Los secundarios de Capital en la primera mitad del año dijeron ¡basta! de estudiar en edificios que se caen a pedazos. Así hubo tomas de Colegios, cortes de calles y marchas. Al final de año salieron los de Provincia de Buenos Aires, negándose a aceptar los exámenes con que Solá pretendía tapar la debacle de su política educativa. Pero fue durante agosto y setiembre que se dio la máxima movilización estudiantil del año, como no se veía desde las luchas contra el ajuste de 1999. Decenas de miles se movilizaron primero en Córdoba y luego en Buenos Aires apoyando el paro docente. Hubo tomas de facultades, surgieron miles de nuevos compañeros que hicieron sus primeras experiencias en la política universitaria, se realizaron multitudinarias asambleas interfacultades e incluso varios encuentros nacionales. Y además... Miles repudiamos a Bush. Como lo hacen millones de jóvenes en el mundo que luchamos contra el imperialismo y el capitalismo simplemente para tener un futuro posible. Quizás como símbolo de esta rebelión juvenil podamos terminar el 2005 con esa imagen de las decenas de miles de chicos que se levantaron en los suburbios de París, en pleno corazón del “Primer Mundo”, contra la discriminación y la explotación. |
|
|
Izquierda Socialista en Internet: |
|