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América latina contra el imperialismoEl proceso boliviano confirma y refuerza la tendencia de los pueblos latinoamericanos, de enfrentar con luchas y revoluciones la política de ajustes antipopulares y privatizaciones, de derrotar gobiernos títeres del imperialismo y repudiar el neoliberalismo de la década del ’90. Este agudo enfrentamiento tiene su expresión electoral en triunfos de fuerzas políticas que se reivindican de izquierda o centroizquierda, o que basan sus campañas en criticar la dependencia de los Estados Unidos y el neoliberalismo. Esto preocupa al imperialismo yanqui. Actualmente, en México se perfila como probable triunfador López Obrador, del PRD, que conformó un frente de centroizquierda. En Perú asciende con fuerza Ollanta Humala, que se reivindica indigenista y se identifica con Chávez. En Nicaragua las elecciones se disputan entre el sandinismo y un frente centroizquierdista que se escindió del sandinismo. En Venezuela, Chávez se hace más popular cada vez que se enfrenta al imperialismo y gana todas las elecciones. Esta realidad electoral ya se manifestó con los triunfos de Lula en Brasil, del Frente Amplio en Uruguay y de Kirchner, que simulan enfrentar al FMI, para ganar votos, aunque después le paguen la deuda. Así surgen los gobiernos centroizquierdistas o de frente popular, incluso con dirigentes provenientes del movimiento obrero al frente, como Lula, con un discurso crítico hacia el neoliberalismo y el imperialismo. Muchos terminan pactando con los grandes empresarios y el imperialismo. Ese movimiento de rebelión de las masas no se detiene, avanza y se vuelve incluso contra gobiernos centroizquierdistas, como fue el caso de Lucio Gutiérrez, derribado en Ecuador, Carlos Mesa en Bolivia, y Torrijos jaqueado por las movilizaciones en Panamá. Avanza en su programa como se manifiesta especialmente en Bolivia, donde hubo insurrecciones por la reestatización del petróleo y el gas. Surge la necesidad de que la gran vanguardia combativa que encabeza estas luchas se organice en partidos y frentes revolucionarios, capaces de ir hasta el final en este enfrentamiento con el imperialismo, pelear por un cambio de fondo, reestatizaciones, no pago de la deuda externa, expropiación de multinacionales y bancos, uniendo a los trabajadores y pueblos latinoamericanos por la segunda independencia y una salida socialista para América latina. |
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