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Panel de la UIT-CI
En el marco de las actividades del Foro Social Mundial, se realizó en la Universidad Central de Venezuela el panel “América latina: luchas y rebelión social”. Asistieron unos setenta compañeros. Participaron dirigentes de todos los partidos miembros de la Unidad Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) que estaban presentes en Caracas: Orlando Arias, por El Polista, periódico de la Tendencia Socialista del Polo Democrático Alternativo (Colombia), Miguel Malheiros, de la CST y del Partido Socialismo y Libertad (Brasil), Miguel Sorans, del MST-El Socialista (Argentina), Maradona, del MST-Unite (Argentina) y Miguel Hernández, del PRS (Venezuela). Además participaron del debate compañeros del Partido Obrero Socialista de México e importantes dirigentes sindicales de Venezuela, como el compañero José Meléndez, dirigente clasista de SIDOR. Fue importante ver los puntos comunes que recorren a Latinoamérica, con un 2005 donde se destaca el triunfo electoral de Evo Morales en Bolivia, apoyado en un agudo proceso revolucionario, basado en la exigencia de la estatización de los hidrocarburos. Y también se señalaron los matices que diferencian el cuadro general de la región: una Colombia que todavía tiene pendiente su “revolución democrática”, pero donde está abierto un fuerte proceso de movilización popular, con hitos como los paros del 1º de Mayo, o las movilizaciones de 200.000 personas en octubre del 2004. O un Brasil, donde aunque todavía el gobierno de Lula controla importantes organismos de masas (como la CUT, la Unión Nacional de Estudiantes y el propio Movimiento Sin Tierra) avanza el proceso de construcción del PSOL, que ya ha obtenido la legalidad electoral, con su programa revolucionario, anticapitalista y contrario a los gobiernos de conciliación de clases. O la propia experiencia argentina, donde el 2005 ha sido un año de grandes luchas obreras, con una fuerte presencia de la izquierda en ellas, pero donde, contradictoriamente, el gobierno ha triunfado en las elecciones legislativas, produciendo un retroceso electoral de la izquierda. Otro debate que recorrió el panel fue el de la construcción de las alternativas políticas y el problema de la unidad de los revolucionarios. Y ahí apareció la conclusión de que la necesaria construcción de partidos debe basarse claramente en un programa que plantee la independencia política de la clase obrera y la pelea por el gobierno de los trabajadores y el socialismo. De ahí la importancia de la creación del PRS en Venezuela como una opción clasista en el marco de la revolución bolivariana. Y las dificultades, que no se resuelven sólo con voluntarismo organizativo, como la pelea abierta en el PSOL, donde hoy pretenden entrar sectores que no han terminado de romper con el gobierno de Lula y buscan “lavar” el programa clasista original. O la disputa en el Polo Democrático Alternativo de Colombia (ver recuadro). El imperialismo yanqui y sus lacayos están preocupados por lo que ellos mismos llaman “el giro a la izquierda latinoamericano”. Teodoro Petkoff, un ex izquierdista hoy devenido en “escuálido crítico” en Venezuela, teoriza acerca de la existencia de dos izquierdas en en el subcontinente: una sensata y democrática -la de Lula, Kirchner y Tabaré- y otra anquilosada, dictatorial, donde estarían Fidel y Chávez. En el panel se señaló que en realidad existen tres “izquierdas”: una que se vendió absolutamente al imperialismo (la que en Venezuela forma parte del proyecto escuálido, como el propio Petkoff, Bandera Roja o Causa R); una segunda que apoya al gobierno de Chávez y su política de “socialismo del siglo XXI”, sin romper con la burguesía (donde se podrían ubicar en Venezuela desde las propias fuerzas internas del chavismo, el PC venezolano, el castrismo, hasta grupos como el M-13), y la “tercera izquierda”, en la que están fuerzas como el PRS que, sin dejar de defender a Chávez contra las agresiones del imperialismo, considera que no hay socialismo posible ni redistribución de la riqueza para los trabajadores si no se rompe con las multinacionales y la gran burguesía y se va a un gobierno de los trabajadores. La conclusión del panel es que el problema de la “unidad de los revolucionarios” sólo es válido si se da alrededor de programas políticos que planteen perspectivas como la del PRS. J.C. |
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