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Panel sobre cogestión y presupuesto participativoMarta Harnecker no respondió
En una de las amplias salas del Hotel Caracas Hilton se realizó un panel sobre presupuesto participativo y cogestión social. Estaba integrado por Marta Harnecker (asesora de Chávez), Stalin Pérez Borges (UNT-PRS), Michael Leivoic (profesor canadiense), Rafael Rodríguez (ALCASA-fábrica de aluminio bajo gestión obrera) y un representante de la Alcaldía de Fortaleza- Brasil (PT). El panel despertó mucho interés, por eso hubo una importante concurrencia de dirigentes sindicales de la UNT, economistas como Claudio Katz y delegaciones sociales y políticas de diversos países. Desde los expositores ya surgió una polémica entre dos posturas. La de Marta Harnecker y la del dirigente obrero venezolano Stalin Borges, que luego se desarrolló con las posiciones del público. Harnecker reivindicó la experiencia del presupuesto participativo de Porto Alegre del PT como modelo de la “democracia participativa” que aplica el gobierno de Chávez mediante la cogestión. Dijo que lo de Porto Alegre fue una escuela para “salir de lo individual” y de “pedirle todo al Estado”, y que muchas dificultades se dieron por “no escuchar a las bases”. Stalin Pérez Borges, de la UNT, presentó una visión crítica de la cogestión bajo el gobierno de Chávez. Señaló que el gobierno hace declamaciones sobre la democracia participativa pero no acepta que los trabajadores intervengan en la cogestión y el control obrero de las empresas estratégicas como PDVSA y las eléctricas. Y criticó la postura de un ex ministro cubano que trató a la cogestión como de involución. Leivoic señaló que el gobierno tenía miedo de que surgiera una aristocracia obrera que le haga huelgas en sectores estratégicos. Al abrirse el uso de la palabra al público, Miguel Hernández discrepó con Harnecker sobre la experiencia de Porto Alegre, señalando que su fracaso llevó a la derrota del PT en las elecciones de esa ciudad. Los dirigentes obreros de la corriente clasista de la UNT, entre ellos José Barreto (UNT-Carabobo) y Edgar Caldera (cogestión ALCASA), fueron duros en rechazar el supuesto peligro de una aristocracia obrera. Los dirigentes denunciaron que el gobierno y los ministros han rechazado la participación de los trabajadores y que incluso persiguen a los dirigentes que reclaman la cogestión y denuncian la corrupción, como pasó en el sector eléctrico. Miguel Sorans (MST-El Socialista) señaló que lo de Porto Alegre no había fracasado por desconocer a las bases, como decía Harnecker, sino porque se enmarcó en la aplicación del gobierno de Lula, de un plan económico al servicio del FMI y las multinacionales. Lo sorprendente fue que Marta Harnecker no pidió la palabra para responder a los cuestionamientos. |
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