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Hugo Yasky y cía. Los dirigentes funcionales al gobierno de Alberto Fernández

Publicado en El Socialista N° 482
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Escribe Adolfo Santos

El caradurismo del secretario general de la CTA, Hugo Yasky, no tiene límites. Durante los días previos a la reunión para definir el salario mínimo se la pasó amenazando con que iba a dar la pelea por un buen aumento. “El salario mínimo vital y móvil es de 16.875 pesos. Llevarlo a la canasta básica alimentaria implicaría un aumento de 200%, por lo cual los sindicalistas trataremos de acercarnos a esa cifra todo lo posible”, dijo en declaraciones radiales. Y agregó: “Vamos a tratar de acercarnos a la canasta básica, que es de 46.000 pesos. Queremos recuperar la pérdida del salario”.

Y no paró ahí. Criticó hasta una posible oferta del sector privado: “En la negociación, los empresarios van a plantear cifras por debajo de 35 por ciento”. Por eso alertó: “Es muy probable que no haya acuerdo, sino un laudo por parte del Ministerio de Trabajo”. Sin embargo, el día de la reunión, tanto el “combativo” Yasky como los burócratas de la CGT se comportaron como corderitos y, sin dar pelea, aceptaron el vergonzoso 28 por ciento. No solo quedaron a años luz de la promesa de acercarse a la canasta básica familiar, sino que propusieron un ajuste de 30%, ¡menos de lo que suponían que iban a ofrecer las patronales!

Estos dirigentes son una vergüenza. Simples funcionarios de un gobierno patronal al que apoyan incondicionalmente. En diálogo con C5N, Yasky aseguró: “Los salarios no bajaron en estos siete meses de cuarentena, sino que solo lo hicieron durante la presidencia de Mauricio Macri”. Nadie duda que Macri atacó duramente a los trabajadores, pero negar que este gobierno hace lo mismo es pura hipocresía. Solo con la inflación las pérdidas han sido inmensas, pero además la dirigencia sindical, la UIA y el gobierno acordaron una rebaja de 25% para millones de trabajadores y las paritarias siguen congeladas.

Después de firmar ese ajuste de hambre, Yasky declaró: “Se logró un paso importante” […] “Se llegó a un arreglo porque, del otro lado, no se encuentra un gobierno que quiere que el salario caiga” […] “Y se reincorporaron los empresarios pymes que Macri había echado. Los empresarios de las pequeñas y medianas empresas apoyaron nuestra propuesta porque saben que el trabajador les comprará, ellos se enfocan en el mercado interno”. Y cerró: “Se logró recuperar algo”. Repudiamos el papel nefasto de estos dirigentes burocráticos que traicionan los intereses de los trabajadores. Llamamos a continuar luchando por una nueva dirección sindical combativa, democrática y autónoma de los gobiernos patronales.