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Córdoba: otro intento de criminalizar la protesta


Escribe Noelia Agüero, legisladora de Izquierda Socialista/FIT Unidad

Juan Manuel Cid es un mandadero del gobernador peronista Schiaretti. El legislador provincial del PJ cordobés presentó un proyecto de ley para imponer fuertes multas, trabajo comunitario y hasta tres días de prisión a quienes participen de marchas en todo el territorio provincial. Su argumento es que los pequeños y medianos comerciantes se ven perjudicados por movilizaciones y cortes de calles. Promete terminar con las protestas, otorgándole más poder a una justicia corrupta y a la policía provincial del gatillo fácil y los abusos. Miente diciendo que todo lo que se recaude irá a compensar las pérdidas de estos comercios.

Es claro que Cid, aprendiz de fascista, no hizo esto por iniciativa propia sino por orden del amo. Schiaretti lanza este globo de ensayo ante el mal humor real de la población por tantas marchas y cortes, que obviamente causan problemas.

Ahora bien, los comerciantes no están mal por las movilizaciones. Están agobiados por tarifas de servicios altísimas, por los impuestos de todo tipo que imponen los gobiernos y, fundamentalmente, porque venden mucho menos que antes, y esto se debe a que cada vez hay más pobres y los salarios pierden por goleada ante la inflación en una provincia donde el peronismo gobierna hace más de veinte años.

Como siempre, los gobiernos capitalistas no atacan las causas de estos problemas porque sería atacar la esencia del capitalismo, es decir, la ganancia a cualquier costo, incluida la represión.

En Córdoba hay movilizaciones por los más diversos motivos: los trabajadores pierden sus derechos y tienen salarios miserables, los jubilados son condenados a la indigencia y les robaron el 82% móvil, los ambientalistas luchan contra la destrucción con la que el gobierno beneficia al negocio inmobiliario y al agronegocio. Razones sobran para salir a las calles.
Por eso desde Izquierda Socialista llamamos a repudiar este y cualquier otro intento de criminalizar la protesta.