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Sesiones extraordinarias en el Congreso / Proyectos al servicio del saqueo y las ganancias de las multinacionales

Publicado en El Socialista N° 523
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Escribe Guido Poletti

El gobierno de Alberto Fernández ha anunciado la convocatoria a sesiones extraordinarias del Congreso Nacional para el mes de febrero. Recordemos que en dichas sesiones sólo se pueden tratar los temas propuestos por el propio Poder Ejecutivo. De ahí que repasar su listado resulte ilustrativo de las prioridades políticas del gobierno del Frente de Todos.

La gran mayoría de ellas tienen un objetivo claro: promover las ganancias de las grandes multinacionales, ofreciéndoles todo tipo de privilegios, exenciones impositivas y permisos para saquear nuestros recursos naturales. Así, tenemos la creación del régimen de fomento al desarrollo agroindustrial (a medida de los monopolios del agronegocio), de hidrocarburos (al servicio de las multinacionales del gas y petróleo), el proyecto de inversiones para la industria automotriz y electro-movilidad (para las multinacionales del automóvil) y Compre Nacional (donde tercian las grandes firmas proveedoras del estado).

También debemos mencionar lo que “no está” en esta convocatoria a extraordinarias. Lo principal y que entonces significa su pérdida de estado parlamentario es la ley de humedales. Recordemos que el propio Frente de Todos la utilizó en la reciente campaña legislativa. Sin embargo, como ya veníamos denunciando desde Ambiente en Lucha y la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones, prevaleció el lobby de los grandes intereses del agro-negocio.

El gobierno de Alberto Fernández, con todas estas leyes, busca aumentar los negocios de las multinacionales y en particular las exportaciones, para así obtener algunos dólares de más para poder pagar los vencimientos de deuda externa. De esto se trata la repetida frase de “necesitamos crecer para poder pagar (la deuda)”. “Crecer”, como vemos, es ofrecer nuestros recursos para que se los lleven, saqueando y contaminando, superexplotando a los trabajadores, como ya sucede en Vaca Muerta o en los proyectos megamineros en curso. Y todo al servicio de, al final, poder cumplir con los vencimientos de deuda externa.