Escribe María Meza, excandidata a vice gobernadora de Tierra del Fuego por Izquierda Socialista FITU.

En las elecciones en TDF del 14/5, donde hubo 70% de participación del padrón electoral, Unidos Hacemos Futuro (UHF) del actual gobernador Melella, es reelecto por 51,3% de votos. UHF es una alianza de diversos agrupamientos, entre ellos Forja, de origen radical (FDT), Movimiento Popular Fueguino (MOPOF) y otros. Tuvo una política de alianzas "transversales", también ensayada por otros gobernadores como el de Misiones, o que promueve Schiaretti con Llaryora en Córdoba, trascendiendo al PJ y al FdeT. La Lista de Melella para legisladores, en cambio, sólo obtuvo el 11,02% de los votos y perdió una banca de las cuatro que tenía.

JXC fue dividido. Propuesta republicana (PRO) 11,03% salió segundo y cuarto Juntosxelcambio de TDF (radicales) 5,33%. Republicanos unidos, ligados a Milei en el orden nacional, llevaron a la mujer del pastor evangélico en la isla y salió tercera fuerza con 7,6% de los votos.

El FITU, integrado por Izquierda Socialista, de reciente legalización en la isla y el partido Obrero, fue la 5ta lista con 2,99% de los votos a gobernador, 1,6% a legisladores y continuaba el recuento en concejales.

Estas elecciones han llamado la atención por dos hechos: el contundente triunfo del gobernador Melella, cercano al gobierno nacional y el alto porcentaje de votos en blanco: 21,59%. En una primera lectura analizamos algunos factores que contribuyeron a estos resultados.

1) El adelantamiento de las elecciones provinciales, como han decidido gran parte de los gobernadores, ayudó a Melella y a otros gobernadores a tomar distancia de los efectos de la política nacional del gobierno de Fernández, y a apelar a la defensa de proyectos provinciales de gobierno. Aunque solo el 8% del padrón nacional se ha expresado en las provincias que votaron hasta ahora, en todas aparece el fenómeno de reelección de los gobiernos vigentes con amplió margen, ligados a alianzas provinciales que rompen ciertos ordenamientos nacionales.

3) La amenaza de eliminación del régimen de Promoción industrial (Ley 19640 que favorece al empresariado mediante la rebaja de impuestos y un régimen de subsidios a las empresas que ronda 0,45% del PBI nacional), es sostenida por el FMI, sectores de JxC y por Milei. La clase obrera y amplios sectores de la isla viven este debate en curso como amenaza de pérdida de las fuentes de trabajo y crisis de sostenibilidad de la isla. Melella y el gobierno nacional, en cambio, no se han atrevido, a la fecha, a tocar este régimen.

3) Las expectativas en Ushuaia de que el desarrollo del Plan Fénix, que planea la explotación de la plataforma submarina alentada por Melella, genere nuevos puestos de trabajo, ha sido otro factor de respaldo al gobierno provincial. El movimiento ambientalista, que viene resistiendo el peligro de contaminación ambiental de este proyecto, es aun embrionario y no ha logrado derrotar esta falsa expectativa.

4) Una inmensa red de planes sociales, comedores y trabajadores monotributistas contratados por algunos meses en el estado, y hasta la reciente restitución del régimen de jubilación provincial a los docentes, sostenidos con los mayores fondos que el estado provincial tiene por los subsidios nacionales antes mencionados, favoreció el voto al gobierno. Eso explica el florecimiento de listas a concejales de grupos que manejan comedores, y/o planes sociales, que dependen del gobierno y que tuvieron libertad de actuar como colectoras barriales.

5) El alto voto en blanco, sin duda expresa un sector amplio de votantes disconformes con todas las opciones que gobernaron estos años, aunque aun debemos precisar si hubo otros factores que intervinieron en este resultado.

4) El sistema de boletas independientes por categorías. Hubo 5 listas para gobernador, 16 para legisladores provinciales y 19 para concejales, todas en boletas independientes. De este modo, se facilitó el mecanismo de colectar votos de diferentes vertientes sin necesidad de internas ni de promover el corte de boleta. Así la lista ganadora a la gobernación, la de Melella de UHF, recolectó el voto de diversas listas a legisladores de la interna del peronismo y de un número diverso de listas de organizaciones barriales que solo tuvieron representantes a concejales.
Además,este sistema complejizó la votación y dificultó que los votantes encontraran entre tantas boletas la de su preferencia y se llega incluso a votar en blanco.

5) El adelantamiento de las elecciones produjo que la campaña electoral tuviera una duración de solo un mes. Esto favoreció al gobierno y a los partidos patronales que gastaron millones en publicidad. Cabe consignar que la justicia electoral no pagó las boletas ni otorgó recursos para realizar la campaña electoral, lo que en el caso de un partido de trabajadores como el nuestro, ha significado una limitación enorme para llegar a la población. Sumado al hecho de que en Tierra del Fuego no se puede colocar cartelería en ninguna parte, solo la que se paga. Tampoco hay espacios gratuitos en los medios y los candidatos que en nuestro caso son trabajadores no pueden tomarse licencias para hacer la campaña. Todo un sistema para favorecer a los que se sostienen con aportes de empresarios.

Días previos a la votación y al día siguiente, dos empresas, Mirgor y Solnik despidieron 400 y 300 trabajadores respectivamente, en momentos en que se iban a realizar elecciones a delegados gremiales. Sin pausa electoral, la ofensiva de la patronal es brutal mientras el gobierno de Melella deja correr. En estos momentos los metalúrgicos de Río Grande respondieron con un paro exigiendo la reincorporación de sus compañeros.

Las propuestas del FITU están más vigentes que nunca: Ningún despido y terminar definitivamente con los contratos basura, que la Promoción industrial sea para mejorar la vida de la población y no el enriquecimiento de los empresarios especuladores. Desde Izquierda Socialista seguiremos construyendo la herramienta política que nos permita derrota los planes de ajuste y la entrega de las riquezas nacionales.

Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

En los discursos vertidos en el acto del 1° de Mayo se volvieron a mostrar las distintas políticas alrededor de si el FIT Unidad tiene que ir unido o no a las PASO. Izquierda Socialista señaló lo perjudicial que sería ir dividido y para evitarlo postuló la fórmula unitaria Bregman-Solano.

En nombre de Izquierda Socialista junto a Mónica Schlotthauer alertamos ante toda la militancia frentista reunida en Plaza de Mayo lo perjudicial que significaría ir a las PASO a dirimir las candidaturas internas por responsabilidad del PTS, PO y el MST. Señalamos que el Frente de Izquierda tiene una gran oportunidad política a condición de que se postulen políticas unitarias.

Donde hubo unidad se avanzó, y donde hubo divisionismo se retrocedió. En las elecciones provinciales de Neuquén, por ejemplo, logramos conquistar bancas porque el FIT Unidad fue unido. En Córdoba saludamos que el PO se haya sumado a la lista unitaria de todo el Frente de Izquierda. En La Rioja se dio por primera vez la unidad de todo el FIT de la provincia. Hay unidad en Jujuy (donde el FIT fue tercera fuerza en la provincia y segunda en la Capital), San Juan, Tucumán y otras provincias. Si allí se hicieron listas de común acuerdo ¿por qué no se puede hacer lo mismo en las presidenciales?

Sin embargo, en Salta -donde no hay PASO- el Frente de Izquierda no se pudo inscribir como tal, se dividió en dos listas, privando a miles de salteñas y salteños que esté la boleta del Frente de Izquierda el próximo 14 de mayo. Y en siete municipios de Mendoza donde se fue dividido solo se pudo pasar el piso proscriptivo en solo uno. ¡Miremos hasta dónde llegó el divisionismo!
 
Tenés razón, pero marche preso

El orador del Partido Obrero, Gabriel Solano, dijo un par de veces que Izquierda Socialista tiene razón. “Tiene razón el Gringo, por supuesto que es mejor una lista unitaria”. Sin embargo, señaló que una lista única no es garantía de nada, ya que lo importante es con qué política se postula. Y que “siempre está la alternativa de las PASO como marca la ley.”

El PO dice que objeta a Bregman no por un problema de cargos sino por su “perfil pro kirchnerista”. Izquierda Socialista también criticó en su momento la postura del PTS cuando dijo que Cristina está proscripta, pero eso no puede ser argumento para impugnar a nadie. Si fuera por eso, con el PO también tenemos enormes diferencias y no por ello vamos a impugnar a Solano. Venimos criticando desde el año pasado la propuesta del PO de conformar un “nuevo movimiento con banderas socialistas”, lo que va en desmedro del FIT Unidad. Si fuera por diferencias políticas no hubiéramos permitido que el MST se incorpore al FIT en 2019 después de haber ido en alianza con candidatos patronales como Luis Juez o Pino Solanas.

Las diferencias dentro del Frente de Izquierda Unidad van a existir porque somos partidos distintos. Hay que convivir con ellas y no pueden ser un justificativo para ir divididos a las PASO. Porque tenemos en común el único programa que va a sacar al pueblo trabajador y a la juventud de la postración, tenemos la rotación de las bancas y el hecho de que venimos funcionando con acuerdos que nos permitieron ir a las presidenciales de 2019 con la fórmula unitaria Del Caño-Del Plá.

El PO dice que Izquierda Socialista no fundamenta por qué Bregman tiene que encabezar. Para nosotros la tiene que encabezar por la sencilla razón de que hay que respetar los acuerdos que mantenemos desde el 2019 a esta parte. El FIT Unidad ya tiene acordado sus representaciones en base a las últimas elecciones. El PO lo desconoce. Cualquiera que quiera cambiarlo sin el acuerdo de las otras fuerzas está forzando ir a las PASO o a una división como en Salta. Para Izquierda Socialista la fórmula Bregman-Solano refleja ese criterio.

El Partido Obrero dice que debería encabezar él porque tiene una política “independiente y orientada a organizar políticamente a los miles que vienen enfrentando el ajuste”. Izquierda Socialista también tiene esa política y no por ello pide estar en la fórmula. Pero esa afirmación del PO no se condice con la realidad. Porque el PO se negó a convocar a un gran encuentro nacional del sindicalismo combativo y de los que luchan como se lo propusimos en septiembre del año pasado a partir del gran triunfo de los trabajadores del neumático, con su secretario general a la cabeza, Alejandro Crespo (PO), para que lo convoque junto al “Pollo” Sobrero y al Plenario Sindical Combativo, lo que hubiera posibilitado unificar y coordinar las luchas y fortalecer una nueva dirección del movimiento obrero. El Partido Obrero, en cambio, hizo su propio acto en Plaza de Mayo para capitalizarlo partidariamente.
 
¿Congreso del FIT Unidad o fórmula unitaria?

El PO sostiene que la única salida es que se convoque a un Congreso del Frente de Izquierda para dirimir las candidaturas, caso contrario hay que ir a las PASO. Pero dicho Congreso no serviría para resolver las diferencias políticas ni las candidaturas. Primero porque ningún partido del Frente de Izquierda va a aceptar ir a un evento a que se le imponga algo con lo que no está de acuerdo. Es el método con el que venimos funcionando en el Frente. Además, un congreso de esas características lejos de ser favorable como lo plantea el PO, sería contraproducente, ya que si no se consensua previamente una fórmula común sería una instancia para ir a enfrentarnos entre nosotros para ver quién lleva más compañeras y compañeros para votar por tal o cual fórmula de cada partido.

Claro que sería bueno hacer un evento común, pero para lanzar una fórmula y una fuerte campaña unitaria. Es más, hubiera sido importante que eso se hubiera logrado para anunciarlo en el gran acto del 1° de Mayo.

Celeste Fierro del MST, por su parte, dijo que “lo ideal” sería una lista única, pero si se va a las PASO no hay que dramatizar, “no hagamos una novela de eso”. Para el MST no sería ningún drama sino una linda novela dividir a nuestra militancia para ir a pelearse por los cargos, encubriendo de paso que la fórmula que saldría de esas PASO no sería unitaria sino la del partido que circunstancialmente gane. Propuso “asambleas para decidir las candidaturas” (lo cual fue aplaudido por PO), con el objetivo que ya sabemos, de intentar lograr una mejor ubicación en las listas, para terminar proponiendo, como siempre, diluir al FIT Unidad en “un movimiento amplio”, con lo que dejaría de ser la única alternativa obrera y socialista que conquistó el trotskismo en Argentina. El PTS ni habló del tema, y si dice que aspira en una primera instancia a llegar a un acuerdo, hubiera sido bueno que anunciara entonces dejarle el lugar al PO para la vicepresidencia y así poder avanzar.

Llamamos una vez más a abandonar las políticas divisionistas y autoproclamatorias y a consagrar cuanto antes una fórmula presidencial única con Myriam Bregman y Gabriel Solano, para salir desde ahora a enfrentar unitariamente en todo el país a los políticos patronales.  

Escribe Adolfo Santos

Apoyados en la estructura que les brinda el aparato de gobierno, los radicales obtuvieron el triunfo de la mano de Carlos Sadir, ministro de Hacienda y candidato del actual gobernador Gerardo Morales del Frente Cambia Jujuy. Pero en esta elección hay otros resultados importantes para analizar.

En primer lugar, destacar la gran elección del Frente de Izquierda Unidad con Alejandro Vilca, diputado nacional (PTS/FIT Unidad) y trabajador de la recolección de residuos, como candidato a gobernador. A pesar de las roturas y alteraciones de las boletas del FIT-U, y de que se impidió el ingreso de nuestros fiscales en muchas escuelas, obtuvimos el 12,8% de los votos, un crecimiento de casi diez puntos comparado a la elección para gobernador de 2019 cuando quedamos con el 3% de los votos.

El crecimiento del Frente de Izquierda se explica por el descrédito con los partidos patronales, sobre todo de sectores que rompen con el peronismo y buscan una salida por izquierda que represente las necesidades populares. Este resultado, que nos colocó en segundo lugar en la capital con siete puntos de ventaja sobre Rubén Rivarola del Frente Justicialista, le permitió al FIT Unidad elegir tres diputados provinciales (no tenía ninguno), pasar de uno a dos concejales en San Salvador de Jujuy y elegir siete de los 48 constituyentes que estaban en juego.

Jujuy es un buen ejemplo de las posibilidades que tiene la izquierda para disputar frente a los partidos patronales, sobre todo cuando golpea unida. Desde Izquierda Socialista defendimos esa unidad y participamos de la campaña con nuestros candidatos Ivan Blacutt, Fernanda Giribone y Segundina Girón, para fortalecer este proyecto. Esa unidad será más necesaria que nunca, contra el proyecto radical de Gerardo Morales de reformar la constitución provincial para retirar derechos y reprimir la protesta con fuertísimas multas y amenazas de prisión. Quieren consolidar un proyecto de gobierno represor, al servicio de los “dueños del poder provincial” formado por grandes empresas como Ledesma y las multinacionales que vienen por el litio. El crecimiento permanente del Frente de Izquierda en la provincia nos ofrece un gran respaldo para organizar a las y los trabajadores y sectores populares para enfrentar y resistir ese proyecto patronal.

Utilizando la maquinaria del gobierno al servicio de la elección de sus candidatos, el Frente de Todos reeligió a Ricardo Quintela gobernador y ganó la intendencia de la capital que estaba en manos de los radicales. Quienes no cumplieron con sus objetivos de disputar en alto nivel fueron los liberfachos de Milei. Apoyados en la tradicional familia Menem, quedaron lejos de Juntos por el Cambio, el segundo colocado. Todas variantes patronales al servicio de los grandes empresarios y de las multinacionales de la megaminería que se instalan en la provincia con grandes beneficios fiscales.

Desde el FIT Unidad denunciamos esos partidos patronales y propusimos medidas de fondo. Con esas banderas realizamos una campaña con escasos recursos y a puro pulmón, lo que en gran parte se vio reflejado en nuestra modesta votación.

Afiche de campaña del Frente de Izquierda

Agradecemos a cada compañera y compañero la confianza depositada en la política del Frente de Izquierda expresada en cada voto. Continuaremos batallando por nuestras propuestas que son las únicas capaces de sacarnos de esta profunda crisis. Llamamos a las y los compañeros que nos votaron a sumarse a las filas de Izquierda Socialista y el FIT Unidad para fortalecer esta pelea. No habrá conquistas sin lucha, ni cambios sin un gobierno de la izquierda, las y los trabajadores.

El sábado 6 de mayo se presentaron las listas de cara a las elecciones provinciales del 25 de junio. En ese escenario, el FIT Unidad, con la compañera Liliana Olivero como candidata a gobernadora, arranca con fuerza total. La unidad de Izquierda Socialista, PTS, MST y PO nos potencia para presentar una alternativa frente a los partidos del ajuste, responsables de la actual miseria y la precarización laboral.

Lejos de hacer propuestas claras frente a los graves problemas sociales, los partidos patronales centran sus energías haciendo todo tipo de alianzas. Un verdadero cambalache político con el objetivo de juntar votos frente al hartazgo de la gente. Hacemos Unidos por Córdoba nuclea dirigentes radicales, del PRO, de Libres del Sur y socialistas, junto a facciones del peronismo local.

Juntos por el Cambio no conseguía cerrar sus listas por disputas internas. Luis Juez y el radicalismo tuvieron problemas después de que el PRO se les fue con Llaryora que es el candidato a gobernador del peronismo cordobés y lleva de vice a una dirigenta radical. El kirchnerismo se presenta como Creo en Córdoba con el delasotista Federico Alesandri como gobernador, y con Juan Monserrat, un cuestionado burócrata sindical de UEPC que traicionó las luchas docentes, como tercer candidato a legislador.

La única salida para enfrentar los graves problemas de las y los trabajadores, los jóvenes y sectores populares es votar al Frente de Izquierda Unidad.