En medio de una importante pulseada por el salario -donde la UIA dice que solo tiene que haber un aumento máximo del 20% en las paritarias y el gobierno mantiene salarios miserables a los estatales, docentes y trabajadores de la salud- el Confederal de la CGT Moyano, que se reunió este miércoles 15, no decidió ninguna medida de lucha. Tampoco lo hicieron los dirigentes de los gremios del Transporte que se reunieron un día antes, este martes 14. O sea, después del gran parazo nacional del pasado 31 de marzo que protagonizó la clase trabajadora en todo el país, y cuando se necesitaba imperiosamente darle continuidad con un nuevo paro y plan de lucha, las cúpulas sindicales tiraron la pelota afuera, haciéndole el juego a las patronales y al gobierno.

Se ha cumplido con éxito el cuarto paro general contra el gobierno de Cristina Kirchner. Fue un parazo en la gran mayoría del país. El paro fue acompañado por movilizaciones del sindicalismo combativo y de la izquierda.

La campaña del gobierno de que se paró por una "minoría" de trabajadores (a quienes les descuentan Ganancias), fracasó. ¡Pararon millones que cobran una miseria y también quienes sufren el robo por Ganancias!

El paro fue contundente porque 12 millones de personas ganan apenas 5.500 pesos; el gobierno quiere imponer un techo en las paritarias del 30%; les roba con Ganancias a más de un millón de trabajadores y porque el trabajo en negro y precarizado crece. Por eso cayó tan mal que Cristina tildara a los trabajadores de "ricos" y "privilegiados". ¡Y ahora se supo que el propio Néstor Kirchner sacó un decreto anulando el pago del impuesto a las Ganancias de su salario y el de sus funcionarios cuando era gobernador de Santa Cruz!

Un día antes de que se trate en el recinto de la cámara de diputados del congreso nacional el proyecto de Cristina y Randazzo al que llaman falsamente "de estatización de los ferrocarriles", el Frente de Izquierda y los trabajadores ferroviarios del Sarmiento y otros ramales realizaron una audiencia pública.

Kicillof dijo: “yo no tengo el número de pobres”. Según el ministro sería “estigmatizar” (señalar, marcar) a quienes están en esa condición. Pero los pobres existen y son parte de la cruda realidad. Necesitan que se los saque de esa situación, no que se los ignore, como hace el kirchnerismo.

Escribe: Juan Carlos Giordano

El Indec (que sigue intervenido por la patota de Guillermo Moreno) dejó de medir la pobreza en 2013. Ese año, según dicho organismo, la misma ascendía al 4%. Era cuando el Indec decía que se podía comer con $6 por día. Para las mediciones alternativas de gremios, universidades y provincias, la diferencia ascendía al 300%. Por ejemplo, siempre tomando 2013, según el Indec había 1,6 millón de personas en la pobreza, y para el resto, 11 millones.