Escribe Blanca López, diputada provincial electa Neuquén por Izquierda Socialista/FIT Unidad

En las provincias patagónicas se consolida y crece el caudal electoral del FIT Unidad. Las fuertes luchas de las y los docentes y las movilizaciones contra la megaminería de los últimos años debilitaron la imagen del peronista Mariano Arcioni, gobernador de Chubut. La desaparición y posterior aparición del cuerpo de Santiago Maldonado también involucraron y perjudicaron al peronismo, gobernante desde hace muchos años. Allí el oficialismo perdió los dos senadores que tenía en la cámara alta, y el Frente de Izquierda obtuvo el 8,52% de los votos, la elección más alta de la región.

Otra gran votación se logró en Santa Cruz, cosechando el cuarto lugar con el 7,05% de los votos. Nuestra compañera, la dirigente docente Adriana Astolfo, integró la lista de diputadas en representación de Izquierda Socialista. Lo novedoso fue la pésima elección del kirchnerismo, que quedó en tercer lugar, mostrando al extremo la derrota nacional. Santa Cruz es la cuna del movimiento, ya que allí el matrimonio de Néstor y Cristina conformaron su corriente nacional. Una provincia donde los docentes y estatales siempre dieron batalla a la terrible caída salarial que impuso la gobernadora Alicia Kirchner.

En Neuquén, una vez más, los trabajadores y sectores populares respaldaron con fuerza a la lista del FIT Unidad encabezada por Raúl Godoy (PTS), Patricia Jure (PO) y nuestro compañero Gastón Rivero como candidatos a diputados nacionales. Se obtuvo el 8,19% de los votos, subiendo en relación a las PASO. Fue fundamental para este resultado creciente del FIT Unidad, el apoyo total que dimos desde la izquierda a las grandes luchas en pandemia, como lo fue la rebelión de los mineros de Andacollo a comienzos del 2020 y la histórica huelga y cortes de la ruta petrolera por parte de los autoconvocados “elefantes” de la salud pública en mayo de este año. A este proceso de participación hay que sumarle la conquista de ATEN seccional Capital y otras del interior por parte de la oposición, cuyos principales referentes son de los partidos integrantes del Frente de Izquierda. En la campaña denunciamos que las riquezas generadas en Vaca Muerta por los caños de gas y petróleo se van al bolsillo de las multinacionales, con el acuerdo del gobernante MPN, el Frente de Todos y Cambiemos. También denunciamos el daño ambiental que crece con el fracking para la extracción de los hidrocarburos, con la construcción de la represa de Nahueve y la tala indiscriminada en las costas del río Limay. Esta es la explicación del crecimiento de nuestros votos que hace un mes atrás nos permitieron la reelección de un concejal en la ciudad capital.

Escribe Guillermo Sánchez Porta
 
Uno de los hechos más destacados de la gran elección realizada por el FIT Unidad es el importante resultado obtenido en las barriadas populares del conurbano bonaerense. Centenares de miles dijeron basta al ajuste, la miseria, la desidia, la corrupción y la inseguridad y votaron al Frente de Izquierda. Así logramos superar el piso histórico que impedía que la izquierda obtuviera concejales en Buenos Aires.
 
La votación del FIT Unidad en el Gran Buenos Aires fue histórica. Superamos el 8, 9 y 10% en varios municipios obreros y, de esa manera, obtuvimos concejales en La Matanza, José C. Paz, Moreno, Morón y Merlo y también en Coronel Pringles, en el interior de la provincia. Y estamos con posibilidades de obtener más en el recuento definitivo.

No es casual esta votación. Reafirmando y superando lo ocurrido en las PASO, hay una franja de trabajadores y sectores populares que decidió darle la espalda a su viejo partido, el peronismo (que hoy se presenta todo unido en el Frente de Todos), no votar al macrismo de Juntos, ni a los falsos “libertarios” de Milei y Espert: cambió y votó a la izquierda que se unió, votó al FIT Unidad.

Y no parece ser una “excepción coyuntural” o el enojo de un sector peronista en una interna del Frente de Todos, que haya decidido “quejarse” votando al Frente de Izquierda. La votación al FIT Unidad en el conurbano bonaerense fue pareja, en diputados nacionales, provinciales y concejales, mostrando un voto de apoyo global a la izquierda.

Como dicen muchos de nuestros candidatos, nosotros no necesitamos “ir a apoyar” a los trabajadores, porque estamos en las luchas obreras y populares. Somos los que encabezamos los reclamos contra los ajustes, los que vivimos en las barriadas populares, viajamos en transporte público, vamos a escuelas públicas, nos atendemos en los hospitales. Somos una izquierda que es parte de la clase trabajadora y sectores populares, de las luchas de la juventud, las mujeres, los jubilados. Estamos en los reclamos ambientalistas contra la contaminación de nuestros barrios, contra los cortes de agua y luz. Sufrimos la falta de plata para poder sostener a nuestras familias y la tremenda inseguridad cuando vamos o volvemos del trabajo o estudio, en barrios abandonados por los municipios y liberados por la policía.

Somos los que enfrentamos a los burócratas traidores que controlan la mayoría de los sindicatos y entregan y venden nuestras luchas a las patronales. Los que formamos el sindicalismo combativo. Por eso siempre se escucha “los zurdos siempre están y no se venden”. Por eso también los que odian a los burócratas, tuvieron votando al FIT Unidad una manera de reclamar y repudiar al gobierno y sus aliados.  

Todo esto se sintió con fuerza en las barriadas del conurbano, en el corazón del dormitorio obrero. En donde el peronismo parecía impenetrable. Allí, miles de trabajadores y trabajadoras, jóvenes y jubilados, votaron y defendieron nuestros votos. El aparato peronista de los municipios desde temprano se mostró preocupado contra nuestros fiscales. Nos hacían desaparecer las boletas del cuarto oscuro y trataban de impedir que entráramos a controlar y reponerlas. Ponían boletas de otros municipios para impugnar el voto, o cortaban el número de las boletas. En muchas escuelas no nos quisieron permitir entrar al recuento de votos, llegando a hacer detener a nuestros fiscales por la policía, en connivencia con los municipios peronistas. En muchos lados debimos enfrentar a las patotas. Nada de eso impidió que fiscalizáramos y que los votos entraran y se contaran. Y que superáramos el 8,33% mínimo que exigen para ingresar como concejales en algunos municipios.

Los festejos se hicieron sentir entrada la noche en La Matanza, José C. Paz, Morón, Merlo, Moreno y muchas localidades, mientras que los peronistas se iban a dormir temprano “perdiendo, pero ganando”, a decir de Alberto…  Nosotros, y quienes nos votaron, sabemos que esto es sólo el principio. Que pronto las luchas obreras y populares nos tendrán nuevamente codo a codo, enfrentando los ajustes y proponiendo salidas de fondo, para que la crisis no la paguemos los trabajadores. “Y ahora que la crisis, la paguen los patrones”, se seguía escuchando entrada la noche.
 

 

Escribe Diego Martínez

En La Matanza, el distrito más populoso del conurbano, hicimos una elección histórica obteniendo el 9,68% de los votos y conquistando dos bancas municipales. Allí nuestra compañera Olga Ortigoza ingresará como concejal junto a Juan Romero (PO) y rotará con Natalia Hernández (PTS) y Ana Lachman Paredes (MST). Olga es una dirigente docente de Suteba La Matanza. Comenzó su militancia al calor del “argentinazo” del 2001 y es parte de la dirección nacional de Izquierda Socialista. Es mamá de Nahuel, de tres años, y vive en Villa Constructora con su compañero de vida, “Rober”.

En Morón, distrito denominado “el corazón del oeste”, obtuvimos una banca con el 8,33%. José “Bubu” Sebriano, de Izquierda Socialista, rotará como concejal junto a Jorgelina Esteche (PTS) y Tamara Sotelo (PO). José es parte del combativo cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento, lista Bordo. Fue conocido por las denuncias a TBA debido al vaciamiento del ferrocarril que terminó en la masacre de Once. Tiene 46 años y está en pareja con Fernanda, con quién tiene un hijo, Agustín.

En Merlo, donde obtuvimos dos bancas con el 10,50%, nuestra compañera Romina Ruocco ingresa en la rotación con Flavia Tessone (PO), Exequiel Maidana (PTS) y Victoriano Burgos (MST).  Romina es docente y especialista en ESI. Fue militante barrial después del 2001 e ingresó hace algunos años a Izquierda Socialista. Vive con su compañero César en San Antonio de Padua.

En Moreno obtuvimos dos bancas con el 9,27%, y Ángel Guerrero, de Izquierda Socialista ingresa como concejal y compartirá la banca con Lorena Pereira (PO), Erica Seitler (PTS) y Pablo Lopardo (MST). Ángel comenzó su militancia en el viejo MAS en los años ´80 y es docente de educación especial.

Nuestro compañero de Izquierda Socialista, Iván Ponce, asumirá como concejal en José C. Paz (9,25% de los votos) junto a Sandra Becerra (PO). Iván es un joven activista ambiental, parte de la Comisión de Vecinos de San Atilio que hace años luchan contra el matadero contaminante que el gobierno de Ishii quería instalar en el barrio, y también de la Comisión de Salud en defensa del Mercante y las salitas. Iván, de 32 años, vive con Paula y su hijo Genaro, es empleado de comercio, a punto de terminar su carrera de Comunicación en la UBA. Rotará su banca con Anabella Colli (PTS) y Valeria Bibiano (MST).

El FIT Unidad también obtuvo dos concejales en Coronel Pringles con el 19,66%, donde asumirán Daniel Heredia y Araceli Castillo, expresando así una excelente elección en el conjunto de la provincia.

Graciela Calderón es una matancera de pura cepa, nacida y criada en el distrito. Cuando terminó sus estudios secundarios ingresó en el magisterio, donde se recibió de docente de nivel primario. Luego cursó estudios en la Universidad  de Buenos Aires, donde se recibió como psicóloga, siendo el orgullo de su familia trabajadora (su padre fue taxista, su madre ama de casa) al ser la primera de la familia en obtener un título universitario.

Se inició en la docencia a mediados de los ´80 y fue parte del “maestrazo” de 1988, una histórica huelga docente que puso en vilo al país durante cuarenta y tres días. En esos años Graciela se inició en la militancia socialista ingresando al viejo MAS, partido antecesor de Izquierda Socialista. Desde entonces continuó ininterrumpidamente su militancia política en nuestras filas, siendo integrante desde hace varios años de nuestra dirección nacional.

Paralelamente se fue desarrollando como dirigente docente de La Matanza, convirtiéndose en una de las principales referentes de la docencia combativa del distrito y ganándose el respeto de una parte importante de la base docente, a partir de organizar a las compañeras y compañeros contra los planes de ajuste de los sucesivos gobiernos y contra la burocracia celeste. Por impulsar la organización de la docencia ante la inacción del sindicato, en aquel entonces conducido por Hugo Yasky, fue expulsada del Suteba  por la burocracia celeste en 1989, junto a ocho compañeros más. Después de años de lucha se logró su reincorporación y la de los compañeros en 1996.

En el año 2000 fue parte de la recuperación del Suteba La Matanza, experiencia que se interrumpió en 2004 y se retomó en 2013 junto con la lista Multicolor. Desde entonces Graciela es la secretaria general adjunta del sindicato y una de las principales referentes de la lista Multicolor a nivel provincial.

En la primera sección electoral, nuestro compañero Rubén “Pollo” Sobrero, secretario general de la Unión Ferroviaria Oeste y referente del Plenario Sindical Combativo, encabezó la boleta a senadores provinciales por Buenos Aires. La lista del Frente de Izquierda Unidad, conformada, entre otros, por representantes del sindicalismo combativo (como el cuerpo de delegados ferroviario del Sarmiento, el Sutna, los Sutebas Multicolor, etcétera), obtuvo en este caso 221.506 votos, lo que representa el 7,05%.

Este resultado refleja la bronca desde abajo, el repudio a la burocracia sindical y al gobierno peronista que ajusta y acuerda con el FMI. Y también, el apoyo a un modelo sindical combativo y democratico.