Escribe Pablo Montenegro, cuerpo de delegados del Sarmiento
La Unión Ferroviaria, conducida por la Lista Verde de Sasia, junto con La Fraternidad de Maturano, Señaleros y Apdfa han cerrado la paritaria 2020 sin lograr ningún aumento real para el bolsillo de los ferroviarios. Al miserable 7% sin retroactivos incorporado al salario a partir de octubre (con lo que se cerró el último trimestre de la paritaria 2019) hay que agregar tres sumas fijas no remunerativas por única vez, a cobrar en febrero (10%), marzo (14%) y abril (18%). Estos porcentajes se aplican sobre el sueldo conformado y se incorporan al básico recién en mayo, pasando todo a formar parte de las negociaciones 2021. Es decir que, en un año en que fuimos declarados trabajadores esenciales en plena pandemia y que tuvo 36% de inflación, los ferroviarios no tuvimos aumento salarial. Nos robaron un año de aumento salarial.
No solo entregan el salario
La Verde de Sasia no sólo pactó con el gobierno y las patronales un año de congelamiento salarial. Hace cuatro años firmaron un convenio colectivo de trabajo también a la baja, que además de flexibilizar las tareas de las y los trabajadores viene sometiendo a las nuevas camadas de ferroviarios, que se han incorporado recientemente, a un año de contrato basura (a prueba), cobrando el 50% de lo que perciben las categorías más bajas. Está claro que Sasia forma parte de las conducciones burocráticas dispuestas a dejar pasar la reforma laboral que pide el FMI.
Esta terrible entrega de los intereses de los y las ferroviarias por parte de las direcciones nacionales burocráticas de los sindicatos que nunca comunicaron ni consultaron con sus correspondientes bases deja en claro la necesidad de conformar nuevas conducciones combativas y democráticas, como las de la Lista Bordó, del cuerpo de delegados del Sarmiento y de la Seccional Haedo, encabezada por Rubén “Pollo” Sobrero. Venimos denunciando estas entregas y coordinamos distintas acciones con otros sectores lo más ampliamente posible por nuestras reivindicaciones con las líneas Mitre, Roca, Belgrano Norte y San Martín, como con las movilizaciones a Castelar y al Ministerio de Transporte, una de las más grandes del gremio ferroviario de los últimos años, cuando se firmó el miserable 7%, una vergonzosa rebaja salarial. Este es el camino que estamos transitando desde hace tiempo con la Bordó, el cuerpo de delegados del Sarmiento y la Seccional Haedo para pelear por nuestras demandas y para poder barrer a la burocracia sindical de Sasia y la Verde, que deja pasar los planes de ajuste del gobierno del Frente de Todos.
La Lista Bordó del ferrocarril Roca denunció la responsabilidad del gobierno nacional, los directivos de la empresa y la complicidad de la Lista Verde, dirigida por Sergio Sasia, por la trágica muerte por electrocución del ferroviario Roberto Pereira en los talleres de Llavallol, cuando subió al techo de la formación para iniciar su lavado.
La empresa no hace las inversiones necesarias en seguridad y nunca reparó los semáforos que indican si la catenaria tiene corriente o no a pesar de los múltiples reclamos. La Lista Verde se calló privilegiando su acuerdo con la patronal.
También lo hizo ante el pedido de reparación de la iluminación del predio, donde los trabajadores deben hacer sus tareas a oscuras.
La empresa y la Unión Ferroviaria ya salieron a decir que la muerte se debió a una “falla humana”. Justamente, las medidas de seguridad existen para evitar las fallas humanas. Y si solo fue una falla del compañero, ¿por qué la empresa mandó al otro día de su muerte a reparar los semáforos?
El gobierno, la empresa y la Lista Verde desprecian la vida de los ferroviarios. Por ello, desde la Lista Bordó del Roca exigimos la creación de una comisión independiente que investigue el hecho y se castigue a los responsables.
Lista Bordó del Roca
Interrogado por una periodista sobre los reclamos de aumento salarial por parte del personal de salud, particularmente de nuestro Hospital, el Ministro de Salud respondió con mentiras y ataques a lxs trabajadorxs. González García afirmó que que "el Garrahan ya tuvo aumento y es un sector del Garrahan el que hace eso [el reclamo], que yo creo que tiene otras intencionalidades, porque tampoco dice la verdad sobre el aumento, que fue mucho mayor de lo que dicen que es" (Declaración de González García).
Las mentiras del ministro son fáciles de refutar, palabra por palabra. En primer lugar, el "aumento" fue un recorte. Entre marzo y octubre de 2020 nuestro salario básico se mantuvo igual. ¿Acaso Ginés González García ignora que la inflación creció sistemáticamente esos meses, mientras nuestro básico estaba congelado? Luego, entre octubre y diciembre se incrementó tan solo un 7%. ¿Realmente cree el ministro que puede engañar a algún trabajador o trabajadora del Hospital respecto del recorte que implica ese 7% en 2020?
Las "cómodas cuotas" de 2021, que suman 18%, no resuelven el problema. Son menores a la inflación pasada, por lo que permanece el recorte. Cuando dice que "el aumento fue mayor" a lo que lxs trabajadorxs denunciamos, parece sumarse a la "contabilidad creativa" del Consejo, que afirma que el incremento fue del 32%. Según las matemáticas vigentes, 18 más 7 es igual a 25. No hay muchas vueltas que darle -salvo que hagan trampa contando alguna suma extra que un mes está y al siguiente no-.
Al Ministro de Salud debería caerse la cara de vergüenza mientras hay profesionales de la salud que arriesgan su vida en una terapia intensiva por salarios que orillan la canasta de pobreza. Sin embargo, elige atacar el reclamo. El acuerdo con el FMI implica considerar un "gasto" el presupuesto de salud. Rebajan los salarios para asegurar el pago de la deuda.
Por último, querer reducir el reclamo a un "sector" con "otra intencionalidad" no es más que tapar el sol con las manos. El reclamo unifica a trabajadores y trabajadoras de los más diversos sectores y tareas. Por eso los paros y movilizaciones fueron masivos e incluyeron a enfermería, planta médica y residentes, técnicos/as, administrativos/as...
El salario y las condiciones de trabajo de la primera línea en la lucha contra la pandemia deberían ser esenciales. El ministro confiesa que sus prioridades son las contrarias y mantiene en pie un ajuste contra la salud pública. Para ello, repite su odio contra lxs trabajadorxs del Garrahan, que fuimos atacados por él en 2005 como "terroristas sanitarios". En aquel entonces, protagonizamos un gran plan de lucha por un reclamo tan elemental como que el salario de una enfermera arrancar en la canasta familiar, cosa que logramos después de muchos meses de pelea. Ahora, nuestra respuesta será la misma: seguir la lucha de lxs trabajadorxs hasta quebrar el ajuste del gobierno y el Consejo. Seguimos en la pelea por :
-50% de aumento. Salario inicial equivalente a la canasta familiar (hoy en $79900 según la Junta Interna del INDEC)
-Régimen CTIAP (insalubridad) para todxs.
-Pago inmediato a residentes de sueldos adeudados
-Pase a planta de contratadxs por la pandemia y de tercerizadxs.
Junta Interna de ATE del Hospital Garrahan, 7/1/2020
Escribe Guillermo Sánchez Porta
En 2020 el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC), encabezado por ferroviarios del Sarmiento del Pollo Sobrero, Sutna, Ademys, AGD, Ceramistas de Neuquén y sectores combativos, fue el único sector sindical que denunció al gobierno por hacer pagar la crisis económica social y la del Covid-19 a los trabajadores. Coordinó e impulsó luchas y presentó propuestas alternativas para que la crisis la paguen las multinacionales, los banqueros y las grandes patronales.
En abril denunció que “el gobierno de Fernández está flexibilizando cada día más la cuarentena. Las ‘excepciones’ crecen, respondiendo a las exigencias de las patronales para mantener sus ganancias y producir, aunque no sean empresas de primera necesidad ni ‘esenciales’. No les importa poner en riesgo la salud de millones”. Lamentablemente, esto se confirmó y la Argentina pasó el millón de contagios y los 40.000 muertos.
“Crecen los contagios entre trabajadores de salud, la falta de cuidados y de inversión en salud pública, el poliempleo y la explotación de quienes están en la primera línea de atención sin elementos de protección. Sí les llegó ayuda millonaria del gobierno a las patronales, incluyendo grandes empresas y multinacionales. No lo hace cobrando ningún impuesto a la riqueza, sino con plata de la Anses. La CGT acordó con la UIA que pueden reducir el salario un 25 por ciento. ¡El Estado paga el 50% de los salarios y las patronales pueden reducir un 25%, o sea solo pagar el 25% restante de los sueldos! Una estafa y otro golpe a los trabajadores. ¡Otra traición más de la dirección de la CGT! Fernández anunció la prohibición de despidos. Pero decenas de empresas despiden a miles de trabajadores. Tampoco en educación aumentó partidas presupuestarias, no se garantiza conectividad y las familias más empobrecidas no pueden acceder a la educación, con docentes sobrecargados de tareas”.
El PSC propuso medidas alternativas como “el mantenimiento de la cuarentena sin despidos ni rebajas salariales, con subsidio universal a los monotributistas y desocupados. Que la crisis la paguen los capitalistas, los bancos, multinacionales y grandes empresarios. Eliminación del IVA y no pago de la deuda externa. Nacionalización de hidrocarburos, banca, comercio exterior y todos los recursos estratégicos. Aumento general de salarios con actualización automática de acuerdo al costo de vida. Aumento de emergencia a jubilados y planes sociales. Sistema único de salud estatal, gratuito e igualitario. Abajo la especulación con la comida y los remedios. Castigo a los monopolios formadores de precios.
El PSC acompañó a los que salieron a enfrentar el ajuste y buscó su coordinación. Denunció que la CGT y las CTA pactaron con el gobierno y las patronales el ajuste antiobrero y se negaron a llamar a una huelga general o apoyar las luchas. El PSC intervino directamente en luchas como la de los ferroviarios del Sarmiento, el Sutna, Cicop y trabajadores de la salud, docentes de Ademys, Suteba Multicolores, Aten Neuquén, AGD y de todas las provincias, estatales y municipales de Chubut, Córdoba, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Tucumán, Santa Fe, Misiones, del frigorífico Penta, ceramistas, choferes y mineros de Neuquén, aeronáuticos y Latam, del Subte, Bed Time, repartidores y precarizados, fábricas recuperadas, cooperativas, colectiveros, textiles, La Nirva, Acindar, Clarín, Parque de la Costa, autoconvocados de la UOM, portuarios, telefónicos, Satsaid, Sipreba, del Garrahan, judiciales, tercerizados de Rosario, aceiteros y decenas que se dieron en este 2020.
Frente a la inacción de la CGT y a pesar de la pandemia, el PSC llamó a jornadas nacionales con acciones y movilizaciones en provincias y un acto en Plaza de Mayo. Además, hizo dos plenarios nacionales virtuales con centenares de dirigentes y delegados y un plenario de la Patagonia Sur (Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut).
Este año se sumaron a los sindicatos y agrupamientos que fundamos el PSC (como la Corriente Sindical de Izquierda Socialista, la CSC-PO o el Ancla-MST), dirigentes del PTS-MAC que habían estado afuera desde su creación y rectificaron esa política equivocada. Esto generó muchos debates sobre cómo debe funcionar el PSC para seguir fortaleciéndose como el principal polo de coordinación de los sectores de lucha y antiburocráticos. Reafirmamos que es el consenso mayoritario entre las corrientes sindicales y los sindicatos que integramos el PSC, respetando la autonomía y las resoluciones democráticas, el pilar con el que hace años venimos coordinando y avanzando y el camino que seguiremos implementando para defender el PSC de todos los que no quieren una genuina coordinación del sindicalismo combativo.
Sindicalmente, solo el PSC ha denunciado el robo a los jubilados y, mientras seguimos exigiendo a los dirigentes de la CGT y CTA que rompan su tregua y llamen a la huelga general, llamamos a movilizarnos a la Plaza del Congreso el día que se trate la reforma jubilatoria.
El nuevo año, 2021, impulsará con fuerza la necesidad de coordinación de los sectores sindicales combativos. Izquierda Socialista y los dirigentes que integramos el PSC seguiremos trabajando para su fortalecimiento y extensión nacional, peleando en cada sindicato por listas únicas de oposición para echar a la burocracia sindical y seguir avanzando en la pelea por una nueva dirección democrática, clasista y combativa para el conjunto del movimiento obrero.