Escribe Gastón Rivero, dirigente de la Juventud de Izquierda Socialista-Neuquén
El 24 y 25 de febrero realizamos en Centenario el Encuentro Regional de la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) de Neuquén y Río Negro. Es la primera vez que se realiza un campamento en la Patagonia de nuestra juventud y creemos que fue un éxito. Participaron estudiantes de Trabajo Social y Humanidades de la Universidad de Comahue donde somos presidencia, estudiantes de terciarios de Neuquén y Rio Negro, estudiantes secundarios y trabajadores jóvenes del Centro Atómico.
Realizamos comisiones de debate internacional y nacional donde las y los compañeros discutieron sobre la situación de ajuste del gobierno de Milei y cómo repercuten en la educación pública, lo mismo sobre el genocidio en Gaza y la crisis ambiental que el capitalismo ha extendido al mundo entero. Estos fueron espacios para opinar, preguntar, debatir, sin sectarismos y con democracia ya que se votaron todas las propuestas y actividades que fueron surgiendo.
El día domingo, previo al cierre, llevamos adelante un taller con Mercedes Trimarchi sobre el Feminismo Socialista para enfrentar al gobierno de Milei que las y los compañeros elogiaron mucho. A pesar del gran cansancio que implican estas jornadas, el lunes a la mañana la mayoría de los participantes del encuentro, marcharon en la jornada nacional de paro docente, lo que da muestra de que hay ganas de organizarse y salir a las calles.
Del encuentro no solo nos llevamos los debates, sino también tareas a futuro para continuar luchando contra el ajuste de Milei y los gobernadores, en defensa de la educación y la salud públicas y por una salida de fondo para la juventud.
Escribe Lista Fucsia de docentes universitarios (Izquierda Socialista + Independientes)
El 2024 inició en nuestras universidades con la ratificación de que nos enfrentamos a un gobierno que tiene en su horizonte político que las universidades públicas cierren o avancen en su privatización (directa, arancelaria o por generación de “recursos propios”). La definición de Javier Milei de proponer que arranque el ciclo lectivo con el mismo presupuesto que se había pautado en septiembre de 2022, habiendo atravesado un desierto de nuevos ingresos que hagan frente al 367% de inflación de este periodo, da cuenta de la inocultable intención de estrangular a la educación superior en su expresión pública.
Va de suyo que la oferta salarial hasta ahora anunciada en la paritaria nacional ratifica esa orientación. Agregar un 6% en febrero al 10% ya acordado previamente, sin ninguna contemplación ante el salto en torno al 65% de la inflación tras la devaluación decretada por el ministro Luis Caputo, sonaría meramente a una burla, sino fuera por tratarse de una política consciente de ataque a quienes sostienen con su trabajo la educación pública en todos sus niveles. Allí se agrega, por tanto, la eliminación del FONID que redunda en una quita en torno al 10% para -también- les docentes de los colegios pre-universitarios.
La coronación de este ataque en regla fueron la eliminación del consumo subsidiado de servicios públicos como la luz, lo que implica un salto cualitativo en el gasto de cada unidad académica, al mismo tiempo que los presupuestos son congelados; y a su vez, el cierre por decreto de cinco nuevas Universidades creadas a finales del 2023, un claro ataque a la ampliación de la oferta de la educación pública superior.
Este ajustazo se sustenta en la idea de que el presupuesto de la educación superior es un gasto y amplía los horizontes de la batalla político-cultural que el gobierno nacional encara, atacando a un sector de la sociedad al cual adjetiva de adoctrinador e ineficiente, para a fin de cuentas incluirlo como parte de la famosa “casta”.
Milei es consciente de que la histórica defensa de la clase trabajadora y el pueblo argentino de sus universidades públicas le impiden hoy hacer anuncios abiertos de cierre o privatización de las universidades nacionales existentes. Pero está utilizando su capital político para llevar adelante un ataque de una magnitud jamás vista hacia la comunidad universitaria. En ese contexto se enmarca que desde su cuenta de X (Twitter) difunda comentarios que proponen directamente arancelar o cerrar las carreras humanísticas. Justamente lo que hizo la última dictadura cívico-militar de la que el presidente y la vice resultan ser apologistas.
Es urgente y necesario ganar las calles para poner en evidencia lo que hay por detrás del debate sobre cifras de congelamiento presupuestario: una política de liquidación de la universidad pública coherente con la visión de un gobierno que tiene por horizonte la voucherización de la educación inicial y media. No estamos ante una discusión paritaria más, sino ante el mismo desafío que también enfrenta el sistema de ciencia y técnica nacional, y el CONICET en particular: un gobierno que apunta al desguace de la producción pública de conocimiento.
Las autoridades alarman con una mano y ajustan con la otra
Al momento, la reacción de los rectores del Consejo Interuniversitario Nacional ha sido sacar comunicados y comunicados alertando sobre cómo el presupuesto alcanzaría, a lo sumo, para mantener abiertas las universidades hasta promediar el primer cuatrimestre. En ese sentido se han pronunciado decanatos y consejos directivos a lo ancho y alto de todo el país.
El problema es que esas advertencias, lejos de apuntar hacia una convocatoria a organizarse de forma interclaustros para enfrentar el ajuste y conquistar el presupuesto necesario -al menos- para sostener abiertas las puertas de las universidades, terminaron siendo la tapadera justificatoria de que las propias autoridades metan mano al achique y ataquen derechos adquiridos por estudiantes y trabajadorxs universitarixs.
En todo el país vemos como: se recortan la cantidad de materias a las que pueden anotarse lxs estudiantes (todas las universidades del Conurbano); se ataca los sistemas de medios de comunicación de las universidades (Universidad Nacional de Córdoba); se amenaza con cerrar (Sociales-UBA) y ponerle cupo (UNICEN) a los comedores universitarios; se atacan derechos conquistados por lxs trabajadorxs no-docentes; se impulsan cursadas virtuales para achicar gastos operativos (o más bien para trasladárselos a los hogares de docentes y estudiantes); y se avanza con el arancelamiento directo de cursadas como sucede en la sede de Chivilcoy de la UNLP.
Tenemos que rechazar la política de denunciar el ajuste mientras se lo administra. Los derechos conquistados por docentes, no docentes y estudiantes no pueden ser moneda de cambio para sostener abiertas un par de semanas más las universidades. Ni acomodarse a la miseria, ni ir tras la búsqueda privatista de “recursos propios”, son caminos para sostener una universidad pública de calidad al servicio de las necesidades populares.
Hay que poner en pie a la comunidad universitaria
Es en este contexto en el cual las actividades académicas inician el presente ciclo lectivo; donde la administración del ajuste conlleva diferentes discusiones en cada Unidad Académica, que van desde la licuación del salario, la incertidumbre por el desarrollo del cuatrimestres, la posibilidad de permanencia de lxs estudiantes, etc. Y es en este marco que las federaciones docentes deberán discutir cómo organizar un plan de lucha.
Desde la Lista Fucsia (Izquierda Socialista+independientes) entendemos que es necesario un movimiento unitario del conjunto de la comunidad universitaria que salga a enfrentar la amenaza privatizadora de Javier Milei. Es necesario un plan de lucha activo que tenga como uno de sus objetivos llevar al inicio de la cursada el debate nacional, el ejemplo de cómo con la movilización se le pudo poner un primer freno al gobierno y su reaccionaria “Ley Ómnibus”, de esa manera politizar las aulas y los pasillos para poder colaborar para que el movimiento estudiantil vuelva a tener el rol que tuvo ante los ataques del gobierno macrista en 2018, y que tantas veces antes había tenido en apoyo a la lucha docente y por sus propias reivindicaciones.
Las clases públicas pueden ser una buena herramienta para desarrollar ese diálogo, en un marco en que vaciar las facultades podría dificultar poder concretar esta necesaria articulación. Los paros activos coordinados a nivel nacional entre las federaciones docentes deben ir en camino de buscar que vaya creciendo el activismo hacia medidas concretas de lucha, cortes de calles, y movilizaciones. En cada casa de estudios, podemos impulsar asambleas interclaustros que se propongan coordinar las acciones y poner en pie un pliego de reclamos que tanto rechace la “motosierra” nacional como los “tijerazos” locales.
En ese camino, además, debemos incorporar el rechazo a la represión y criminalización en la provincia de Jujuy donde dos docentes universitarios, Nahuel Morandini y nuestro compañero de Izquierda Socialista, Iván Blacutt, están procesados por twittear y por luchar respectivamente. Así como también, el reclamo del desprocesamiento de lxs 27 estudiantes de la UNC que están por afrontar un juicio en su contra por las movilizaciones de 2018.
Tenemos además por delante las movilizaciones del 8M y el 24 de marzo, que brindarán el marco de acciones masivas en que desde las universidades podremos difundir nuestros reclamos y buscar amplificar la lucha.
Claramente no hay tiempo que perder, pongamos en pie en todo el país un gran movimiento en defensa de la Universidad Pública contra la motosierra de Milei y el FMI.
Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista y Secretaria Ejecutiva Federación Universitaria Argentina
Ya desde que el ultraderechista de Milei empezó su campaña política, se sabía que uno de los puntos claves de su programa era la privatización de las universidades públicas. Veníamos alertando que el plan de este gobierno era destruir la educación pública y gratuita y avanzar con una educación a manos del “libre mercado” donde solo los ricos puedan acceder.
Con un poco más de un mes en el gobierno Milei ya empezó con su plan de shock contra la educación pública. Por un lado con el congelamiento del presupuesto educativo, con lo que ya alertan las universidades nacionales que solo podrían funcionar hasta abril/mayo. Con una devaluación y una inflación que está descontrolada, eso alcanza solo para escasos meses para el pago a los salarios docentes y los mínimos funcionamiento de las instituciones.
Y por otro lado metiendo el arancelamiento para extranjeres como parte de la Ley Ómnibus, algo que va contra el acceso irrestricto a la educación que es una conquista en nuestro país.
Además de que establece a la Educación como “servicio esencial”, pero no para mejorar las escuelas y universidades, si no para prohibir el derecho de docentes y estudiantes a reclamar.
Los ataques a la educación no son nuevos, el congelamiento de presupuesto que propone Milei se apoya sobre el desfinanciamiento que ya veníamos sufriendo, con el gobierno de Alberto Fernandez, Cristina y Massa, donde la prioridad era los pagos al FMI.
Esta escalada en el ajuste plantea nuevos desafíos para la defensa de la educación pública. Desde la Juventud de Izquierda Socialista, planteamos que el movimiento estudiantil junto a nuestros docentes y no docentes tiene que entrar en acción e impulsar en todos lados asambleas y coordinar con otras universidades, terciarios y secundarios un plan de lucha.
Venimos de años donde las burocracias estudiantiles en manos de la Franja Morada (UCR) que son conducción de las principales federaciones estudiantiles y centros de estudiantes y las organizaciones kirchneristas y peronistas que también dirigen federaciones y centros desmovilizan a las y los estudiantes. Hoy, sin ir más lejos, las y los diputados de la Franja Morada están siendo parte de la negociación del la Ley Ómnibus con el gobierno de Milei.
Por eso, ante el comienzo de las clases planteamos la exigencia a federaciones y centros de estudiantes a llamar a espacios de organización. Vamos por espacios independientes para pelear por un plan de lucha en defensa de la educación pública, y para que caiga el DNU, la Ley Ómnibus en su conjunto, el protocolo de Bullrich y el ajuste de Milei y el FMI, para continuar la pelea en conjunto con el Plenario Sindicalismo Combativo, Unidxs por la Cultura, BFS y las asambleas barriales.
Escribe Pili Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista
Miles de artistas y personas vinculadas al área cultural salimos a repudiar en todo el país, el DNU 70/2023 y la “Ley Ómnibus” del gobierno de Milei, que declara la guerra a la cultura impulsando el cierre del Instituto Nacional del Teatro (INT) y del Fondo Nacional de las Artes (FNA), así como el desfinanciamiento del Incaa, el Instituto Nacional de la Música (Inamu), la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip) y la derogación de la Ley del Libro. Es un ataque directo a la protección y fomento de proyectos artísticos nacionales, que incluye becas, subsidios, concursos, festivales, etcétera.
Este ajuste sin precedentes al financiamiento cultural se ve enmarcado en la crisis económica que también nos golpea día a día como trabajadores y estudiantes de la cultura. Este proyecto busca vaciar nuestro patrimonio cultural y la posibilidad de expresar y producir artística y libremente. Milei busca desfinanciar fuertemente al sector cultural, beneficiando a las grandes editoriales, discográficas y productoras.
Esta lucha se extiende a varias ciudades y provincias con asambleas masivas en defensa de la cultura, como en CABA, La Plata, Córdoba, Rosario, San Juan, entre otras. En los últimos días se sumaron apoyos de músicos y artistas reconocidos como Charly Garcia, Rada, La Renga, Dargelos, contra las medidas de Milei.
Las próximas acciones en defensa de nuestra cultura serán un cacerolazo el miércoles 10, que propuso “Unidxs x la Cultura” a nivel nacional y una asamblea federal el sábado 20, para preparar la convocatoria al paro y la movilización del 24.
Desde Izquierda Socialista nos ponemos en primera línea para defender la cultura y llamamos a la más amplia unidad de este y de todos los sectores de les trabajadores, como hicimos el 20 y 27 de diciembre, para impedir que pase este ataque, el DNU y la Ley Ómnibus. Y llamamos a participar en una nueva reunión de coordinación en Ademys el 17 para exigir a la CGT un plan de lucha. Las asambleas y los distintos espacios de organización que se vienen construyendo muestran el camino.
El plan anunciado por Javier Milei de prorrogar el presupuesto 2023 pone en grave peligro la continuidad de la universidad pública. Ante un panorama de inflación descontrolada, mantener el mismo presupuesto, significa que probablemente en muy pocos meses las universidades nacionales podrían no contar con plata para su funcionamiento.
El ataque de Javier Milei a la educación pública es sin precedentes, busca agotar el presupuesto de las universidades para avanzar en su privatización.
A esto se le suma en el dia de ayer la presentación de la “Ley Ómnibus”, donde se abre la posibilidad a que las universidades sean aranceladas para extranjeres. Un ataque al acceso irrestricto a la educación que no podemos permitir que suceda.
Sin lugar a dudas estas medidas se apoyan sobre el desfinanciamiento brutal que ya sufren las universidades, responsabilidad del gobierno de Alberto Fernández, con un presupuesto insuficiente, becas que no alcanzan y salarios de miseria para nuestros docentes.
Pero esto es una escalada más profunda, les estudiantes ya estamos sufriendo día a día el plan motosierra que pulveriza nuestros salarios y en ese marco plantean subir el boleto para que no podamos ni ir a estudiar ni a trabajar.
Con el presupuesto educativo para universidades congelado, podría en poco tiempo no haber plata para las becas a les estudiantes que lo necesiten, para los salarios de nuestres docentes y hasta la luz para que funcione la facultad. Lo que se pone en juego es si les laburantes vamos a poder seguir accediendo a la educación pública o no. Es un grave atentado contra el derecho a la educación pública y gratuita.
Ante este panorama, así como le exigimos a la CGT y las CTAs que convoquen a un paro general y plan de lucha nacional, exigimos a las federaciones y centros de estudiantes en manos de la Franja Morada y el peronismo que salgan de su inmovilismo y convoquen a un plan de lucha ya.
Desde JIS (Juventud de Izquierda Socialista) te invitamos a que te sumes con nosotres a pelear en defensa de la educación pública. Llamemos a asambleas estudiantiles en todas las facultades para poner de pie al movimiento estudiantil contra el DNU, el protocolo y la Ley Ómnibus.
A pocos días de asumir Javier Milei, la “nueva epoca” que reivindicaban los pro militares con la negacionista vicepresidenta Villaruel a la cabeza se empieza a hacer realidad, le concedieron libertad condicional al represor Horacio Losito y Rafael Barreiro.
Barreiro está acusado de crímenes en el Regimiento 9 y tenía prisión domiciliaria en Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes. Lo dejó en libertad el Tribunal Oral Federal correntino.
Losito es un viejo amigo del padre de Villarruel, ya que combatieron en Malvinas juntos, y fue cercano a los grupos carapintadas en los 80. Es uno de los responsables de la Masacre de Margarita Belen, que este 13 de diciembre se cumplieron 47 años, donde fueron fusilados 11 militantes políticos y 4 permanecen desaparecidos. Apenas se le concedió la libertad se viralizo un audio donde el genocida festejo “Viva la libertad, Carajo”
Los peligrosos discursos negacionistas de la dictadura en toda la campaña de La Libertad Avanza, se empieza a concretar al otorgarles libertad a estos dos genocidas. Un hecho totalmente repudiable que busca la impunidad de los torturadores y responsables de las desapariciones y robo de bebés de la última dictadura militar. Pero como cantamos cada 24 de marzo, a donde vayan los iremos a buscar y seguiremos peleandopor los derechos humanos en las calles. Acompañando a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y los organismos independientes para que no haya ni un genocida suelto. Desde la JIS (Juventud de Izquierda Socialista) seguiremos luchando y levantando las banderas de les 30.000 desaparecides. Exigiendo a todos los gobiernos que abran los archivos de la dictadura y cárcel a les responsables. Ni olvido ni perdón.
Escribe Pili Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista/FIT Unidad
Este domingo el ultraderechista Milei sacó 55,7% de los votos contra el 44, 3% de Sergio Massa, quedando con la presidencia del país a partir del 10 de diciembre. El crecimiento de un apoyo a un liberfacho como Javier Milei en una franja de la juventud trabajadora y estudiantil es un fenómeno que venimos alertando y enfrentando hace tiempo. Es la consecuencia del desencanto que generó la crisis y el ajuste del gobierno peronista de Alberto Fernandez, Cristina Kirchner y Massa, que dejó un país con el 60% de la juventud con trabajo precarizado, sin derechos laborales, donde los salarios apenas alcanzan para sobrevivir, es imposible alquilar, y las perspectivas de pensar un futuro son cada vez más escasas.
Esta bronca, muy equivocadamente, se canalizó hacia un candidato de ultraderecha que viene directamente a profundizar esta crisis. Su plan “motosierra” intentará avanzar con todas las conquistas de les trabajadores y la juventud. Milei y Villarruel son negacionistas, defensores de la dictadura militar, y ahora con Macri y Bullrich, intentarán con represión pasar un mayor ajuste. Desde la Juventud de Izquierda Socialista, el domingo 19 habíamos llamado a votar críticamente sin darle ningún apoyo político a Massa, porque compartimos con una inmensa vanguardia que no podíamos ser neutrales y permitir que Milei y Villarruel lleguen al gobierno.
Ahora, la pelea fundamental para que no puedan avanzar, se dará en las calles, saliendo a enfrentar cada movimiento contra la clase trabajadora y la juventud. Tenemos experiencias internacionales, como las de Trump y Bolsonaro, donde luchando se logró impedir que avancen con su plan. Las tareas inmediatas son organizarnos, en asambleas, en nuestros lugares de estudios y trabajo, exigiendoles a las burocracias estudiantiles y sindicales que fueron cómplices todo este tiempo que salgan a luchar.
Para reforzar estas iniciativas, queremos invitar a todes a que se sumen a construir Izquierda Socialista, una herramienta política de les trabajadores, la juventud, las mujeres y disidencias, que estará en la primera línea contra el avance de Milei. Para que tengamos un futuro, vamos por una salida de fondo con un gobierno de les trabajadores que rompa con el FMI.
Escribe Ezequiel Genovesi, dirigente Juventud Izquierda Socialista La Plata
El 1, 2 y 3 de noviembre se realizaron las elecciones de centro y claustro estudiantil de la Universidad Nacional de La Plata, en un contexto de gran deserción estudiantil, producto de la crisis socio-económica y del ajuste del gobierno peronista y de total desmovilización por parte de la Federación Universitaria de La Plata (La Mella + MILES + La Cámpora) y de las conducciones de Centro de Estudiantes peronistas y de la Franja Morada.
Unos 70.000 estudiantes votaron, número similar al año anterior -a pesar de los miles de estudiantes que ingresaron durante el 2023- en una elección en donde no hubo grandes cambios, con la renovación de tres conducciones entre distintas variantes peronistas.
Unas elecciones en donde primó la despolitización y la política de gestión
A pesar de estar atravesadxs por la coyuntura de ballotage y la posibilidad de triunfo del ultraderechista Milei, los aparatos burocráticos franjistas y peronistas evadieron la discusión de la organización contra el ajuste y el avance de la ultraderecha, para enfocarse exclusivamente en la gestión de servicios y en la resolución de inquietudes vía redes. La discusión política, con el objetivo de proponer centros estudiantiles democráticos, independientes y de lucha, fueron prácticamente exclusivos de la izquierda.
Los casos en los que hubo recambios de conducción, se debieron principalmente a ofrecimiento de servicios, envalentonados por el desgaste existente en la agrupación oficialista. En otros casos se destacaron la polarización, con los mismos argumentos, como en Psicología, Humanidades, Cs. Médicas, Cs. Jurídicas, Cs. Económicas, entre otros. De todos modos, una de las elecciones destacadas fue la que sucedió en Odontología, en la que el MOI -conducción del centro- retrocedió 800 votos y perdió un consejero como repudio por haber encubierto durante años abusos existentes en la facultad. El MOI (Movimiento Odontológico Independiente) es una agrupación ligada directamente a las autoridades de su facultad y con vínculos políticos con la Franja Morada. Cabe recordar al MOI como la única conducción que se negó a pronunciarse contra el intento de atentado sufrido en nuestro local, a principios de año, bajo los argumentos de "no meterse en política" y que "capaz algún compañero de ellos está de acuerdo con la acción".
No hubo un giro a izquierda
Tal como sucedió en las elecciones nacionales, tampoco hubo un giro a izquierda en la UNLP. La falta de luchas, contenidas por las burocracias estudiantiles, y la lógica del "sálvese quien pueda" provocaron que los aparatos estudiantiles que se encargan sólo de la gestión de servicios acaparen el gran caudal de votos. A pesar de esto, hubieron buenos resultados , como es el caso de Psicología, Humanidades y Arquitectura, en donde cientos de estudiantes eligieron a la unidad de la izquierda como referencia política, a pesar de las polarizaciones. El caso más destacado es el de Artes, en donde la izquierda unida + autoconvocadxs lograron un 10% de los votos.
Toda la coyuntura nos reafirma la vocación de unidad que defendemos desde Izquierda Universitaria (JIS + autoconvocadxs), en donde los frentes unitarios demuestran ser la salida de referencia para muchos estudiantes antiburocráticos que quieren luchar contra el ajuste y la deserción. Desde nuestra juventud hemos conformado La Izquierda al Frente junto a PTS en Psicología y Trabajo Social, sacando el 6% y 7% respectivamente, a pesar de la polarización entre las agrupaciones burocráticas. Ya Basta ha sido castigado con malas elecciones por su política divisionista, saliendo último en todas las facultades, dando el estudiantado la espalda a quienes rechazan la unidad. El ejemplo de Artes es todo lo contrario, en donde la máxima unidad puede conseguir grandes cosas. En Arquitectura, de haber existido la unidad entre el Agite y el FITU, se pudo haber estado cerca de conseguir la conducción de centro.
Desde JIS, Juventud de Izquierda Socialista, nos queda la tarea de seguir construyendo a la izquierda y su unidad, para recuperar los centros y federaciones y pelear con más fuerza contra el avance de la ultraderecha y el ajuste de los gobiernos.
Escribe Fito Columbich, presidencia centro de estudiantes Olga Cossettini
Las y los estudiantes terciarios votaron mayoritariamente contra la privatización de la educación y el ajuste de todos los gobiernos.
Ante la crisis de la centroizquierda, la izquierda militante en los institutos de educación superior, logró un importante crecimiento, no sin la resistencia de autoridades ligadas al PJ, el PS, o a Amsafe Provincial. No es casualidad, ya que nuestra militancia se desarrolla a la par de las luchas docentes impulsadas por Amsafe Rosario y todo su programa en defensa de la educación, y en forma independiente de todos los gobiernos.
Logramos la reelección de la conducción del Centro del Olga Cossettini (el instituto más importante de formación docente) con la lista del Frente de Izquierda (Izquierda Socialista+PTS) obteniendo 800 votos y logrando una mayoría estudiantil en el Consejo Directivo, obteniendo cuatro consejerxs por primera vez en los once años que construimos en el instituto. Lo logramos enfrentando una lista apoyada por directivos que difunde la “anti política”, favorable a la derecha.
Nosotros, en cambio, todo el año, impulsamos la unidad docente-estudiantil contra el ajuste de los gobiernos, una campaña permanente contra Milei y su plan motosierra, con charlas, volanteos, clases y difusión por redes; cursos de capacitación sobre el movimiento ambientalista, ESI, ingreso a la docencia, películas y videos sobre distintas problemáticas sociales. No menos importante han sido los reclamos estudiantiles presentados ante las autoridades, sosteniendo con militancia abnegada una fotocopiadora con precios accesibles, y haber recuperado las fiestas como espacio de encuentro y autofinanciación de los materiales de estudio.
Triunfo en el ISET 18
También ganamos el centro de estudiantes del ISET 18 (Instituto de Formación Profesional, que tiene carreras como Locución, Fotografía y Bibliotecología), siendo nuestra compañera Verónica Bravo elegida como presidenta. En el ISET 18 reivindicamos la organización de estudiantes independientes que luego de la pandemia, y ante la ausencia de agrupaciones, se empezaron a reunir conformando la agrupación Fuerza Estudiantil Inclusiva y Social (FEIS). Un grupo con la convicción de defender la escuela pública y derechos como la educación sexual, quienes además participaron activamente de la movilización, con total independencia de los gobiernos. Verónica, actualmente Presidenta es estudiante de primer año de la carrera de Locución, militante de Izquierda Socialista y referente de Isadora y Disidencias en Lucha en Rosario. Esta elección se enmarca en la perspectiva política de recuperar los centros de estudiantes para la defensa de las escuelas públicas, los derechos humanos y contra el ajuste y recortes presupuestarios. Así, votaron 194 estudiantes, cuando en la anterior elección sólo lo hicieron 60. Un muy buen resultado que nos abre la posibilidad de coordinación estudiantil y docente.
Nuestra pelea en otros terciarios
También dimos batalla todo el año con nuestras agrupaciones “Estudiantes en Marcha” en los Institutos Houssay e ISP 24 de Villa Gobernador Gálvez, con el mismo programa del Frente de Izquierda apoyando las luchas y organizando los reclamos y la pelea por un edificio único en el 24. Pese a la burocracia de Amsafe Provincial y las autoridades, (que cuentan con agrupaciones dirigiendo en esos institutos) logramos ampliar la votación de la izquierda combativa en ambas elecciones, con nuevas secretarías para impulsar las luchas contra el ajuste.
Llegando al final del año, estamos comprometidxs en la campaña contra el ultraderechista Milei y preparados para organizarnos contra el mayor ajuste que se viene, más allá de quién sea el próximo presidente. Para ello será necesario coordinar los institutos terciarios para fortalecer las luchas. En ese marco también saludamos el triunfo de una lista combativa en el instituto del Normal 3. Otro centro de estudiantes comprometido y organizado de manera democrática y con un programa de lucha.
¡Arriba los terciarios! ¡Arriba futuros docentes críticos y movilizadxs!