May 16, 2024 Last Updated 9:31 PM, May 15, 2024

Escribe Mónica Méndez • Secretaria de Organización y Finanzas de Cicop

El pasado jueves 4 de octubre, en el marco del plan de lucha de Cicop en defensa de la salud pública y por aumento salarial, fuimos parte de una multitudinaria marcha. Sindicatos, organizaciones sociales y partidos políticos nos movilizamos desde la Secretaría de Salud a Plaza de Mayo rechazando el ajuste del gobierno de Macri y Vidal sobre el sistema de salud público. Participaron los hospitales del 5x1 de Ciudad de Buenos Aires, que luchan contra el desmantelamiento, colectivos sanitarios, asamblea de pacientes, entre otras delegaciones. Desde Cicop, ese día paramos y participamos con una gran columna. La mayoría de los hospitales de la provincia de Buenos Aires se hicieron presentes con sus banderas y reclamos. 

Se destacó una importante columna del hospital Posadas que enfrenta un plan de despidos, con una gran participación de los jóvenes profesionales y residentes, demostrando que han entrado con todo a la pelea, forjando una nueva generación de luchadores dentro de nuestro sindicato. Además de la lucha contra el vaciamiento presupuestario, el desastre edilicio de nuestros hospitales y el reclamo salarial, los residentes levantaron bien alto su pelea por el reglamento de residentes, pelea que vienen llevando adelante cada vez con más fuerza.

La marcha fue un hecho muy importante y nos fortaleció de cara al plan de lucha de Cicop que sigue en curso (martes 9 y miércoles 10 paramos nuevamente). El gobierno continúa con su ataque feroz contra la salud pública y Vidal nos ofrece un mísero 19% de aumento, sabiendo que la inflación está proyectada en un 45. Quieren avanzar en su plan de destruir la salud pública y el salario de los profesionales, favoreciendo el negocio privado de la salud. Pero los profesionales seguimos en pie de lucha. La marcha dejó en claro la importancia de la unidad. La jornada fue un hecho político muy relevante, que permitió a amplios sectores de la salud salir juntos a enfrentar al gobierno de Macri y Vidal. Pero lamentablemente no se planteó una unidad más permanente para dar la pelea. Esa fue la gran deuda de los convocantes a la marcha.

Así como la CGT y las CTA no le dieron una continuidad al paro del 25 de septiembre, lo mismo pasa a nivel de ATE y los sectores que participaron de la movilización. Las luchas se dan de manera aislada y sin el apoyo de las centrales sindicales. Es imperioso darle continuidad a la unidad en la acción y que las centrales sindicales abandonen la parálisis. En pocos días se votará el presupuesto para 2019. En él se va a plasmar todo el paquetazo de ajuste que Macri pactó con el FMI. Ese día necesitamos movilizarnos masiva y unitariamente al Congreso Nacional para repudiarlo. Al mismo tiempo que seguimos exigiendo un nuevo paro nacional, ahora de 48 horas, y un plan de lucha para derrotar el ajuste. Nos comprometemos a dar esta pelea y seguir bregando por la más amplia unidad en la lucha para enfrentar el ajuste de Macri y el FMI.

El 6 de octubre Cicop (profesionales de la salud bonaerenses) cumplió 30 años de existencia. Con delegaciones de trabajadores de decenas de hospitales públicos que la integran, se realizó una emotiva fiesta y cena conmemorando su fundación. Se reivindicó a través de videos y palabras de sus dirigentes históricos, entre ellos nuestros compañeros Reynaldo Saccone, Mónica Méndez, entre tantos otros, la trayectoria como un sindicato que nació al calor de las luchas y desde entonces pelea por la defensa de los profesionales de la salud y la salud pública.

Siguiendo los pilares que forjaron su fundación, Cicop es un sindicato democrático y combativo, independiente de todos los gobiernos, que reivindica la necesidad de la unidad con los estatales y la solidaridad con todas las luchas (“somos parte de la clase trabajadora”). En el transcurso del evento habló la presidenta de la organización, Marta Márquez, y en el cierre Nora Cortiñas dirigió unas palabras rechazando el ajuste de Macri y llamando a no pagar la deuda.

El jueves 4 de octubre se llevó a cabo la elección de delegados y delegadas en Ciba. Se eligieron cuatro cargos para ocupar la nueva comisión interna. Nuestro compañero Pablo Lopreiato, integrante de la Lista Roja en la Granate Blanca, salió en primer lugar. Hecho no menor si se tiene en cuenta que el sindicato tiene una conducción mayoritaria Azul y Blanca (Iadarola, que se referencia en M.A.S.A. de la CGT y Marín que responde a la CTA Yasky).

Este triunfo sin duda es el de la política a favor de la democracia sindical, el salario, en defensa del convenio y en rechazo a la flexibilización laboral y a un modelo sindical burocrático, como el de la directiva Azul y Blanca que negocia salarios a la baja. A su vez se firman actas “secretas” con las patronales en la que no participan las bases de cada especialidad, se modifica la dinámica de trabajo y se impone mayor flexibilización laboral. Celebramos el triunfo y redoblamos el esfuerzo para que la nueva comisión interna esté al servicio de las necesidades colectivas e individuales de los compañeros y compañeras de Ciba.

¿Cuál es la realidad que hoy se vive en los lugares de trabajo?

–Lo que se ve es bronca, una bronca inmensa. Porque la plata no alcanza. Las paritarias quedaron lejísimo de lo que se viven en la góndola del supermercado. A eso sumale que en muchos lugares se vive el drama de los despidos y de las suspensiones. Pero la bronca aumenta cuando a esto se le agrega que la dirección de la CGT no hace nada. Están metidos en su interna, o pensando en el 2019. Miran para otro lado. Nosotros, al revés, decimos que tenemos que dar respuesta a los compañeros: hay que dar aumentos de emergencia, reabrir las paritarias, exigir que se prohíban los despidos.

En muchos lugares hay luchas, pero son aisladas

–¡Claro! Y vos fíjate que así no vamos a parar el ajuste. Mirá lo que es la fuerza de la clase trabajadora cuando aparece unida: ahí tenés el parazo del 25 de septiembre. Incluso la enorme marcha a Plaza de Mayo del día anterior. ¡Ese es el camino! Por eso nosotros, desde el sindicalismo combativo exigimos retomarlo, ahora con un paro de 48 horas con movilización y con un plan de lucha. Eso es lo que estamos exigiendo los que peleamos por una nueva conducción para el movimiento obrero, democrática y combativa, y que damos pasos concretos para crearla, fortalecerla y coordinarla, como venimos haciendo todos los que construimos el Plenario de Lanús desde junio pasado.

¿Cómo está la situación en el gremio ferroviario?

–Igual que en todas partes, lo que prima es la bronca. En nuestro caso, se reabrió la paritaria y la burocracia de Sassia terminó acordando un reajuste que es directamente lo que quiere el gobierno. Por supuesto, como nos tiene acostumbrado, sin ningún tipo de consulta a la base. Por eso nosotros tenemos un nuevo desafío, un nuevo jalón en la construcción de una dirección alternativa, democrática y combativa: el próximo 7 de noviembre están convocadas las elecciones de cuerpos de delegados en todo el ferrocarril. Y nosotros, como lista Bordó una vez más vamos por renovar el mandato que nos dieron los compañeros: un cuerpo de delegados pegado a la base, donde siempre se consulte a los compañeros y donde las decisiones fundamentales se tomen convocando a asamblea, como lo venimos haciendo en todos estos años. Y para, de esa manera, seguir siendo una referencia para el sindicalismo combativo.

¿Cuáles son los desafíos para los próximos días?

–Ahora tenemos una gran pelea contra el presupuesto del FMI. Es el presupuesto del ajuste. Te doy un solo ejemplo, que va directamente contra nuestro salario: ahí está escrito que a los trabajadores estatales se les dará un 8% de aumento el año que viene, contra una inflación proyectada de 34%. Después van a querer extender esa pauta a todo el movimiento obrero. Por eso tenemos que movilizarnos con todo, pelear contra este presupuesto. Los ferroviarios del Sarmiento y todo el sindicalismo combativo allá estaremos el 24 en el Congreso. Pero reclamamos que vayan todos, la CGT, Moyano, las CTA. Nadie puede hacerse el distraído ante esto.

Escribe Martín Fú

Los trabajadores de la línea 60, administrada por el Grupo DOTA, se encuentran desde la semana pasada peleando contra los despidos arbitrarios de la empresa. El viernes 5 realizaron un paro, luego de rechazar en asamblea los despidos sin causas de dos trabajadores y la amenaza de la empresa de continuar actuando contra los puestos de trabajo.

El pasado lunes, en repudio al accionar patronal, los trabajadores prestaron servicio a reglamento por las malas condiciones de las unidades y frecuencias insuficientes, producto de la política de vaciamiento que sistemáticamente viene llevando adelante el Grupo DOTA. “Nos apena que sean trabajadores, al igual que nosotros, los que se vean perjudicados por esta medida gremial. Pero entendemos que es la única salida que nos queda frente a un empresario que no respeta la fuente laboral de sus empleados y que descuida el servicio del público usuario”, difundió el cuerpo de delegados en su comunicado a los usuarios y el público en general.

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