Los precios al consumidor aumentaron 25,5% en diciembre (duplicando noviembre) llevando a un 211,4% interanual.

El diputado nacional electo Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT Unidad) señaló: “Milei dijo que "si el número de inflación está cerca del 25% será un éxito”. Una verdadera provocación. Porque la motosierra y su “libertad” de precios provocaron que en un mes vuelva a aumentar la pobreza e indigencia y que los salarios tengan la mayor pérdida en los últimos 20 años”.

Giordano prosiguió: “Megadevaluación, DNU, Ley ómnibus y represión son las premisas de este gobierno ultraderechista. Contra esto empezó la lucha obrera y popular con marchas y cacerolazos. Llamamos a garantizar el gran paro del 24 con movilización a Congreso donde seamos miles en las calles exigiendo a la CGT un plan de lucha nacional para derrotar las medidas antiobreras y antipopulares de Milei, tirar abajo el DNU y la ley ómnibus y lograr un inmediato aumento salarial y jubilatorio de emergencia al valor de la canasta familiar”.

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Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
27/12/2023

Milei envió al Congreso la "Ley de Bases y Puntos de Partida para La Libertad de los Argentinos". Declara la “emergencia pública en materia económica, financiera, fiscal, previsional, de seguridad, defensa, tarifaria, energética, sanitaria, administrativa y social hasta el 31 de diciembre de 2025”. Y delega las facultades legislativas en el Poder Ejecutivo al menos por dos años. Es decir, gobernar por decreto. Un nuevo ataque dictatorial para privatizar, contra las jubilaciones, el ambiente y mano dura a los que luchan.
Esta ley ómnibus vulnera derechos fundamentales del pueblo trabajador, privatiza empresas estatales, elimina organismos estatales con los consiguientes despidos de personal, ataca a las y los jubilados y al derecho fundamental por una educación pública y gratuita en todos sus niveles y a la autonomía universitaria, da libertad para seguir con el saqueo contaminante permitiendo la tala de bosques y la minería en zona periglaciar y, fundamentalmente, elimina restricciones para seguir con más endeudamiento externo. Un claro ataque contra el pueblo trabajador y las conquistas sociales y democráticas conquistadas en décadas de lucha, que se suma al ajuste en curso, la inflación y el nuevo salto que se viene con la suba del transporte público y las tarifas de los servicios básicos de luz, gas y agua.

En 664 artículos, el proyecto reaccionario y arbitrario dice engañosamente que es para “garantizar el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de los argentinos y mejorar los beneficios de la libertad para todos los habitantes del suelo argentino”. ¡Pero el único derecho a la libertad y a la propiedad que garantiza es para que los grandes empresarios, bancos y multinacionales se queden con todo!
Cuando Milei habla de terminar con las “regulaciones que restringen la libertad de los argentinos”, es en beneficio de la clase capitalista, sacando las trabas mínimas para que avancen en el saqueo.
Por ejemplo, el megaproyecto suspende la movilidad jubilatoria, siendo el poder Ejecutivo quien ahora fije los aumentos que serán a la baja. Además, no dice cómo aumentarán las prestaciones sociales que abarca a más de 17 millones de personas (AUH, Asignaciones Familiares, etcétera), quedando a discreción del ultraderechista Milei.

La ley dispone privatizar 41 empresas públicas, entre ellas YPF, Aerolíneas, el Banco Nación, Aysa, Casa de Moneda, Correo Argentino, Arsat, Enarsa, Fabricaciones Militares, Ferrocarriles Argentinos, Télam y otras. También dispone un blanqueo impositivo y una moratoria con quitas y eliminación de multas a empresas por deudas tributarias, en un claro beneficio a grandes empresarios y evasores. Y con el tema Deuda Externa, Milei pretende saltear el Congreso al momento de endeudarse. Para eso lo tiene al ministro Luis Caputo que nos endeudó cuando fue funcionario de Macri con bonos a 100 años y los 45.000 millones de dólares con el FMI.
A su vez la ley libera la importación y exportación de hidrocarburos y gas; crea un régimen especial para “grandes inversiones” (agroindustria, minería, gas, petróleo, tecnología) y establece como único financiamiento de la obra pública las tarifas y peajes.
Por otra parte, la ley destruye aún más el ambiente, porque ataca directamente la Ley de Protección de Bosques (todos los bosques argentinos podrán ser desmontados) y la de Glaciares (permitiendo la actividad minera en ambiente periglaciar, actualmente prohibido, al servicio de la Barrick).

Con el latiguillo mentiroso de “garantizar la libre circulación”, además de tener que pedir permiso para protestar, penaliza con prisión común de 1 a 3 años y medio la movilización, de 2 a 4 años los cortes y de 2 a 5 años a los dirigentes de las organizaciones que participen o a toda persona que simplemente convoque a participar de una acción. Se considera reunión o manifestación la congregación "intencional y temporal de 3 o más personas en el espacio público". De esa manera aquellos que reciban la pena máxima deberán cumplir prisión efectiva. Una verdadera cacería para las y los dirigentes y organizaciones que luchan contra el hambre y la miseria.
Por otro lado, en un apoyo expreso al aparato represivo, agrava las penas para el delito de resistencia a la autoridad (aquel que quiera defenderse de un abuso policial será declarado culpable, siendo no excarcelable) y extiende la figura de legítima defensa.

Como no podía faltar, este proyecto nefasto incluye un ataque al derecho al aborto legal que el movimiento feminista conquistó en las calles. Bajo una concepción totalmente retrógrada (por eso veníamos denunciando a Milei como representante de la reacción patriarcal) busca modificar la Ley de 1000 días (ley sancionada en el marco de la conquista de la IVE como una concesión a las iglesias) incluyendo que habría "un niño desde la concepción", trayendo un debate ya superado por la ciencia y lo ocurrido en la Argentina con la #MareaVerde. También, como parte de su concepción reaccionaria, intenta eliminar a las disidencias como personas gestantes, reemplazando la terminología de "mujeres y personas con otras identidades de género con capacidad de gestar" por "madres embarazadas".

También la ley agregó un artículo para blindar el mega DNU de la semana pasada, ratificándolo, cosa que si el Congreso vota esta ley, la controversia judicial por el mismo quedará anulada. A su vez la ley dispone una amplia reforma del Estado con cambios en centenares de leyes, entre ellas reformas políticas (derogación de las PASO, cambio en la integración de la Cámara de Diputados). En definitiva, es un ataque global que el gobierno justifica por la “herencia recibida”, la mentira de que “no hay plata” o “la ferocidad del Estado”, cuando está casi todo privatizado. Dice que con esto se acabará con la “frustración” de los gobiernos anteriores. Pero son tan bestiales las medidas adoptadas, que sumadas a la mega devaluación y a la sideral suba de los precios bajo el eslogan de la “libertad de mercado”, que lo que crece es la incertidumbre, la preocupación y la disposición a enfrentarlo en parte del pueblo trabajador. Por eso se dan los cacerolazos espontáneos que, sumado a la marcha del sindicalismo combativo y la izquierda el 20 de diciembre, dieron un paso en la lucha contra el protocolo represivo de Patricia Bullrich.
A la CGT no le quedó otra que llamar a una marcha en el día de la fecha, 27 de diciembre, pero acotada, “simbólica” y a Tribunales. Marcha donde las y los que luchan y el Frente de Izquierda reclamaron que la CGT y CTA le tienen que poner fecha urgente al paro nacional y al plan de lucha para derrotar el decretazo, la ley ómnibus y el plan motosierra de Milei y el FMI, y por un inmediato aumento general de salarios y jubilaciones para recuperar lo perdido con la inflación. Llamamos a la más amplia unidad para lograrlo.

Convocada por la Multisectorial bajo la consignas "Paro y Plan de lucha Nacional de la CGT y CTAs para tirar Abajo el DNU de Milei, la Ley Ómnibus y el Protocolo de Bullrich".

Encabezada por los gremios del Sindicalismo Combativo como Aten Capital, Aten Plottier y el Sindicato Ceramista, la movilización pasó por el Superior Tribunal de Justicia donde se encontraban concentrados gremios de la CGT y CTA que no aceptaron una movilización unitaria.

Junto a los gremios combativos marcharon las organizaciones sociales, los centros universitarios y los partidos de izquierda, entre ellos Izquierda Socialista/FIT Unidad.

En casa de gobierno se realizó el acto de cierre con la palabra de un representante por cada organización convocante. Entre los oradores hicieron uso de la palabra Alejandro López por el Sindicato Ceramista, Angélica Lagunas Sec. Gral  de Aten Capital y dirigenta de Izquierda Socialista; el concejal electo Pepe Benegas por Izquierda Socialista y Alejandra Otero por la presidencia del Centro Estudiantes de Trabajo Social y militante de Izquierda Socialista.

Escribe Diego Martínez, dirigente de Izquierda Socialista/FIT unidad

Tras el feroz decretazo anunciado por el nuevo gobierno, tanto Milei como Sturzenegger ensayaron increíbles explicaciones. Dijeron que su objetivo era darle más “libertad a los individuos”. Luego atacaron a los cacerolazos espontáneos tildando de “nostálgicos del comunismo” a quienes salieron a protestar. Una farsa total para justificar el brutal ajuste y saqueo al servicio de las multinacionales.

Minutos después de anunciado el DNU el economista Federico Sturzenegger, ideólogo del mismo, salió en vivo por TN tratando de mostrar cínicamente las supuestas “bondades” del decretazo en contra del pueblo trabajador y de sectores populares.

Allí dijo barbaridades tales como que: “el decretazo de ajuste es un ´baño de libertad´ para el pueblo”. ¿De qué libertad nos hablan si los decretos anunciados implican un aumento brutal de la inflación, los despidos y la pobreza? No existe ninguna libertad con más desocupación, miseria y con salarios de hambre. Aunque insólitamente Milei dice que el decretazo va “contra la casta” y las medidas son para “incrementar el bienestar de las personas” (sic) (Página 12, 21/7/2023), si estas se aplican, la única libertad va a existir para los grandes empresarios como Macri (Grupo Macri), Galperín (Mercado Libre), Coto (Supermercados), Blaquier (Ledesma), Rocca (Techint) o Eurnekián (Corporación América, Aeropuertos), además de las multinacionales saqueadoras.

El verso de la “libertad” se complementa con el de la libre competencia. Según estos ultraliberales, el decretazo va a favorecer la competencia entre las empresas, lo que en definitiva “va a favorecer a la gente” con la existencia de precios más bajos. Pusieron como ejemplo la desregulación del sistema de salud privado y las obras sociales. Pero, días después, Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y titular de la cámara del sector, anunció un aumento general del 40%. Fin de la mentira.

A Milei le cabe la frase del intelectual de izquierda yanqui Noam Chomsky: “se llaman libertarios, lo que es una broma de mal gusto. Son totalitarios. Te están diciendo qué si eres lo suficientemente rico para sobrevivir, genial; si no lo eres, mala suerte”.

Milei y el “comunismo”

Ante los cacerolazos y movilizaciones espontáneos en repudio al decretazo, Milei respondió en forma provocadora: “Hay gente que mira con nostalgia y amor al comunismo”, dijo, en referencia al gobierno anterior. Nada tiene que ver el comunismo o el socialismo con un gobierno como el de Alberto y Cristina, que terminó su mandato con un 140% de inflación, 43% de pobreza y que en palabras de la ex vicepresidenta considera al capitalismo como “el sistema más eficiente” (La Nación, 13/4/2022).

Milei ve socialismo por todos lados. Para él, socialismo es Venezuela y Cuba. Brutal coincidencia con los dictadores de esos países, que en la realidad son plenamente capitalistas, sometidos al saqueo por las mismas transnacionales que son favorecidas por gobiernos capitalistas de todo tipo. Recordemos que, tiempo atrás, Milei fue incluso más allá, y llegó a tratar de “zurdo” al mismísimo Horacio Rodríguez Larreta. Este tipo de definiciones no la inventó Milei, sino Friedrich Hayek, un economista austríaco ultra reaccionario, a quien Milei idolatra, quien decía que cualquier intervención del Estado en la economía era un camino directo a lo que él llamaba “el socialismo”. Este planteo tiene para la burguesía una doble utilidad política. Por un lado, se ensucia la palabra socialismo, asimilando este término a gobiernos capitalistas de “doble discurso” y conciliación de clases que también empobrecen al pueblo trabajador, y por otro lado se crean argumentos para justificar que los empresarios se salvan lo más posible de tributar una parte de sus fabulosas ganancias bajo la afirmación de que “la intervención del Estado es negativa para el desarrollo económico de los países”. Es por eso que grandes empresarios como Elon Musk (el mayor magnate del mundo a quien Milei planea entregarle el litio) o Marcos Galperín, quienes paradójicamente hicieron sus fortunas en base a millones de dólares aportados desde el Estado, aplauden a rabiar el discurso “anti estatista” de Milei.

¿Quiénes son los “empobrecedores”?

Emulando a Videla, Milei se refiere a toda persona que él considere de izquierda como “zurdo empobrecedor”. Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad nos reconocemos orgullosamente como una organización de izquierda. Somos socialistas y revolucionarios. Decimos que nada tienen que ver con el socialismo los gobiernos actuales de Cuba, Venezuela o el peronismo. Con respecto a este último, recordemos que el propio Perón proponía la conciliación de clases entre empresarios y trabajadores para apartar a estos últimos “de la influencia del comunismo” (discurso en la Bolsa de Comercio de 1944). Tampoco tenemos nada que ver con el llamado “socialismo real" de la ex Unión Soviética, China, Cuba, países en los que las y los trabajadores hicieron grandes revoluciones que permitieron gigantescas conquistas (en salud, educación, alimentación, infraestructura) que luego se fueron perdiendo por responsabilidad de dictaduras contrarrevolucionarias estalinistas a las que los trotskistas combatimos a brazo partido.

Desde Izquierda Socialista/FIT unidad luchamos por imponer el verdadero socialismo con plena democracia para el pueblo trabajador. Planteamos que hay que expropiar a las grandes multinacionales y empresas capitalistas e imponer una economía democráticamente planificada en el marco de gobiernos de los trabadores en camino hacia el socialismo a escala mundial.

El capitalismo nos ofrece cada vez más miseria, hambre y destrucción del ambiente. Aunque avanza la técnica y se produce cada vez más y mejor, las enormes riquezas sociales que se generan, producto del esfuerzo de miles de millones de trabajadores, son apropiadas por un puñado de mega millonarios que se enriquecen cada vez mientras la miseria crece. Ellos son los verdaderos “empobrecedores”.

El socialismo es lo contrario al empobrecimiento de la mayoría. Si nos libramos del lastre de la propiedad privada de los medios de producción (maquinarias, materias primas, medios informáticos, etcétera), de los parásitos capitalistas que se quedan con millonarias ganancias a partir de lo que nosotros producimos, y ponemos en manos de los trabajadores el conjunto de las riquezas que crea la sociedad distribuyéndolas equitativamente, quienes vivimos de nuestro trabajo vamos a poder estar mucho mejor. Mucho más si por efecto contagio el triunfo socialista se empieza a multiplicar entre los trabajadores del mundo y podemos enfrentar juntos al capitalismo mundial.

Por un programa de medidas de fondo y el verdadero socialismo con democracia obrera

Milei nos dice que ante la crisis no queda otra que aceptar el feroz ajuste. Que tenemos que trabajar más tiempo por menos plata y con menos derechos laborales, que algunos pierdan su trabajo, todo esto para que los ricos se hagan aún más ricos y entonces si vamos a estar “mejor”. Este es lo que nos ofrece estos ultraderechistas hoy en el gobierno. Pero también sabemos que venimos de sufrir un duro ajuste bajo el gobierno de Alberto, Cristina y Massa. Se demostró que el peronismo no ofrece una verdadera salida para los trabajadores.

Con ellos también se decía, como ahora con Milei, que el problema es que “no hay plata”. Una completa mentira. Plata hay, pero ahora como antes, se usa para pagar la fraudulenta deuda externa. También hay dinero y mucho en las arcas de los grandes empresarios nacionales y extranjeros, los únicos que viven “de fiesta”.

A diferencia de estos partidos patronales que de una u otra forma gobiernan para los grandes empresarios desde Izquierda Socialista/FIT Unidad proponemos medidas de fondo. Que la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores. Peleamos por derrotar el DNU y el brutal ajuste actual. Dejar de pagar la deuda externa, crear un impuesto a las grandes fortunas y terminar con la exención impositiva a los grandes empresarios.

Luchamos por un gobierno de las y los trabajadores que imponga estas medidas en transición al socialismo, el único sistema social que, como decía nuestro maestro León Trotsky puede hacernos saltar del “reino de la necesidad al reino de la libertad”.