La campaña del kirchnerismo es para tapar el ajuste en curso. Los datos siguen siendo muy preocupantes para los trabajadores y el pueblo. Caen las ventas en almacenes y supermercados. Ya se perdieron 30.000 puestos de trabajo formales. En Tierra del Fuego no se renuevan los contratos laborales, quedando en la calle más de 2.000 operarios, y se anuncian muchos más. Y la pérdida salarial, en especial la de los trabajadores no registrados, jubilados y beneficiarios de planes sociales, es la mayor en todos estos años K. Sin contabilizar el creciente deterioro de la salud y educación públicas (hospitales colapsados y 50.000 alumnos menos en la escuela pública que el gobierno atribuye a que nacieron menos chicos (¿!). La mayor desigualdad social y marginalidad, caldo de cultivo de la inseguridad. El crecimiento del narcotráfico. Y el nuevo tendal de damnificados, pérdidas materiales y dos jóvenes muertos con las inundaciones, por no hacer las obras que lo hubieran evitado. Política que más allá de los discursos también aplican donde gobiernan los Macri, Massa, Scioli, el PJ anti K y la UCR-Binner de Unen.

Donde se ve el neoliberalismo que embarga a este gobierno es en el tema salario. “La política salarial se fija en las paritarias. No nos entusiasma que en el sector privado se viole ese acuerdo con bonos de fin de año. Desde algunos sectores quieren plantear un escenario de inflación descontrolada [...]”, dicen desde el Poder Ejecutivo (Página 12, 29/10). De esa manera, el kirchnerismo copia el argumento liberal de que son los aumentos de sueldos los que generan inflación, no los monopolios formadores de precios.

Un estudio considera que por los efectos de la brutal suba de precios (más del 40% para 2014), y el impuesto al salario (Ganancias), los trabajadores perderán este año entre 19.500 y 42.000 pesos. (Iaraf -Instituto Argentino de Análisis Fiscal-, Clarín, 29/10). Cualquier trabajador puede hacer sus propios cálculos. Según estudios para la ciudad de Buenos Aires, una familia porteña necesita $ 11.674 mensuales como mínimo para afrontar sus gastos corrientes.

Ante esta situación crecen las luchas. Los bancarios paran por 48 horas el 12 y 13 próximos. Anuncian medidas los gremios del transporte por una compensación salarial de $5000. Están luchando los estatales del ministerio de Economía de Capital, entre otras provincias. Lo mismo hacen los trabajadores de la salud de Neuquén y docentes de varios lugares. Los 60.000 trabajadores de la industria petrolera y afines del sur se aprestan a parar este jueves si no arreglan a último momento. Pararon los choferes de la línea 60 y les dictaron la conciliación. Paran los trabajadores del complejo Cargill de Villa Gobernador Gálvez- Puerta Alvear y tomaron medidas los trabajadores de Felfort ante el despido de 100 contratados. Los Sutebas combativos bonaerenses y Udocba paran el 13 y 14 de este mes, exigiendo que se sume la FEB. Hasta los policías de Santa Cruz se autoacuartelaron reclamando aumento salarial, siendo denunciados por “sedición” por el gobernador Peralta. Hay que prepararse para un recalentamiento en los reclamos salariales, o por otros motivos (comida, cortes de luz, tarifazos, inseguridad o soluciones para los inundados).

El gobierno se niega a dar alguna compensación salarial y fogonea para que tampoco la haya en el sector privado. Estamos ante una dura pulseada nacional para enfrentar el ajuste, por lograr un aumento salarial de emergencia y de las jubilaciones, contra los despidos y suspensiones, el impuesto a las Ganancias y por unificar a los trabajadores ante las agachadas de la burocracia sindical.

Cuando más hace falta unir a los trabajadores en una nueva medida nacional para darle continuidad al paro general del 28 de agosto, Hugo Moyano ha firmado una tregua de hecho con el gobierno y las patronales. Ha abandonado a la clase obrera frente al duro ajuste en curso. Moyano en vez de profundizar la lucha ha programado charlas en universidades privadas, “gestionar bien” el club Independiente, reunirse con políticos opositores (Macri, Das Neves), poniendo fichas en el casillero de los Scioli, Massa y el jefe del PRO para 2015, y en pos de “unificar” a la CGT con caciques sindicales hoy kirchneristas.

En este marco, la CTA Micheli ha convocado a una jornada de protesta para el próximo 20 de noviembre. Ya resolvieron adherir los Sutebas opositores. Como lo resolvió el plenario nacional del Encuentro Sindical Combativo del pasado 25 en el club Platense, llamamos a “impulsar una jornada nacional activa con movilizaciones, cortes y piquetes en todo el país, levantando el programa y consignas que resolvió este plenario, convocando a todos los sectores combativos y antiburocráticos”. Como parte de un plan de lucha nacional que seguimos exigiendo, con un nuevo paro de 36 horas con movilización a Plaza de Mayo. La única herramienta que tienen los trabajadores para defender sus derechos y frenar los ataques del gobierno y de las patronales es la lucha y la movilización.