Hace apenas una semana la Plaza de Mayo también se había llenado, durante la marcha convocada por la CGT. En ese caso lo que se expresaba era el repudio al ajuste, los bajos salarios y el desempleo. Serán dos movilizaciones masivas a Plaza de Mayo en poco más de quince días. Y esto a menos de tres semanas de las PASO. Pensemos que recién se terminaron de contar los votos en el escrutinio definitivo. Evidentemente a Cambiemos la “alegría” del triunfo le duró poco.
Es que la clase trabajadora y los sectores populares, independientemente de cual haya sido su voto el 13 de agosto, no avalan la pérdida del poder adquisitivo de los salarios, el aumento de la desocupación, el incremento de la edad jubilatoria o la pérdida de derechos laborales. Muchísimo menos, la desaparición de Santiago.
El gobierno, palpando la bronca y sabiendo que todavía tiene que ganar la elección de octubre, empieza a poner paños fríos sobre la “agenda” de temas que las patronales y el imperialismo le exigen que lleve adelante. Sigue hablando de reforma laboral, pero la patea para después de octubre. Lo mismo con los tarifazos pendientes (naftas, transporte, gas). Entiéndase bien: siguen siendo su principal objetivo y se plantean llevarlas adelante en el futuro inmediato. Pero se dan cuenta de que los votos de agosto no fueron un cheque en blanco para el ajuste.
¿Por qué, a pesar de la bronca y la disposición a salir a la calle, como lo demuestran los reclamos por Santiago Maldonado, el gobierno ha logrado hacer pasar una parte importante del ajuste? La respuesta está a la vista: por la tregua que las direcciones sindicales brindaron al gobierno. Y que volvió a expresarse en el llamado a un paro “sin fecha” a ser evaluado por un Comité Central Confederal que se reunirá recién dentro de un mes. Pero esas direcciones, tanto de la CGT como de las CTA, no operan políticamente en el vacío. Son parte de las vacilaciones y crisis del propio peronismo (y dentro de él del kirchnerismo).
Ese es el marco en el que Cristina, que se había lanzado dando la impresión de que se iba a “comer crudo” a Macri, que llamó en su momento a levantar todas las medidas de lucha y movilización para concentrarse en el voto, hoy se tiene que conformar con ganar la provincia de Buenos Aires (la otrora llamada “madre de todas las batallas”) por apenas 20.000 votos (0,21%), lejos, muy lejos, de la “paliza” que prometía.
Para luchar de verdad contra el ajuste y dar la enorme pelea democrática abierta por la exigencia de la aparición con vida de Santiago Maldonado, Cristina, su cuñada Alicia y sus amigos corruptos no son salida, pero tampoco Massa-Stolbizer y las otras fracciones del peronismo, como la de Randazzo, o sus expresiones provinciales, como De la Sota-Schiaretti o Rodríguez Saá. Son los que llevan adelante los mismos planes de ajuste en las provincias. Y que, a la hora de la verdad, le terminan votando las principales leyes al gobierno de Macri.
Por eso, la real alternativa para la clase trabajadora, las mujeres y la juventud es el Frente de Izquierda. Porque somos los que de verdad te garantizamos estar en todas y cada una de las luchas, simplemente porque se trata de continuar haciendo lo que hicimos siempre. Porque somos los que aportamos todo los días al fortalecimiento del sindicalismo combativo, para pelearle a la burocracia la conducción del movimiento obrero. Y, además, porque planteamos un auténtico programa alternativo al ajuste, comenzando por dejar de pagar la deuda externa para a partir de allí resolver las necesidades populares.
Esta semana, la cita de honor es estar presente e invitar a todos nuestros compañeros de trabajo, estudio o lugar de vivienda y a nuestros familiares y amigos a las movilizaciones en las que reclamaremos la aparición con vida de Santiago. Y al día siguiente, mientras seguimos esta lucha y todas las otras contra el ajuste de Macri, continuaremos a la vez en la construcción de Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda, tarea a la que te invitamos a que te sumes.