Izquierda Socialista con el Frente de Izquierda junto al Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, marchando contra impunidad de ayer y de hoy, el ajuste y la represión, reclamando fuera Milani, absolución de los petroleros de Las Heras y en apoyo a la heroica huelga docente.
“Querían ver volar al gobierno por los aires”, dijo en su última aparición la presidente Cristina Fernández. Sigue con la campaña sobre una supuesta “teoría conspirativa” contra el gobierno. Los intelectuales K, en su Carta Abierta número 15 difundida la semana pasada bajo el título “La patria en peligro”, son muy claros sobre el objetivo de la campaña del gobierno: hacer creer que al kirchnerismo le impusieron la devaluación, y ahora el gobierno está haciendo los máximos esfuerzos para que ese “mal” no se traslade al pueblo.
“Los que quieran ganar con la devaluación que esperen otro gobierno”, dijo Cristina en 2013. Una maniobra distraccionista para ir avanzando en ese sentido, que terminó ahora con un verdadero mazazo al llevar el dólar a 8 pesos. Un golpe devaluacionista que genera más inflación y bajos salarios, ocasionando un verdadero saqueo popular, como lo mostramos en páginas centrales.
¿A quién culpa el gobierno de sus medidas?
La presidente habló en cadena nacional. Adelantó el "aumento" del 11,31% a los jubilados para marzo -que, por cierto, ya está fijado por ley-, que llevará la mínima que cobra el 70% de ellos a $ 2.757, mucho menos del valor del salario vital y móvil, que ya es de extrema pobreza. La suba de 280 pesos ya quedará licuada por la brutal inflación en curso. Y fijó otra, por única vez, en la asignación escolar. Dos medidas ultra insuficientes, y que llegan tarde. De la Asignación por Hijo, nada.
Además, negó que haya un ajuste, llamó a cuidar los "logros del modelo" y cuestionó los cortes de calle (¿aunque no haya luz ni agua?).
"Al hijo y a los nietos de Raquel:
Tengo una deuda. Y ahora esta triste noticia la hace irreparable. Siempre pensé que habría tiempo, para volver a abrazarnos y conversar, hasta altas horas.
Fuimos amigas, no solo compañeras. Yo tenía apenas 21 años y ella regresaba de México ya como una médica experta en nefrología. No sé cómo fue. Entró un día al local de la calle Humberto Primo, el de la torre mítica. Era la doctora. Con sus pañuelos anudados, sus mantones y sus pantalones ajustados, abriéndose caminos por todos lados, con su sabiduría, su empuje.
Muy lejos de los intereses de los trabajadores, el "plenario" sindical de Mar del Plata no delineó ninguna medida de fuerza ni plan de lucha. Un guiño a políticos patronales, empresarios y a la CGT oficialista.
Por Juan Rivera
El denominado plenario sindical entre Hugo Moyano y Luis Barrionuevo no ayuda en nada a los trabajadores para pelear por aumento de salario y otras reivindicaciones. Ni siquiera para organizarse de cara a las paritarias. Tampoco tenía intención de hacerlo. Por el contrario, como lo evidencian los documentos, los discursos y los invitados -incluso aquellos que decidieron pegar el faltazo-, lejos de intentar delinear un plan de lucha, se trató de un hecho político-patronal.
El gobierno Kirchnerista, después de su derrota electoral de octubre, pretendió cambiar su imagen para remontar la caída en su apoyo popular. Para eso sacaron a Guillermo Moreno y pusieron a Capitanich como jefe de gabinete, con la orden de que saliera a "hablar" con el periodismo y la oposición. Pero como se trata de tapar el sol con la mano, desde entonces no embocan una. Todo les sale al revés. Porque justamente es un maquillaje para mantener la misma política contra el pueblo que los llevó al desastre electoral. Con el agravante que el gobierno vive una crisis política profunda de la que no puede salir.
El año comenzó desnudando crudamente la verdadera política del modelo de Cristina con su "nuevo" gabinete encabezado por Capitanich. Cientos de miles de familias pasaron las fiestas sin luz y sin agua. Y tuvimos como regalo de fin de año un tarifazo del 66% en el boleto de colectivo y la nafta llegó a $10 el litro, aumentos que se suman al de los alimentos de los últimos días del 2013.
Y aunque Cristina desde el frío de Calafate calla, como si en el país no pasara nada, crece el repudio popular al gobierno y a su modelo. Mientras millones en el país estaban sin luz,
Saqueos, varios muertos en medio del caos, huelgas policiales, paros de trabajadores en Córdoba y Neuquén y más ajuste. Así está terminando el año. Llegan las fiestas y la inflación no para. Hasta se hace difícil comprar un pan dulce! Saltó lo que el gobierno mantenía oculto mediante las cifras del INDEC: la pobreza, indigencia y miseria salarial. Detrás de las huelgas policiales están los salarios de pobreza.
Los aumentos de precios no paran. El pollo se fue a 18 pesos el kilo. El pan está a 20, cuando se encuentra a ese monto. Alimentos y bebidas fueron los rubros que más aumentaron, además de otros. Antes de irse Moreno autorizó subas de precios a grandes empresas. El “nuevo gabinete” ya dispuso lo mismo para las naftas. Y los salarios, en ese marco, siguen por detrás de los precios. Las jubilaciones ni qué hablar. La asignación por hijo perdió un 13% desde que se implementó. Y los planes sociales siguen siendo de pobreza.