Escribe Mónica Méndez, secretaria de organización de Cicop y candidata a concejal Almirante Brown, por Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
Luego de un paro exitoso y una caravana multitudinaria en La Plata, que hizo un recorrido por el ministerio de Salud y terminó en la gobernación con un acto, fuimos convocados a una paritaria por el gobierno provincial. El ofrecimiento del gobierno de Kicillof fue del 46%, propuesta que fue rechazada en el congreso de delegados y las asambleas de base, métodos que nos caracteriza a la hora de discutir y tomar las decisiones de conjunto en cada hospital.

Las bases también exigieron el cumplimiento de los otros reclamos extra salariales que tienen que ver con la liberación de las vacaciones y las licencias, derechos que fueron arrancados al gobierno luego del primer paro y el reconocimiento de nuestro derecho previsional, contemplado en el decreto “de desgaste”, que todavía no se implementó.

La excusa del gobernador es que a partir de noviembre, el personal ingresante al sistema público de salud cobraría un salario de 80.000 pesos, mientras el valor de la canasta básica de ATE-Indec es de 112.243 pesos, un 50% más alto del salario que pretende imponer Kicillof en contra de la voluntad de la mayoría de los trabajadores.

El paro llevado a cabo la semana pasada fue total en toda la provincia, mostrando la bronca y repudio al decretazo del gobernador, que a pesar del rechazo de la oferta paritaria, otorgó el aumento de manera unilateral.
En las asambleas se votó un plan de lucha con acciones regionales y terminar esta semana con un paro de 48 horas para el martes 26 y miércoles 27 con movilización a CABA, desde la Casa de la Provincia de Buenos Aires al Congreso y la instalación de una carpa, que será escenario de nuestros reclamos a nivel provincial, nacional y de cada uno de los municipios que están en conflicto.

Desde Cicop afirmamos que la provincia tiene los fondos suficientes, que en dieciocho meses de pandemia los trabajadores de la salud no hemos dejado de atender un solo día, a pesar de la sobrecarga de trabajo que tuvimos durante los picos más altos de la pandemia. En la provincia más rica del país plata hay, pero no para la salud pública y salarios, privilegiando Kicillof y el gobierno peronista nacional otros intereses, como el pago de la deuda al Fondo Monetario Internacional.
Es por ello que desde el Frente de Izquierda reclamamos que se deje de pagar la deuda inmediatamente y volcar esos recursos a salud, educación y generar empleo genuino. En las elecciones de noviembre te llamamos a votar por el FIT Unidad para fortalecer la pelea por esas medidas de fondo. Para lograr tener diputadas y diputados de izquierda que apoyen las luchas y defiendan los intereses de las y los trabajadores, las mujeres y la juventud.

Al igual que en las tres últimas elecciones, se acaba de formalizar la Granate Blanca: la única lista de oposición para las próximas elecciones del 2 diciembre, de la que somos parte como Roja, junto a otras seis agrupaciones. ¡Vamos por una nueva dirección democrática y combativa en Foetra Buenos Aires!

El programa de la lista Granate Blanca plantea: un salario digno para todos los telefónicos, la lucha contra la flexibilización y el vaciamiento, el convenio único y las siete horas para los trabajadores de la telefonía fija y la móvil, el pase a planta permanente de todos los tercerizados, en el camino de reestatización de las empresas, con el control de los trabajadores y usuarios.

La actual conducción de la Azul y Blanca viene pactando salarios a la baja, entrega del convenio de las 7 horas, flexibilización, teletrabajo que benefician a las empresas que ganan mucha plata, a pesar de la cuarentena y pandemia, con su falta de convocatoria para plenarios y asambleas con mandatos. Esto queremos revertir con esta herramienta de lucha que es la Granate Blanca.

 De cara a las elecciones del 2 de diciembre, quienes conformamos la Roja, integrante de la Granate Blanca desde su inicio y orgullosos de nuestra tradición en el gremio, nos presentamos con varios compañeros y compañeras representativas en sus sectores, así como delegados en importantes edificios:   Hector Maldonado  de Golf, Pablo Lopreiato de CIBA, Luis Fernández  de República, la candidata a secretaria de jubilados Zulema Palavecino y numerosos compañeros y compañeras que apoyan desde varios edificios de Telefónica, Telecom, Personal, Movistar, jubilados/as. Desde nuestra agrupación defendimos en la Granate Blanca la unidad, la rotación de los cargos de la oposición (tomando el modelo del FIT en el Congreso Nacional) y el respeto del cupo femenino.

Llamamos a las y los compañeros a seguir haciendo grande la lista Roja y en ella la Granate Blanca, participando en las reuniones virtuales, repartiendo nuestros volantes, flayer y todo tipo de actividades.
 
Lista Roja en la Granate Blanca

Escribe Daniela Vergara,  secretaria de Cultura de Amsafé Rosario

Protagonista de otra jornada de paros y con una concentración al Ministerio de Educación en la capital  santafesina,  la docencia sigue luchando por conseguir el aumento salarial. La semana pasada hubo una concentración provincial, destacándose la columna de Amsafé Rosario en cantidad y la combatividad.

Los docentes estamos enfrentando los aprietes, el destrato de una gran ofensiva mediática y los ataques tanto del gobierno como de la oposición patronal. el gobernador peronistas Omar Perotti intentó golpear con el descuento de días de los paro y busca enfrentar a las y los propios trabajadores y jubiladas y jubilados  aprovechando que  las burocracias de Sadop (docentes privados) y ATE Provincial y UPCN ya acordaron con el aumento planteado. La dirigencia de Amsafé Provincial hizo lo suyo, llamando a aceptar su oferta, marcando nuevamente su alineación a los gobiernos peronista, nacional y provincial.

Pero los descuentos de los días de paro han provocado gran enojo, la bronca recorre las escuelas. Perotti ha sido confrontado en las calles de su propia ciudad, Rafaela, por docentes de base. También delegadas y delegados de Amsafé Rosario se reunieron y decidieron convocar a movilizar, dado que se abrió una nueva instancia en la paritaria. El camino es dar continuidad a esta lucha. Reforzarla con más movilización. Porque lo que está planteado es ir a fondo, por un salario equivalente a la canasta familiar, algo que obviamente la conducción burocrática provincial de Amsafé no está dispuesta a llevar adelante.

Desde Izquierda Socialista y Docentes en Marcha decimos basta a aumentos fuera del básico, a las cifras no  remunerativas y a las vergonzosas asignaciones familiares. Necesitamos una urgente reducción de las 44 horas, manteniendo el salario. Exigimos la aplicación de la cláusula gatillo. Y también peleamos por el no pago de la deuda externa para que haya plata para educación pública y salarios.

Escribe Agustín Gigli, Docentes en Marcha Chubut

Después de casi dos años de suspensión, finalmente se realizaron las elecciones en Atech. Se presentaron la lista Celeste de la burocracia peronista kirchnerista, y las oposiciones Lila, Multicolores, Roja, Bordó, en diferentes regionales. El hecho más importante fue que la Celeste, que responde a Alesso y Baradel de la Ctera, fue derrotada provincialmente. Ganó la oposición Lila, encabezada por Daniel Murphy e integrada principalmente por dirigentes del PCR y compañeros del MST, Izquierda Socialista e independientes que surgieron de los grupos autoconvocados que en los últimos años desbordaron a la burocracia. Este activismo también se presentó en diversas listas regionales, Multicolor, Roja, donde se dispersó el voto opositor. Si se hubiera logrado una única lista opositora, la burocracia Celeste podría haber perdido también en la casi totalidad de las regionales, lo que refleja el activismo que surgió en las luchas que se dieron en estos años contra el gobierno peronista de Arcioni.

Ahora la nueva conducción provincial tiene el enorme desafío de reorganizar el funcionamiento democrático y participativo de Atech, como se empezó a hacer en regionales donde dirigía la oposición, elemento fundamental para que la Lila haya ganado. Impulsar asambleas generales, cuerpos de delegados, asambleas escolares, la reafiliación de compañeros y poner en pie un plan de acción que permita recuperar el salario, cobrar las deudas, arreglar las escuelas y frenar la flexibilización laboral docente, enfrentando el ajuste del gobierno provincial y nacional.

Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

Con el neologismo en inglés “Striketober” (una combinación entre la palabra “huelga” y la palabra “octubre”) se denominó en Estados Unidos a la ola de huelgas en el mes de octubre. Trabajadoras, trabajadores y, especialmente, jóvenes de centenares de grandes empresas exigen mejores condiciones de trabajo, mejores salarios, y mejor atención de salud.
 
La poderosa empresa Deere & Co, principal fabricante de maquinaria agrícola de Estados Unidos que el último año tuvo una ganancia de 6.000 millones de dólares, tiene a sus 10.000 empleados en huelga desde el 14 de octubre, después de rechazar el acuerdo laboral que proponía la empresa. En California y Oregón fueron 24.000 enfermeras y empleados de salud del consorcio sanitario Kaiser Permanente, superexplotados por esta empresa privada de salud que obtuvo gigantescas ganancias. También en la empresa de alimentos Kellogg’s, la fabricante de cereales, sus 14.000 trabajadores y trabajadoras dejaron sus puestos de trabajo e hicieron piquetes de huelga frente a las plantas de Nebraska, Michigan, Pennsylvania y Tennessee. El gremio de taxistas neoyorquinos el 15 de octubre bloqueó el Puente de Brooklyn. Y hasta en Hollywood se plantaron miles de maquilladores, iluminadores, sonidistas y operadores de cámara que lograron imponer un acuerdo con mejoras laborales importantes.

Estos huelguistas son de sectores sindicalizados, en un país en el que sólo el 11% está sindicalizado. Pero el periódico financiero The Street señala: “Somos testigos de la “Gran Huelga de 2021”, y la componen mayormente millones de trabajadores no organizados y en áreas de empleo de bajos sueldos […] Muchos de los nueve millones de trabajadores que no han retornado a trabajar están, de hecho, en huelga para obtener algo mejor”.

Estados Unidos se caracteriza por la casi total falta de derechos laborales. El despido de un trabajador se hace de un día para otro por simple voluntad del patrón. En muchas empresas formar o integrar un sindicato es causal de despido. En varios Estados se anularon los contratos colectivos, es decir se desconocieron de hecho los sindicatos. La salud es un privilegio carísimo y para pocos, los trabajadores tienen planes de salud pagos por las empresas, pero a menudo son precarios y sólo los cubren muy parcialmente.

Desde 2018 crece el descontento y la lucha

Aunque muchos periodistas atribuyen la ola de huelga a la “post pandemia” y mayor demanda de mano de obra, la lucha contra los bajos salarios y falta de derechos laborales tuvo un gran incremento desde 2018 y 2019. En el 2018 se destacaron las grandes huelgas de docentes en varios Estados. Y en 2019 una huelga de sus 50.000 trabajadores paralizó durante cincuenta días la General Motors, logrando un importante triunfo de sus demandas.
En el 2020 la pandemia frenó las huelgas por motivos laborales, pero se produjo el gigantesco movimiento antirracista después del asesinato de George Floyd. Fue un estallido social, las movilizaciones populares más grandes desde la guerra de Vietnam, e incluyó también huelgas. Fue el movimiento que llevó a la derrota de Trump. Si bien sus objetivos no fueron por demandas laborales, sino contra la criminal represión racista, movilizó y dio enorme fuerza y conciencia de su poder de lucha a millones de jóvenes trabajadoras y trabajadores.    
Desde la UIT-CI apoyamos estas luchas sindicales, y llamamos a la plena solidaridad de la clase trabajadora internacional, ya que la recuperación militante del movimiento obrero norteamericano indudablemente ayudará enormemente a la lucha internacional de los trabajadoras y trabajadores.  

Hace falta una alternativa socialista de los trabajadores

En los últimos años, como ocurre en muchos otros países del mundo, crece en Estados Unidos una inmensa nueva vanguardia juvenil, de mujeres y de los sectores más explotados y oprimidos, que se está rebelando contra la inhumana explotación capitalista. Encuestas realizadas en el 2019 indican que una mayoría de la juventud norteamericana se identificaba como “socialista”.  Esto tuvo una expresión política deformada con el sector de Bernie Sanders en el Partido Demócrata, que llegó a ser mayoritario en las bases de la interna demócrata. Sanders se dijo “socialista”, pero terminó renunciando a su precandidatura y apoyando a Biden, que ahora gobierna como siempre lo hicieron los demócratas o republicanos del brazo de los grandes empresarios.

Para los millones de jóvenes, trabajadoras y trabajadores, que se entusiasmaron con Sanders, y que luchan por sus derechos laborales, es la hora de comenzar a pensar en una alternativa independiente socialista de los trabajadores, para terminar con el capitalismo que gobierna Estados Unidos y el mundo, sostenido políticamente en ese país por el bipartidismo Republicano-Demócrata.