Que a los jueces los elija el pueblo y se implemente el juicio por jurado

Con su doble discurso, la presidenta y sus funcionarios intentan hacer creer que a los jueces los iba a elegir el pueblo. Falso. Lo que pretendían era que se elijan a quienes van a “poner a los jueces”, no a los jueces mismos. En un consejo de la magistratura antidemocrático, donde los partidos patronales se ponen de acuerdo en elegir o destituir jueces en función de sus intereses. Con la reforma que cayó, se ponía esa facultad manipuladora en manos del partido que obtuviera la primera minoría (35% de los votos).

Por eso es infundada la campaña oficial diciendo que se le dio la espalda a la “soberanía popular”. O que esta Corte en 1810 hubiera fallado contra el gobierno patrio de entonces, queriendo comparar al kirchnerismo de la “década ganada” para las multinacionales con los San Martín, Mariano Moreno o Belgrano.

Desde Izquierda Socialista siempre hemos repudiado a esta justicia al servicio de los ricos, políticos patronales y amigos del poder. Beneficiada con cargos vitalicios y sueldos de privilegio. Por eso proponemos medidas de fondo para lograr una verdadera “democratización” de la justicia. Opuestas tanto a las del gobierno, como a las que sostiene la oposición patronal de los De la Sota, Macri, De Narváez, Carrió o Binner, que “celebraron el fallo” porque quieren que esta justicia siga como está.

Proponemos que se elijan los jueces por el voto popular, destituyendo a todos los que vienen de la dictadura. Que sus cargos sean revocables. Que ganen lo mismo que un docente (el valor de la canasta familiar). Y que se implemente el juicio por jurado, previsto hasta en la propia Constitución, pero que nunca implementan porque pondría en tela de juicio la llamada “corporación judicial”.

El juicio por jurado se aplica en Estados Unidos y otros países, como se ve en las películas. Donde trabajadores, profesionales o amas de casa, elegidos por sorteo entre la población, son los que dictan sentencia. Eso sería mucho más democrático que el proceso judicial actual. Así se le sacaría el poder de decisión a los Oyarbide y a la actual casta judicial, y permitiría encarcelar a los delincuentes de guante blanco y empresarios mafiosos (Lázaro Báez, Jaime, Cirigliano y tantos otros). Propuestas que deberían ser parte de un cambio de fondo, imponiendo leyes que dejen de proteger a los poderosos y hagan cumplir los derechos básicos de millones de trabajadores y demás sectores populares.