En el mismo momento que la presidente hablaba de que la querían voltear, el primer “volteado” fue el presidente del Banco Central… ¡por el propio gobierno! Juan Carlos Fábrega fue acusado por Kicillof de tomar medidas en favor de su hermano, titular de una cueva financiera. Del lado del “renunciado”, se señaló que Kicillof lo hizo para tapar una especulación por 200 millones de dólares en beneficio de un amigo suyo, Diego Marynberg, quien maneja el fondo de inversión Latan Securitier con sede en Nueva York, investigado por la quiebra de un banco, además de asesorar a Argentina en la pelea con los buitres. O sea, estalló una pelea entre “buitres” dentro del propio gobierno. ¿Cómo puede ser que el gobierno se dé cuenta ahora que había puesto a un lobista de los bancos -como denunció a Fábregapara dirigir el Central?
Cristina también dijo “yo no fui parte del pasado, ni del neoliberalismo”. Pero en reemplazo de Fábrega puso a Alejandro Vanoli, ex funcionario menemista (encargado de traficar con bonos de la deuda), y de la Alianza de De la Rúa-Chacho Alvarez-Cavallo, la que nos llevó a la crisis de 2001. Se comenta, a su vez, que Alicia Kirchner podría ser reemplazada por el actual titular de la Cámara de Diputados y candidato presidencial, Julián Domínguez, quien fue secretario de Estado de Menem y es un hombre de la reaccionaria cúpula de la Iglesia Católica. ¡Al kirchnerismo el pasado lo condena! Mientras tenemos que escuchar a los intelectuales de Carta Abierta decir que “nuevos vientos rebeldes resisten contra el poder del Norte”.
El propio canciller Timerman desmiente las diatribas presidenciales. Refiriéndose a Estados Unidos señaló: “Tenemos mucha cooperación en distintos ámbitos. Eso no nos convierte en malos o buenos a nosotros o a ellos”. O sea, que el país imperialista, impulsor de los ajustes e invasiones contra los pueblos, ni siquiera está en el rango de “malo” para este gobierno. La misma tónica que vienen aplicando los gobiernos latinoamericanos. Critican al “norte” pero siguen gobernando para las multinacionales, banqueros y petroleras saqueadoras, y pagando religiosamente la deuda externa en beneficio del mismo imperialismo que dicen “combatir”.
Tras la cortina de humo del complot el oficialismo quiere encubrir también las reformas antiobreras y reaccionarias del Código Civil (ver página 5); la nueva ley de hidrocarburos al servicio de Chevron y otras multinacionales buitres, y la corrupción a gran escala que sigue teniendo como gestor al impresentable Amado Boudou. En ese marco, suelta de cuerpo, la señora presidente agregó: “no hay problemas en la economía”. Ignora la inflación, la recesión, el aumento de las tarifas del gas, agua y transporte, los salarios de pobreza, jubilaciones y planes sociales de indigencia y la desesperada carrera por encontrar cuanto dólar ande suelto para seguir pagando una deuda externa usurera, impagable y fraudulenta. En desmedro de las partidas para trabajo, salud, educación y vivienda.
Mientras tanto, los que pierden son los trabajadores y demás sectores populares. Es el propio gobierno quien fogonea la inflación. Esta semana subieron nuevamente los “precios cuidados”. El transporte aumentó 53% en el último año. Los cortes de carne más populares fueron los que más treparon, lo mismo que las verduras y los indispensables productos de almacén. Hasta el propio Indec -mentiroso e intervenido-, reconoce que la mitad de los ocupados gana menos de 5.000 pesos mensuales. Que 5 millones de ocupados perciben menos de 3.000 pesos al mes y que los aumentos salariales por debajo de la inflación hacen perder 400 pesos por persona cada treinta días.
Este gobierno sólo se preocupa de que le vaya bien a los banqueros y multinacionales. Los Grobocopatel (Agrofina), productores de agroquímicos, siguen arriba en el ránking de ganancias. También el magnate de las finanzas George Soros, autor de varios “golpes de mercado”, socio kirchnerista en YPF, quien ha instalado varias plantas de “girasol confitero”, un nuevo negocio que hace triplicar las ganancias al procesarlo.
La oposición patronal sigue de campaña. Mostrando para quién va a gobernar en caso de ganar el año que viene. Binner dijo que hay que ser “respetuosos de la primera economía del mundo”, refiriéndose a Estados Unidos. Sergio Massa, además de sacarse la foto con la embajadora de Israel en el país, ha dicho: “Ni de derecha, ni el chavismo. Argentina necesita una alternativa de centro”. Dejando claro que usará un tono “moderado” y equilibrado para seguir gobernando para las grandes patronales, igual que Cristina. Para eso se preparan las distintas alas del viejo PJ reciclado. Igual que Scioli. Solanas arremete “duramente” contra Cristina, pero es puro verso. Ya que sus socios de la UCR pactan con Macri inescrupulosamente. Massa anunció un posible acuerdo con la UCR y Luis Juez cerraría con el PRO. Un cambalache. Encima, todos llaman a los trabajadores a esperar al 2015, actuando como cómplices del ajuste y funcionales al gobierno. Mientras el presidenciable Víctor De Gennaro viajó junto a Claudio Lozano a Brasil para darle el apoyo al gobierno ajustador y pro imperialista del PT de Dilma Ruseff, mostrando que la centroizquierda es más de lo mismo.
Hay que apoyar a los que luchan, reclamando un paro de 36 horas como lo exige el Encuentro Sindical Combativo que convoca para el próximo 25 de octubre a un nuevo plenario nacional. Y seguir fortaleciendo una alternativa política con el Frente de Izquierda. Más allá de las diferencias que separan a los distintos partidos que componemos el FIT (ver página 8), los diputados del Frente de Izquierda han estado al servicio de las luchas obreras y populares. Han presentado proyectos de ley alternativos, como el de aumento de salario, 82% móvil, que se prohíban despidos y suspensiones; anulación del impuesto al salario (Ganancias); por una YPF 100% estatal, nacionalizando el petróleo y el gas, y acompañando el reclamo por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito (ver página 5), entre tantas otras. Por éstas y otras propuestas de fondo, como mostramos en la página siguiente, el Frente de Izquierda obtuvo un millón doscientos mil votos el año pasado. Recientes encuestas revelan que para el año que viene el FIT estaría creciendo. Quiere decir que importantes franjas de trabajadores y jóvenes rechazan a los políticos del PJ, UCR, PRO, UNEN y de la centroizquierda, y apoyan una salida de fondo al servicio del pueblo trabajador plasmada en el programa del FIT. Llamamos a sumarse a Izquierda Socialista para fortalecer una alternativa obrera y socialista. Para que a la crisis la paguen los capitalistas, no los trabajadores.
Los buitres, felices
“La presidente anticipó que el 31 de diciembre se depositarán aproximadamente 100 millones de dólares a cuenta del 7,6% de los fondos buitre y holdouts que no entraron al canje” (Página12, 1/10). La revelación del diario oficialista está mostrando que el gobierno está dispuesto a pagarle a quien representa, según el discurso K, el mal de todos los males. La consigna “patria o buitres”… al horno.