Jul 20, 2024 Last Updated 5:23 PM, Jul 20, 2024

Izquierda Socialista

Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista

El próximo 8 de marzo, día internacional de las mujeres trabajadoras, nos encontrará nuevamente en las calles en el Segundo Paro Internacional de Mujeres de la historia. En más de cincuenta países, nos preparamos para una gran jornada de lucha por nuestros derechos. Nos vamos a movilizar contra la violencia de género y por el derecho al aborto pero también, contra el ajuste que aplican todos los gobiernos capitalistas del mundo que nos afecta particularmente por ser las jefas de los hogares más humildes.

El movimiento de mujeres de nuestro país, es referencia a nivel mundial por su lucha contra los femicidios, a través del #NiUnaMenos. Desde la histórica jornada del 3 de junio de 2015 a esta parte, fuimos creciendo y avanzando en nuestra forma de organizarnos. Cada vez, nos animamos a denunciar más los abusos, los golpes, los gritos que antes, nos callábamos por miedo. Tanto es así, que hasta en el programa de “Intrusos” que conduce Jorge Rial tuvieron que hablar de feminismo y personajes como Cacho Castaña son repudiados por sus dichos misóginos “si no podes evitar la violación, relajáte y disfrutá”. Sucede que cuando las mujeres nos organizamos ya no hay vuelta atrás y por más que intenten frenarnos, nosotras vamos por nuestros derechos.

Sin embargo, la cifra de femicidios en nuestro país continúa siendo alta: uno por día. El aborto clandestino sigue siendo la principal causa de muerte de mujeres gestantes y se lleva la vida de ciento de mujeres al año. Las redes de trata para la explotación sexual, actúan con total impunidad porque cuentan con la complicidad de policías, jueces y políticos que secuestran a las pibas de los barrios populares. Es decir, la situación de las mujeres no cambió y eso, es pura responsabilidad del gobierno. Macri no tomó ni una sola medida que favorezca a las mujeres. Es más, con su política de ajuste, despidos y tarifazos, nos golpea fuertemente, obligándonos a ser cada vez más pobres.

Para dar esta pelea y revertir esta situación, apostamos a la construcción de un movimiento de mujeres que sea independiente de los gobiernos y de los partidos patronales, y solo confiamos en la fuerza de la movilización para conquistar nuestros derechos. Ningún gobierno jamás nos regaló nada, cada conquista que obtuvimos en la historia fue porque salimos a pelear por ella. Por eso, desde Isadora te invitamos a que participes de las actividades de preparación del 8M y que te movilices junto a nosotras para protagonizar una gran jornada de lucha internacional, antipatriarcal, anticapitalista y anticlerical. En el día internacional de las mujeres trabajadoras #NostrasParamos #NostrasMarchamos.

¡Abajo la reforma previsional y el ajuste de Macri y los gobernadores!
¡Basta de violencia machista. #NiUnaMenos #Vivas y libres nos queremos!
¡Por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito!
¡No a la reforma laboral. Por los derechos de las mujeres trabajadoras!

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El tribunal militar israelí pospuso hasta marzo el juicio de la joven palestina Ahed Tamimi, que se defendió de soldados israelíes frente a un intento de ocupación militar. La activista que acaba de cumplir 17 años tras las rejas, será juzgada junto a su madre y su prima por el vídeo que se popularizó en el que enfrentaban a unos uniformados armados que había entrado al patio de su casa. Ahed Tamimi será juzgada en un tribunal militar israelí por 12 cargos que podrían significar una condena de 10 años, que buscará generar una sentencia "ejemplar" para amedrentar a la juventud palestina que lucha contra el estado sionista de Israel.

Ahed Tamimi se ha convertido en símbolo de resistencia palestina a la ilegítima ocupación de Israel. Su detención se ha dado a conocer a escala global y ha generado un gran movimiento de solidaridad que hace crecer el reclamo por su liberación. Esta es la segunda vez que se aplaza el juicio, que tiene nueva fecha para el 11 de marzo. La joven activista permanecerá un mes más encarcelada. La postergación del juicio solo puede ser entendida en el marco del rechazo mundial hacia su encarcelamiento, lo que llevó a Israel a ordenar que su juicio militar será realizado a puertas cerradas para la prensa y el cuerpo diplomático, para permitir todo tipo de atropellos a los derechos humanos de esta joven luchadora.


A los palestinos, incluidos niños y jóvenes, se les aplica la jurisdicción militar lo que permite condenas mucho más duras que a los ocupantes israelíes a los que se les aplica la jurisdicción civil que resulta en condenas mucho más laxas. Esto permite que el asesinato de un palestino por parte de un colono pueda verse penado con una sanción económica y una sentencia de meros servicios comunitarios, mientras que Tamimi, aún siendo menor de edad, podría ser juzgada a 10 años de cárcel por defenderse.


En el marco de la solidaridad mundial por la libertad de la joven palestina, hasta Amnistía Internacional en un comunicado dijo que "Las autoridades israelíes deben liberar de inmediato a la activista adolescente Ahed Tamimi, cuya detención continua es un intento desesperado de intimidar a los niños palestinos que se atreven a resistir la represión de las fuerzas de ocupación”.


El reclamo por la liberación de la joven Tamimi se suma a la lucha global para terminar con el Estado enclave de Israel y lograr un Estado único, laico, democrático y no racista en Palestina, con derecho al retorno de las familias palestinas expulsadas desde 1948. Nos sumamos a ese inmenso movimiento mundial y llamamos a acrecentar las expresiones de solidaridad internacional por la libertad inmediata de Ahed Tamimi, sus familiares y de todos los presos palestinos.


Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
14 de febrero de 2018

#Nosotras Paramos

En 1910 Clara Zetkin, una de las principales dirigentes socialistas y feministas, propuso al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague. Reivindicando especialmente a las más de quince mil obreras textiles que se movilizaron en Nueva York en marzo de 1908 exigiendo reducción de la jornada laboral, mejores salarios y el derecho al voto. Pasaron 110 años de aquellas históricas jornadas de lucha y nuestro mejor homenaje es el de seguir movilizadas por nuestros derechos.

Después de un año en donde las mujeres hemos sido protagonistas de grandes luchas en todo el mundo contra las reformas laborales y el ajuste en países como Francia, Brasil, Panamá o Argentina; en donde nos hemos manifestado contra la violencia machista y el femicidio, desde México, Perú hasta el Estado Español, Italia y Turquía; donde reclamamos el derecho al aborto como en Chile, Bolivia o Polonia; donde reclamamos libertades básicas como salir solas a la calle, manejar o decidir cómo vestirnos como en los Emiratos Árabes e Irán; este año en más de 200 ciudades del mundo queremos volver a ser protagonistas del Segundo Paro Internacional de Mujeres de la historia. Queremos poner en evidencia cómo las mujeres nos organizamos, utilizando mundialmente la huelga, el método de lucha de la clase trabajadora, para frenar los planes de ajuste que los gobiernos capitalistas aplican en todo el mundo y que nos golpean particularmente a las mujeres. Las masivas movilizaciones en Estados Unidos, al cumplirse el primer año de gestión Trump, dan cuenta de ello y que con la consigna "Las mujeres a la cabeza de la resistencia" mostraron que la pelea no es solo contra la verborragia misógina y racista del presidente sino contra toda su política de ataque a nuestros derechos. También vamos a denunciar la complicidad del Vaticano contra los derechos de las mujeres, como el derecho al aborto y a la educación sexual sin dogmas.

Recientemente, el informe Oxfam publicó que el 82% de la riqueza mundial generada durante el 2017 fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial. Según estos datos, las más perjudicadas son las mujeres, que sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado. Por eso, somos las más pobres entre los pobres y nos organizamos para enfrentar este sistema capitalista y patriarcal que nos superexplota.

Este 8 de marzo, tenemos el gran desafío de impulsar la organización de las mujeres en forma independiente de los gobiernos y las variantes patronales que pretenden frenar nuestra movilización, con represión o desviándola hacia las urnas, sin atacar los pilares del capitalismo patriarcal. Por eso, no será el día de las Ángela Merkel, Theresa May, Erna Solberg, ni el de Michelle Bachelet, Dilma Rousseff o Cristina Kirchner, porque ellas son políticas patronales que gobiernan o gobernaron contra los derechos de las mujeres. En cambio, será el día de la adolecente palestina presa Ahed Tamimi y de las miles de palestinas que resisten la ocupación imperialista de los colonos sionistas; será el día de las migrantes que mueren en los mares o frente a los muros que levantan los represores; será el día de las refugiadas sirias que huyen del hambre y de las acciones criminales de Al Assad, de Rusia, de EE.UU. y de todas las potencias extranjeras; de las luchadoras kurdas que sufren y enfrentan la agresión criminal del ejército de Turquía. Será el día de las migrantes que hacen el trabajo peor calificado y de todas las trabajadoras que salen a pelear por aumento de salarios, mejores condiciones laborales y contra la discriminación laboral.

Será nuestro día, de las que luchamos contra todo tipo de violencia género, de las que queremos terminar con las redes de trata con fines de explotación sexual, de las que peleamos por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Por eso, desde la Unidad Internacional de las y los Trabajadores-Cuarta Internacional, llamamos a organizar una gran jornada de lucha el próximo 8 de marzo y que se sienta la voz de las mujeres trabajadoras que enfrentamos el ajuste de todos los gobiernos capitalistas.

Las mujeres no vamos a pagar la crisis. Los gobiernos son responsables.

Basta de planes de ajuste en todo el mundo.

Igual trabajo, igual salario.

Separación de la iglesia y el estado

Basta de femicidios, violencia y redes de trata

Ni Una menos. Vivas y Libres nos queremos

Aborto legal, seguro y gratuito

Viva el día internacional de las mujeres trabajadoras. Vivan nuestras luchas en todo el mundo.

 

Unidad Internacional de las y los Trabajadores Cuarta Internacional (UIT-CI)

Febrero 2018

El pasado lunes 5 se produjo un desplome de la Bolsa de Wall Street que arrastró en la caída a sus pares de Europa y Asia y, como no podía ser de otra manera, a las del resto del mundo. Luego, tras un leve rebote, las Bolsas volvieron a hundirse el jueves 8. En concreto, los valores de las acciones en la Bolsa neoyorquina se derrumbaron 10% en sólo una semana. Nadie puede asegurar que el tembladeral haya terminado, la caída fue impresionante. Para ilustrarlo digamos que hubo un momento, en el pico de la crisis, en el que la Bolsa de Nueva York había “volatilizado” más de un billón de dólares.

¿Cómo es esto posible? ¿Por qué sucedió? Los expertos del establishment dicen que “como la economía yanqui está en plena reactivación y los salarios subiendo”, se espera que las nuevas autoridades suban la tasa de interés de la Reserva Federal para evitar que la economía se recaliente y haya riesgos de inflación. La explicación proviene de los mismos que, hasta hace apenas una semana, cantaban loas a “los mercados que seguían brillantemente en ascenso” que, dicho sea de paso, son los mismos que ahora, ante la pequeña estabilización de las Bolsas, ya vuelven a decir que “fue una pequeña corrección” y que “acá no pasó nada”, habilitando a que “siga la fiesta especulativa”.

El capitalismo y su crisis crónica

La realidad es otra. Hace décadas, casi medio siglo para ser más exactos, que la economía capitalista imperialista está sumida en una crisis crónica. El descenso de las tasas de ganancia en las ramas productivas es “compensado” con todo tipo de operaciones especulativas en las Bolsas, jugando con las subas y bajas de algunas mercancías (petróleo, soja, minerales, bienes raíces), generando endeudamientos masivos sobre ciertos países o provocando bruscas devaluaciones de sus tipos de cambio. Y, como no puede ser de otra manera, no pasan demasiados años para que esas burbujas especulativas estallen, dejando un tendal de quiebras. Así pasó hace pocos años, en la crisis desatada en 2007/2008. En ese entonces, ante las masivas pérdidas de los bancos, los gobiernos de Estados Unidos y Europa salieron a rescatarlos, inyectando billones (millones de millones) de dólares. Mientras los trabajadores perdían sus casas por la crisis hipotecaria y los planes de ajuste liquidaban millones de puestos de trabajo y bajaban los salarios, los bancos y especuladores “salvados” comenzaban a jugar de nuevo, obteniendo nuevas superganancias con sus sofisticados mecanismos especulativos.
Así se compraban acciones a crédito, y esos títulos (con valores inflados) se usaban como garantías para adquirir nuevas acciones. O las empresas recompraban sus propias acciones para hacerlas subir de precio. O se repartían dividendos entre los accionistas sin ninguna relación con la ganancia real de la empresa para promover que el valor de la acción siga subiendo. En síntesis, se comenzó a “inflar” una enorme burbuja especulativa en las Bolsas de las principales economías del mundo, empezando por la yanqui.
¿Las caídas de estas semanas son ya el inicio de una nueva crisis aguda como la de 2007/2008? No lo sabemos. Incluso puede ser que los gobiernos de los países imperialistas y los grandes especuladores financieros logren “estabilizar” el barco por un tiempo. Pero lo que sí es claro es que se destapó la olla: estamos ante un brutal movimiento especulativo, una fiesta que, indefectiblemente, terminará volando por el aire. Y ahí, como ya pasó antes, los gobiernos volverán con su consigna de que la crisis la paguen los trabajadores, con nuevos ajustes. Nosotros, por el contrario, denunciamos que así funciona el capitalismo imperialista actual, generando más miseria, explotación y marginación, saqueando riquezas, mientras en el otro polo la especulación financiera y bursátil acumula superganancias e incuba nuevas crisis. La única salida para los trabajadores y los pueblos sometidos del mundo es acabar con este sistema, reemplazándolo por otro que resuelva las más urgentes necesidades de la humanidad: el socialismo.

¿Cómo afecta en la Argentina?

A coro, el gobierno nacional en la voz de todos los ministros salió a decir que las caídas de las Bolsas globales “no nos generarán ningún problema”. Es una vulgar mentira: el gobierno de Macri, que le ha bajado (o incluso directamente anulado) impuestos a los monopolios agroexportadores y a las mineras, que ha desregulado el sistema financiero hasta el extremo de permitir entrar y salir dólares sin ningún tipo de control, que habilita a las empresas transnacionales a sacar del país sus utilidades como quieran y que facilita y promueve la fuga de capitales, se sostiene por un solo mecanismo: la entrada de capital especulativo vía el aumento del endeudamiento externo.
Nuestro país es, de todos los llamados “emergentes”, el que más deuda tomó en 2016 y 2017, pagando tasas altísimas que así les garantizan superganancias a los pulpos acreedores. Cada temblor en los mercados internacionales significa tasas aún más altas para que los acreedores sigan prestándonos.
Ahora, la caída de las principales Bolsas del mundo crea el gran interrogante de qué pasará si los dueños de los miles de millones de capitales especulativos que giran por el mundo buscando dónde valorizarse deciden no prestarle más a nuestro país ¿cómo se devolverán los casi 400.000 millones de dólares que se deben si no hay nuevos dólares para refinanciarlos?
Lo dijimos una y mil veces. El aumento de la deuda externa, además de generarnos intereses crecientes a pagar año a año, termina siendo como un bólido que va a estallar directo contra una pared. Las caídas de las Bolsas de estos días y el riesgo de que se corte de golpe el hilo de refinanciar y deber cada vez más, nos mostró por un momento “la pared” contra la que terminaremos estrellándonos más tarde o más temprano.
Frente a este capitalismo imperialista que sigue en crisis crónica desde hace décadas, la única política realista es romper esa soga de ahorcado que nos ata a esos vaivenes, dejando de pagar inmediatamente la deuda externa y rompiendo con los organismos financieros internacionales que garantizan las superganancias imperialistas a costa de la explotación de los pueblos y el saqueo de su riqueza. J. C.

José Castillo.

En ocho años de guerra fueron muertas 500.000 personas y desplazadas 13 millones, de las cuales 7 millones se fueron del país (hoy quedan en Siria 17 millones de habitantes). En las últimas semanas la dictadura siria ordenó nuevos bombardeos con aviones sirios y rusos a la asediada Ghuta Oriental, bastión de la resistencia, en las afueras de Damasco, donde 400.000 personas militarmente bloqueadas no han recibido alimentos, agua ni medicinas desde el pasado noviembre y en sólo cuatro días murieron 210 personas.

Mientras Rusia envía aviones a bombardear a la resistencia, Estados Unidos supuestamente ataca al régimen sirio en otros bombardeos que, informa, causaron la muerte de cien militares sirios, pero muy lejos de donde se perpetra el genocidio de Ghuta. Y Turquía, aliado de Estados Unidos, ataca al pueblo kurdo de Siria.
¡Basta de bombardeos! ¡Fuera Rusia, Estados Unidos, Turquía, Irán e Israel de Siria! ¡Abajo la dictadura del genocida Al Assad! ¡Solidaridad internacional con los pueblos sirio y kurdo!

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