El gobierno del Frente de Todos de Alberto Fernández y Cristina Kirchner acaban de pactar con el FMI. El Congreso próximamente lo va a votar con los votos del peronismo y del macrismo y radicalismo de Juntos por el Cambio, y el apoyo de los gobernadores, los grandes empresarios y la burocracia sindical de la CGT. Milei y Espert, si bien han dicho que podrían votar en contra, lo hacen por derecha, pidiendo más ajuste y más ataques antiobreros y antipopulares. Solo el Frente de Izquierda Unidad junto a más de cien organizaciones se viene movilizando en contra y llama a marchar nuevamente para repudiarlo el día que se trate la ley.
El acuerdo con el FMI significará más ajuste, entrega y sometimiento que terminará pagando el pueblo trabajador. Al robo a los jubilados con la movilizad jubilatoria y la pérdida salarial de docentes, estatales y trabajadores de la salud, la quita del IFE y los fondos que se destinaron a la pandemia, entre otras medidas, ahora se le suman los tarifazos que se vienen en la luz, gas y el colectivo.
A su vez habrá un mayor endeudamiento por lo que más pagamos más debemos. Y mientras decían que el acuerdo iba a “normalizar” la economía, la inflación para este año está calculada en 55%, lo que provocará más pobreza e indigencia.
No hay ni habrá ningún acuerdo “bueno” con el FMI. Así lo demuestran los pactos anteriores que se firmaron en Argentina y en otras partes del mundo. Mientras el gobierno dice que “combate la herencia de Macri”, está pagando y reconociendo como legítima la deuda de 45.000 millones de dólares que contrajo el macrismo con el FMI para financiar la bicicleta financiera. Algo inconcebible. Macri nos volvió a endeudar y el gobierno peronista paga.
En todos estos años quedó demostrado que en cada pago de esa deuda fraudulenta se fueron salarios, jubilaciones, hospitales y viviendas populares. El Frente de Todos destinó más plata para pagar la deuda externa que a Salud, Educación o Vivienda. Por eso perdió las elecciones.
¿Había otro camino posible? Claro que sí. El de dejar de pagar esa estafa para invertir esos enormes fondos a combatir el hambre, la pobreza, aumentar las jubilaciones y construir 500.000 viviendas populares para dar trabajo genuino. Cuando nos dicen que esto sería “el abismo”, les contestamos que al abismo nos han llevado los distintos gobiernos con ajuste tras ajuste para pagar a los
usureros internacionales hundiendo al país desde hace 40 años.
Con este acuerdo se acabó el doble discurso del gobierno. Y a no dejarse engañar por las críticas de Máximo Kirchner, mientras el Jefe de La Cámpora viene acompañando estas medidas de recortes, no dice que hay que dejar de pagar la deuda y sigue siendo parte de este gobierno ajustador.
El mayor ajuste ya se siente. Las luchas obreras y populares van a crecer. Los ferroviarios del Sarmiento pararon contra la desprotección empresarial ante el Covid, sanciones y descuentos salariales, hubo
masivas movilizaciones de las organizaciones de desocupados combativas, hay paros docentes y del personal de salud, entre otros reclamos. Llamamos a apoyar esas luchas denunciando que con el FMI todo se va a agravar.
El Frente de Izquierda Unidad del cual nuestro partido Izquierda Socialista integra de manera entusiasta junto al sindicalismo combativo y más de 100 organizaciones viene repudiando en las calles el acuerdo con el FMI y los pagos de la deuda. “Las estafas no se pagan”, se dice. El 8 de febrero llenamos la Plaza de Mayo como ya lo habíamos hecho en diciembre. El FIT Unidad va a seguir
poniendo la fuerza que le dio el millón trescientos mil votos logrado en las elecciones siendo tercera fuerza nacional para redoblar la movilización como lo haremos cuando se trate la ley en el Congreso y otras acciones. Desde Izquierda Socialista llamamos a sumarse y a redoblar la campaña con nuestra militancia en todo el país, con volantes, afiches y charlas de esclarecimiento.
- No al acuerdo gobierno-FMI
Basta de robo salarial y jubilatorio
No al mayor ajuste y tarifazos del gobierno y el FMI
No a los pagos de la usurera deuda externa
Plata para salario, jubilaciones, trabajo, salud,
educación y vivienda, no para el Fondo Monetario