May 18, 2024 Last Updated 12:25 PM, May 18, 2024

El ex presidente catalán Carles Puigdemont, fue detenido en Alemania por pedido del gobierno del estado español de Rajoy. Su detención se da en un marco de una ofensiva represiva contra el pueblo catalán y los independentistas con prisión para miembros del gobierno y dirigentes de las principales organizaciones populares catalanas.  El régimen de Rajoy y la monarquía busca intimidar al pueblo catalán en su lucha por su autodeterminación nacional.

La respuesta del pueblo catalán no se hizo esperar. Miles salieron  a repudiar la detención de Puigdemont. Convocados por  la Asociación Nacional Catalana (ANC) y los autodenominados "Comités de Defensa de la República" catalana (CDRs), trabajadores, jóvenes y el pueblo catalán exigieron la huelga general y pidieron la libertad de Puigdemont y de todos los presos políticos y perseguidos desde octubre del 2017. El gobierno de Rajoy respondió con más represión, dando un saldo de nueve detenidos y más de 98 heridos. Existe el peligro que el gobierno de Angela Merkel, solidario con el gobierno represor de Rajoy, avance con la extradición de Puigdemont.

Desde la Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) repudiamos la detención de Puigdemont, exigimos su libertad y la de  todos los presos políticos, así como el fin de la persecución y judicialización de los luchadores independistas catalanes. Llamamos a la más amplia solidaridad internacional con el pueblo catalán en defensa de Catalunya Libre y en repudio a toda forma de represión, criminalización y judicialización.

Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) 

26 de marzo de 2018

Escribe Juliana García, Hija de desaparecidos

La dictadura en la Argentina fue parte de un plan imperialista para el continente, que durante los años ‘70 y ‘80 promovió regímenes militares en Brasil, Bolivia, Chile, Perú, Paraguay, Uruguay, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y otros países latinoamericanos.El denominado Plan Cóndor coordinó acciones de represión que dejaron en conjunto más de cien mil desaparecidos. Para ello dispuso la formación de los altos mandos en la famosa Escuela de las Américas, en Panamá, a cargo de expertos del Pentágono, que incluso enseñaban a torturar. Además, todas las dictaduras latinoamericanas aplicaron planes económicos elaborados por los yanquis, generando la cadena de saqueo que daría lugar a las deudas externas de la región.

Las pruebas de que este genocidio fue comandado por Estados Unidos, con la CIA y el Pentágono, se encuentran en archivos desclasificados del Departamento de Estado norteamericano, pero también en declaraciones públicas, como las del todopoderoso y siniestro secretario de Estado en esa época Henry Kissinger, quien comandó el Plan Cóndor en Latinoamérica además de ser responsable de otras masacres como en Vietnam e Irán.

Finalmente, la intervención política de los yanquis encarnada por Kissinger sufrió una derrota colosal a manos de los pueblos, sus trabajadores y su juventud. Uno por uno, todos los dictadores latinoamericanos fueron derrocados, comenzando por Somoza en Nicaragua en 1975. En algunos casos, los militares se fueron repudiados por la población y enjuiciados, como en la Argentina. En Chile y Uruguay, contrariamente, los militares se replegaron ordenadamente, pactando con partidos tradicionales patronales y oligárquicos.

El miércoles 14 fue asesinada la concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) Marielle Franco, una luchadora por los derechos de las mujeres negras y contra los abusos policiales en las favelas y la militarización federal. Convocamos a la más amplia solidaridad y movilización para que este asesinato no quede en la impunidad y reafirmamos que seguiremos peleando para honrar su legado de lucha.

La semana pasada Brasil se conmovió por el brutal asesinato de Marielle Franco, socióloga de 38 años y concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL, del que forma parte nuestro partido hermano Corriente Socialista de los Trabajadores, CST). En la noche del miércoles 14 de marzo, su vehículo fue interceptado por otro en el centro carioca. Una ráfaga de disparos terminó con su vida y la del conductor, Anderson Pedro Gomes. Los asesinos huyeron sin llevarse nada.

Desde el gobierno salieron rápidamente a atribuir el crimen a la “ola de inseguridad” que desborda la ciudad. “Fue una tragedia diaria más de Río de Janeiro”, declaró el ministro de Justicia Jardim. Sin embargo, una multitud se manifestó al día siguiente frente a la sede de la municipalidad y en otras ciudades para repudiar la “ejecución” de Marielle, exigir castigo para los sicarios y mandantes y despedir a una luchadora inclaudicable. En Buenos Aires, el diputado de Izquierda Socialista Juan Carlos Giordano y otros dirigentes del Frente de Izquierda, organizaciones políticas y sociales encabezaron un acto de repudio frente a la embajada de Brasil.

Marielle nació en la favela de Mare, una de las más extensas, pobres y violentas de Río de Janeiro. Fue madre soltera a los 19 años y por una beca terminó sus estudios de sociología. En las últimas elecciones municipales de 2016 fue la quinta concejal más votada por su lucha consecuente por los derechos de las mujeres negras, las minorías sexuales y la población pobre de las favelas acosada por la violencia policial, los escuadrones de la muerte y el narcotráfico. Desde que el pasado 16 de febrero el presidente Temer decretó la intervención federal de la ciudad para “luchar contra el delito”, Marielle venía denunciando el incremento del accionar represivo, ahora bajo el mando de un general del Ejército. “La policía recorre las calles y amenaza. Esto pasa desde siempre, pero tras la intervención militar todo está peor”, declaró al denunciar a la Policía Militar por el fusilamiento extrajudicial de dos jóvenes en la favela de Acari. Los datos oficiales registraron que la Policía Militar de Río mató a mil personas en 2017, casi tres por día.

Desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de los Trabajadores Cuarta Internacional (UIT-CI) denunciamos al gobierno de empresarios corruptos de Temer como responsable político de este asesinato. Así como por aplicar un paquete de ajuste contra los trabajadores y sectores populares que va acompañado de una mayor represión. En solo un mes la intervención federal que debe supuestamente garantizar la seguridad pública sólo generó más violencia en las favelas y se gastaron millones que podrían ser invertidos en trabajo, salud, educación y vivienda. No dudamos de la responsabilidad de los gobiernos federal, estatal y municipal en el asesinato de esta luchadora negra, feminista y de izquierda que los denunciaba. Exigimos su inmediato esclarecimiento por medio de una comisión investigadora independiente y el castigo ejemplar para los mandantes y asesinos. Las mujeres no se van a dejar intimidar en este tiempo de ascenso histórico de sus luchas en todo el mundo contra la violencia del patriarcado y los gobiernos socios del capital imperialista.

¡Hasta el socialismo siempre compañera Marielle Franco! Tu crimen no va a quedar impune y vas a estar presente en nuestras luchas.

Escribe Mechi Beauvoir

El movimiento de mujeres logró que el segundo paro internacional se transforme en una jornada global: millones en todo el mundo nos manifestamos haciendo oír nuestros reclamos, volviendo al 8M un día histórico.

Con la consigna #NosotrasParamos, mujeres de más de 57 países y cientos de ciudades con realidades muy diversas salimos a las calles: desde la huelga en España, pasando por las movilizaciones en la Argentina, hasta la maratón de mujeres en Arabia Saudita, hicimos temblar la Tierra.
 El segundo paro internacional mostró el crecimiento del movimiento de mujeres en el mundo. Fue una jornada que tuvo como protagonistas a las trabajadoras y que demostró que nuestros problemas, producto del capitalismo patriarcal, sobrepasan las fronteras. Las luchas contra la discriminación laboral y las desigualdades entre hombres y mujeres fueron centrales. También nos movilizamos contra la violencia, los femicidios, las violaciones, las redes de trata, por el derecho al aborto y por la libertad de elección sexual.
Las mujeres del Estado Español fueron protagonistas de esta jornada logrando una huelga histórica donde participaron millones. Con la consigna “Si nosotras paramos, se para el mundo”, se realizó una huelga de 24 horas llamada por las centrales sindicales CGT y CNT, y con paros parciales de UGT y CC.OO. Según datos oficiales llegó a 90% de adhesión. Se habla de que más de 6 millones de mujeres participaron del paro laboral. La jornada del 8M comenzó con cacerolazos la noche anterior y terminó con enormes movilizaciones en diversas ciudades, con epicentro en Madrid, pero también en Barcelona, Bilbao, Santander y otras.
En México se movilizaron miles de mujeres en muchas ciudades del país. La principal reivindicación fue contra la brecha salarial, ya que a pesar de que el 53,4% de los titulados universitarios son mujeres, los hombres ganan casi 17% más. También el reclamo fue contra la violencia machista. Las mexicanas levantaron el lema “queremos ser libres y no valientes”, pues solo en 2016 se registraron 2.746 femicidios en el país.
En Turquía las mujeres desafiaron el régimen reaccionario de Erdogan y salieron a las calles en 16 ciudades, con epicentro en Estambul. Con la frase “el lugar de las mujeres es la resistencia” las turcas salieron por la igualdad de derechos y el fin de la violencia machista, entre otros reclamos. En Francia el eje del 8M fue contra la diferencia salarial. En distintos puntos del país se convocó un cese del trabajo y se realizaron manifestaciones.
También ocurrieron movilizaciones importantes en países donde la discriminación hacia las mujeres es moneda corriente, como en Indonesia, Pakistán e Irán. En Arabia Saudita las mujeres realizaron una maratón por las calles de la ciudad, ya que desde el año pasado conquistaron este derecho junto con la licencia de conducir. En Corea del Sur se levantó la consigna #MeToo que denuncia la violencia sexual.

Nuevo salto en la lucha de las mujeres del mundo

Desde que la ONU declaró el 8 de marzo “Día de la Mujer” en 1977 intentó convertirlo en una fecha festiva en la que las mujeres, independientemente de su clase y condición social, reciben flores y bombones. El fin es quitarle el carácter de lucha que las socialistas revolucionarias le otorgaron en 1910, cuando el segundo congreso de mujeres socialistas reivindicó esta fecha como el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras.
Desde el #NiUnaMenos en la Argentina en 2015 se desarrolló un efecto expansivo, generando una nueva ola en las luchas del movimiento de mujeres. La pelea contra la violencia machista despertó la lucha contra el patriarcado, pero también contra las diversas formas de opresión y explotación capitalista. Por ello, el primer paro internacional de mujeres fue acompañado por un progresivo llamamiento de reconocidas feministas norteamericanas para desarrollar un “feminismo del 99 por ciento”, es decir, de todas las mujeres no explotadoras, que impactó en amplios sectores. Asimismo, la propuesta de paro de mujeres retoma la experiencia de las islandesas que en 1975 paralizaron el país para reclamar por la igualdad.
Durante 2017 las luchas de las mujeres siguieron creciendo. Primero fueron las norteamericanas repudiando a Trump al asumir, luego las polacas parando por el derecho al aborto y las iraníes contra el uso del hijab, hasta llegar al movimiento #MeToo en Estados Unidos contra la violencia sexual. Todo ello anticipó la enorme jornada del 8M.
La Unidad Internacional de las y los Trabajadores (UIT-CI) impulsó y participó de esta jornada mundial desde todas sus organizaciones. Sabemos que no habrá plena emancipación de las mujeres hasta que no acabemos con la explotación capitalista y triunfe la revolución socialista, pues el capitalismo se sirve de los diversos modos de opresión para lograr sobreexplotarnos. Cada derecho que se conquista lo arrancamos con la lucha. Por eso somos parte y apoyamos las luchas de las mujeres en todo el mundo y nos planteamos la necesidad de empujar la pelea antipatriarcal hacia posiciones anticapitalistas y por el socialismo, para acabar con la opresión y la explotación y lograr “un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”, tal como lo señaló Rosa Luxemburgo hace más de un siglo.

Escribe Mechi Beauvoir

Los paros de mujeres no son nuevos en el mundo. Retoman algunas experiencias en la lucha por la igualdad. En 1975 las islandesas fueron las primeras en realizar un paro de mujeres: se cerraron las escuelas, las guarderías, muchas tiendas y fábricas no abrieron y los periódicos no pudieron imprimirse. Más del 90% de las islandesas participaron del “día libre de las mujeres”. Muchos hombres tuvieron que realizar las tareas domésticas y llevar a sus hijos al trabajo. Fue un día histórico donde las mujeres mostraron su lugar en el sistema productivo. La jornada finalizó con una gran movilización para reclamar la igualdad con los hombres.

Con la nueva oleada del movimiento de mujeres en el mundo desde 2016, en varios países se replicó la experiencia de las islandesas. Primero, las polacas realizaron un paro de mujeres ante el intento del gobierno de restringir el derecho al aborto y criminalizarlas. La jornada, denominada #LunesNegro, combinó un paro de mujeres y movilizaciones en las principales ciudades del país. Vestidas de ese color, exigieron por el derecho a decidir sobre su propio cuerpo y mayores libertades sexuales.

Al calor del #NiUNaMenos las argentinas emularían el paro de las polacas para reclamar “ni una menos” contra la violencia machista. Con la consigna “Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras”, miles de mujeres participaron de una jornada laboral atípica con ruidazos, cartelazos y paro activo en muchos lugares de trabajo. La jornada terminó con una multitudinaria movilización, dónde vestidas de negro denunciaron la responsabilidad del gobierno ante los femicidios.

Las mujeres francesas realizaron un paro contra la discriminación salarial convocadas por las redes sociales y respaldadas por los principales sindicatos del país en reclamo de igualdad salarial y laboral. Denunciaron que reciben un promedio de 15,1% menos de salario que los hombres.

Estos son los antecedentes del paro del 8M. Los paros de mujeres demuestran la composición del movimiento actual: la mayoría de las que se movilizan son oprimidas y explotadas por este sistema. Por eso, los paros desnudan un aspecto central del capitalismo: la superexplotación de las mujeres, que a nivel mundial significa que perciben un 26% menos de salario que los hombres. Hoy el movimiento de mujeres retoma el paro como herramienta en la lucha por la igualdad y la discriminación salarial.

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