Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

#Nosotras Paramos

En 1910 Clara Zetkin, una de las principales dirigentes socialistas y feministas, propuso al 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague. Reivindicando especialmente a las más de quince mil obreras textiles que se movilizaron en Nueva York en marzo de 1908 exigiendo reducción de la jornada laboral, mejores salarios y el derecho al voto. Pasaron 110 años de aquellas históricas jornadas de lucha y nuestro mejor homenaje es el de seguir movilizadas por nuestros derechos.

Después de un año en donde las mujeres hemos sido protagonistas de grandes luchas en todo el mundo contra las reformas laborales y el ajuste en países como Francia, Brasil, Panamá o Argentina; en donde nos hemos manifestado contra la violencia machista y el femicidio, desde México, Perú hasta el Estado Español, Italia y Turquía; donde reclamamos el derecho al aborto como en Chile, Bolivia o Polonia; donde reclamamos libertades básicas como salir solas a la calle, manejar o decidir cómo vestirnos como en los Emiratos Árabes e Irán; este año en más de 200 ciudades del mundo queremos volver a ser protagonistas del Segundo Paro Internacional de Mujeres de la historia. Queremos poner en evidencia cómo las mujeres nos organizamos, utilizando mundialmente la huelga, el método de lucha de la clase trabajadora, para frenar los planes de ajuste que los gobiernos capitalistas aplican en todo el mundo y que nos golpean particularmente a las mujeres. Las masivas movilizaciones en Estados Unidos, al cumplirse el primer año de gestión Trump, dan cuenta de ello y que con la consigna "Las mujeres a la cabeza de la resistencia" mostraron que la pelea no es solo contra la verborragia misógina y racista del presidente sino contra toda su política de ataque a nuestros derechos. También vamos a denunciar la complicidad del Vaticano contra los derechos de las mujeres, como el derecho al aborto y a la educación sexual sin dogmas.

Recientemente, el informe Oxfam publicó que el 82% de la riqueza mundial generada durante el 2017 fue a parar a manos del 1% más rico de la población mundial. Según estos datos, las más perjudicadas son las mujeres, que sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado. Por eso, somos las más pobres entre los pobres y nos organizamos para enfrentar este sistema capitalista y patriarcal que nos superexplota.

Este 8 de marzo, tenemos el gran desafío de impulsar la organización de las mujeres en forma independiente de los gobiernos y las variantes patronales que pretenden frenar nuestra movilización, con represión o desviándola hacia las urnas, sin atacar los pilares del capitalismo patriarcal. Por eso, no será el día de las Ángela Merkel, Theresa May, Erna Solberg, ni el de Michelle Bachelet, Dilma Rousseff o Cristina Kirchner, porque ellas son políticas patronales que gobiernan o gobernaron contra los derechos de las mujeres. En cambio, será el día de la adolecente palestina presa Ahed Tamimi y de las miles de palestinas que resisten la ocupación imperialista de los colonos sionistas; será el día de las migrantes que mueren en los mares o frente a los muros que levantan los represores; será el día de las refugiadas sirias que huyen del hambre y de las acciones criminales de Al Assad, de Rusia, de EE.UU. y de todas las potencias extranjeras; de las luchadoras kurdas que sufren y enfrentan la agresión criminal del ejército de Turquía. Será el día de las migrantes que hacen el trabajo peor calificado y de todas las trabajadoras que salen a pelear por aumento de salarios, mejores condiciones laborales y contra la discriminación laboral.

Será nuestro día, de las que luchamos contra todo tipo de violencia género, de las que queremos terminar con las redes de trata con fines de explotación sexual, de las que peleamos por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Por eso, desde la Unidad Internacional de las y los Trabajadores-Cuarta Internacional, llamamos a organizar una gran jornada de lucha el próximo 8 de marzo y que se sienta la voz de las mujeres trabajadoras que enfrentamos el ajuste de todos los gobiernos capitalistas.

Las mujeres no vamos a pagar la crisis. Los gobiernos son responsables.

Basta de planes de ajuste en todo el mundo.

Igual trabajo, igual salario.

Separación de la iglesia y el estado

Basta de femicidios, violencia y redes de trata

Ni Una menos. Vivas y Libres nos queremos

Aborto legal, seguro y gratuito

Viva el día internacional de las mujeres trabajadoras. Vivan nuestras luchas en todo el mundo.

 

Unidad Internacional de las y los Trabajadores Cuarta Internacional (UIT-CI)

Febrero 2018

Informamos que Nehuen Maldonado, militante de la Regional Sur, fue expulsado por golpear a una mujer, hecho que fue denunciado por ella y un grupo de militantes del partido en el mes de enero. Maldonado reitera un hecho por el cual ya fue sancionado por nuestra Comisión de Moral.
Con esta resolución, desde Izquierda Socialista ratificamos uno de nuestros pilares, que es seguir luchando diariamente contra todo tipo de violencia hacia las mujeres en la sociedad y hacia el interior del partido.  

Comité Ejecutivo de Izquierda Socialista

6 de febrero de 2018

Izquierda Socialista expulsa a un golpeador

Informamos que Nehuen Maldonado, militante de la regional Sur fue expulsado por golpear a una mujer, este hecho fue denunciado por ella y un grupo de militantes del partido en el mes de enero. Esta persona reitera un hecho por el cual ya había sido sancionado por nuestra Comisión de Moral.

Con esta resolución, desde Izquierda Socialista ratificamos uno de nuestros pilares, que es seguir luchando diariamente contra todo tipo de violencia hacia las mujeres en el conjunto de la sociedad y hacia el interior del partido.   

Comité Ejecutivo de Izquierda Socialista

En el facebook “Agitaciones contra El Acoso callejero” el jueves 18/1, se comenzó a difundir un comunicado sobre un miembro de Izquierda Socialista acusándolo de “abusador, golpeador, manipulador”.
Nos vemos en la obligación de realizar una serie de aclaraciones sobre los hechos mencionados. Sobre la base de reafirmar que nuestro partido y su Comisión de Moral (organismo encargado de abordar este tipo de denuncias) tienen la máxima preocupación en combatir todo tipo de violencia de género. Ante las denuncias lo primero que hacemos es ponernos a disposición de la denunciante e iniciamos una investigación. Cuestión que como comentaremos a continuación, nuestra militancia ya se encuentra ejerciendo, y que por tanto deslindamos a Izquierda Socialista de la conclusión central del comunicado de que nuestro partido practica el “encubrimiento” de abusadores y golpeadores.
El comunicado señala que Nehuen M. “encubierto y apoyado por sus compañeros, ha perpetrado actos violentos contra sus parejas”. O sea, que el partido, “sus compañeros”, no solo encubriría sino que han “apoyado” esos actos de violencia de género. Cosa inaceptable en nuestra organización. Y así se ha demostrado incluso en este caso. El comunicado reconoce que en una oportunidad anterior la Comisión de Moral trató una denuncia sobre Nehuen y le dio una sanción de “8 meses de suspensión” del partido. Cuestión que es cierta. Lo que muestra que Izquierda Socialista y su Comisión de Moral tomó esas denuncias de violencia sobre su pareja y lo sancionó. O sea, que nuestro partido no deja pasar esos hechos de abuso y violencia sobre las compañeras.
Pero a renglón seguido el comunicado dice que en realidad la sanción “no se cumplió” dado que “sus compañeros lo incluían en sus reuniones... y se le permitió estar a cargo de su propio equipo”. Según el comunicado “el partido y la comisión (de moral) ocultan los episodios y acusaciones de modo que no queden perjudicados…” Esta información es equivocada. Este militante se mantuvo fuera de los organismos partidarios durante la sanción y nunca estuvo a cargo o dirigió “su propio equipo”.
Lo que el comunicado omite, es que ante una nueva denuncia de violencia, este militante ha sido separado del partido por su propio equipo, desde el 12/1/2018. A su vez la Comisión de Moral ya ha tomado el nuevo caso. La nueva denuncia fue presentada el lunes15/1 a la Comisión de Moral, por una compañera, que no es integrante del partido, apoyada por los compañeros del equipo del que era parte Nehuen, que entendieron que era necesario acompañar el testimonio. Todo esto es lo opuesto a cualquier supuesto “encubrimiento” por parte de Izquierda Socialista y sus militantes, sobre los hechos de violencia hacia las mujeres en general, y en este caso particular.
Como siempre lo hemos señalado, Izquierda Socialista y su Comisión de Moral están a disposición de las organizaciones políticas y sociales que deseen profundizar su conocimiento sobre este caso u otro.
Izquierda Socialista tiene una larga trayectoria de lucha por los derechos de la mujer y contra toda forma de violencia de género. Al interior de nuestro partido también se combate y se aplican sanciones a quienes cometen ese tipo de violencia inaceptable para los socialistas revolucionarios. (Dirección Nacional de Izquierda Socialista. 19/1/2018)
Así hemos actuado, por ejemplo, en un caso de violencia de género producido en Córdoba. Denuncia que fue presentada a la Comisión de Moral de nuestro partido que resolvió expulsar a Bruno Francioni, por abusador sexual. Era integrante de la Dirección Regional, delegado docente y miembro de Docentes en Marcha. Resolución que hacemos pública, abiertamente, para que se conozca en todos los lugares en los que pueda actuar esta persona. Se trata de un abusador sexual que ya no pertenece a Izquierda Socialista.  

Comité Ejecutivo
de Izquierda Socialista

A un año de la asunción de Donald Trump

 

Escribe Malena Zetnik

Washington, Nueva York, Los Ángeles, Las Vegas y otras importantes ciudades de los Estados Unidos fueron sedes de multitudinarias movilizaciones que salieron a reclamar por la igualdad de los derechos de las mujeres, a defender al colectivo LGTBIQ y a las personas inmigrantes que vienen siendo atacadas por el gobierno de Trump. La consigna fue “Las mujeres a la cabeza de la resistencia”.
No solo se proclamaron contra las declaraciones verbales del presidente yanqui, sino que se manifestaron contra diferentes medidas, como la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos que termina con las exenciones que benefician a los trabajadores de bajos salarios, la gran mayoría de los cuales son mujeres. También denunciaron los planes del gobierno para atacar salvajemente a los programas de salud pública denominados Medicaid y Medicare, que garantizan algunos servicios gratuitos para ancianos, personas con discapacidades, niños y personas sin recursos. También se expresaron contra el retroceso en materia de acceso al derecho al aborto en los estados donde es legal, ya que el gobierno de Trump introduce el principio del derecho del “niño por nacer”, poniendo en jaque el derecho de las mujeres a decidir sobre el propio cuerpo conquistado hace décadas.

Movilizadas también por el #MeToo

Aquellas no fueron las únicas reivindicaciones presentes en las calles. Al calor del movimiento que comenzó a gestarse a mediados de 2017 con las denuncias de abuso sexual por parte de un gran número de actrices de Hollywood, las movilizaciones también expresaron el repudio a la impunidad de violentos y abusadores que pululan en el mundo del espectáculo y en otros espacios donde los mayores niveles de opresión resultan escollos superiores al momento de las denuncias, como por ejemplo en el ámbito del trabajo y, sobre todo, en donde prima la informalidad laboral, así como en las universidades y al interior de las propias familias.
Resulta muy elocuente la declaración realizada en los días posteriores a la movilización por reconocidas feministas como Linda Alcoff, Nancy Fraser y Ángela Davis, entre otras, y en la que se impulsa un llamado a continuar en las calles con un paro el próximo 8 de marzo. Allí se señala que “el imperialismo estadounidense, el militarismo y el colonialismo de los colonos fomentan la misoginia en todo el mundo. No es coincidencia que Harvey Weinstein, en sus largos años tratando de silenciar y aterrorizar a las mujeres, usó la empresa de seguridad Black Cube, que está formada por ex agentes del Mossad y otras agencias de inteligencia israelíes. Sabemos que el mismo Estado que envía dinero a Israel contra los palestinos, como es el caso de Ahed Tamimi y su familia, también financia las cárceles en las que mujeres afroamericanas como Sandra Bland y otras han muerto”.

Movilizadas en todo el mundo

Como venimos señalando, la oleada de luchas de las mujeres en todo el mundo es un proceso que excede la pelea contra las violencias de género. En todos lados se combina con la de otros sectores que batallan también contra los planes de reforma laboral y los ajustes de los gobiernos capitalistas que buscan descargar la crisis sobre nuestras espaldas. En ese marco, tenemos el gran desafío de impulsar la organización de las mujeres en forma independiente de los gobiernos y las variantes burguesas que pretenden restringir nuestra lucha al plano de las urnas, sin atacar los pilares del capitalismo patriarcal. Con el impulso de esta gran movilización en el corazón del imperialismo, salgamos en todo el mundo a organizar el próximo 8 de marzo a una gran jornada de lucha por los derechos de las mujeres trabajadoras.

 

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