Apr 28, 2024 Last Updated 1:19 AM, Apr 28, 2024

Macri presentó al Congreso un proyecto de ley con el pomposo nombre de “Equidad de género e igualdad de oportunidades en el trabajo”, tomando demagógicamente una de las demandas más sentidas en el movimiento de mujeres: la pelea contra la discriminación y violencia que sufren en el trabajo, que lleva a que cobren un 30% menos que los varones por las mismas tareas.

Sin embargo, todo es una vulgar maniobra: dice que las empresas deben garantizar la igualdad salarial, pero no establece ningún tipo de sanción para las empresas que no lo cumplan.

La diputada de Cambiemos Elisa Carrió se pronunció repetidas veces contra la legalización del aborto, haciendo de vocera de lo más retrógado de la Iglesia Católica. A ese rol ahora le agregó el de realizar todo tipo de maniobras para retrasar el tratamiento de la ley.

En concreto, propuso que no se discuta ahora, ya que estamos en tiempos de “fiestas religiosas”, refiriéndose a las proximidades de Semana Santa. Mañana pondrá una excusa nueva. Una auténtica vergüenza.

El miércoles 14 fue asesinada la concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) Marielle Franco, una luchadora por los derechos de las mujeres negras y contra los abusos policiales en las favelas y la militarización federal. Convocamos a la más amplia solidaridad y movilización para que este asesinato no quede en la impunidad y reafirmamos que seguiremos peleando para honrar su legado de lucha.

La semana pasada Brasil se conmovió por el brutal asesinato de Marielle Franco, socióloga de 38 años y concejala de Río de Janeiro por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL, del que forma parte nuestro partido hermano Corriente Socialista de los Trabajadores, CST). En la noche del miércoles 14 de marzo, su vehículo fue interceptado por otro en el centro carioca. Una ráfaga de disparos terminó con su vida y la del conductor, Anderson Pedro Gomes. Los asesinos huyeron sin llevarse nada.

Desde el gobierno salieron rápidamente a atribuir el crimen a la “ola de inseguridad” que desborda la ciudad. “Fue una tragedia diaria más de Río de Janeiro”, declaró el ministro de Justicia Jardim. Sin embargo, una multitud se manifestó al día siguiente frente a la sede de la municipalidad y en otras ciudades para repudiar la “ejecución” de Marielle, exigir castigo para los sicarios y mandantes y despedir a una luchadora inclaudicable. En Buenos Aires, el diputado de Izquierda Socialista Juan Carlos Giordano y otros dirigentes del Frente de Izquierda, organizaciones políticas y sociales encabezaron un acto de repudio frente a la embajada de Brasil.

Marielle nació en la favela de Mare, una de las más extensas, pobres y violentas de Río de Janeiro. Fue madre soltera a los 19 años y por una beca terminó sus estudios de sociología. En las últimas elecciones municipales de 2016 fue la quinta concejal más votada por su lucha consecuente por los derechos de las mujeres negras, las minorías sexuales y la población pobre de las favelas acosada por la violencia policial, los escuadrones de la muerte y el narcotráfico. Desde que el pasado 16 de febrero el presidente Temer decretó la intervención federal de la ciudad para “luchar contra el delito”, Marielle venía denunciando el incremento del accionar represivo, ahora bajo el mando de un general del Ejército. “La policía recorre las calles y amenaza. Esto pasa desde siempre, pero tras la intervención militar todo está peor”, declaró al denunciar a la Policía Militar por el fusilamiento extrajudicial de dos jóvenes en la favela de Acari. Los datos oficiales registraron que la Policía Militar de Río mató a mil personas en 2017, casi tres por día.

Desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de los Trabajadores Cuarta Internacional (UIT-CI) denunciamos al gobierno de empresarios corruptos de Temer como responsable político de este asesinato. Así como por aplicar un paquete de ajuste contra los trabajadores y sectores populares que va acompañado de una mayor represión. En solo un mes la intervención federal que debe supuestamente garantizar la seguridad pública sólo generó más violencia en las favelas y se gastaron millones que podrían ser invertidos en trabajo, salud, educación y vivienda. No dudamos de la responsabilidad de los gobiernos federal, estatal y municipal en el asesinato de esta luchadora negra, feminista y de izquierda que los denunciaba. Exigimos su inmediato esclarecimiento por medio de una comisión investigadora independiente y el castigo ejemplar para los mandantes y asesinos. Las mujeres no se van a dejar intimidar en este tiempo de ascenso histórico de sus luchas en todo el mundo contra la violencia del patriarcado y los gobiernos socios del capital imperialista.

¡Hasta el socialismo siempre compañera Marielle Franco! Tu crimen no va a quedar impune y vas a estar presente en nuestras luchas.

Escribe Mercedes Trimarchi Diputada electa por Buenos Aires, Izquierda Socialista/FIT, Dirigente nacional de Isadora

“La marea feminista no se detiene”, titularon los diarios sobre la jornada histórica del 8M. Cientos de miles de mujeres en las calles de todo el país demostramos la fuerza que tenemos para pelear por nuestros derechos. Marchamos contra la violencia machista y por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. También contra los despidos, el ajuste y la reforma previsional que afecta fundamentalmente a las trabajadoras y jubiladas.

Varias semanas de preparación con asambleas y reuniones muy numerosas adelantaban que la jornada iba a ser verdaderamente histórica. Así lo fue: más de medio millón de mujeres nos movilizamos en todo el país para conquistar nuestros derechos. Reclamamos el aborto legal para que dejen de morir cientos de mujeres pobres al año. Peleamos por presupuesto para que se cumpla la ley 26.485 de erradicación de la violencia de género y se dé protección a las víctimas. Nos movilizamos contra los femicidios y las violencias machistas que arruinan nuestras vidas. Exigimos la inmediata separación de la iglesia del Estado y que se le dejen de pagar los sueldos a los curas. Y, fundamentalmente, nos plantamos contra el ajuste de Macri y de los gobernadores que en todo el país golpea al conjunto de la clase trabajadora y mayormente a las mujeres, que somos las más pobres entre los pobres.

En Buenos Aires, los carteles por #NiUnaMenos y los pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto fueron parte de la colorida movilización que tardó varias horas en llegar al Congreso. Al final se leyó el documento unitario que destacó las principales luchas que las mujeres estamos llevando adelante, fundamentalmente contra los despidos (se puede leer en el facebook de Isadora). Por eso subieron al escenario trabajadoras del INTI, del Posadas, del Ministerio de Economía y Gisela Herrera, despedida del ferrocarril Sarmiento, entre otras. En Rosario, Tucumán, Córdoba, La Plata y Neuquén, decenas de miles de mujeres también coparon las calles con originales carteles. La rebelión de las mujeres se siente por todos lados y el 8M sirvió para que nos expresemos y reclamemos fundamentalmente el derecho a vivir una vida sin violencias.

Mauricio Macri, ¿el “feminista menos pensado”?

Con esta frase, Fabiana Tuñez, presidenta del Instituto Nacional de Mujeres, presentó a Macri en el acto oficial por el 8M, haciendo alusión a una nota que días antes había publicado el diario Clarín, cuando se habilitó el debate sobre el aborto en el Congreso. En ese acto, Macri anunció un proyecto de ley para que se termine la brecha salarial entre varones y mujeres. Ley que no resuelve nada de eso, ni siquiera establece sanciones a las empresas que la incumplan.

Las mujeres ganamos casi un 30% menos que los varones y esta diferencia se da porque tenemos los trabajos peor pagos, tercerizados o de medio tiempo. Terminar con la brecha salarial es uno de los reclamos que venimos llevando adelante desde el movimiento de mujeres, y debemos impulsarlo con el conjunto de la clase obrera. Pero el gobierno demagógicamente lo toma para no hacer nada. Si de verdad Macri quisiera hacer algo para que las mujeres ganemos más, debería empezar por aumentar el presupuesto en salud y educación, donde la mayoría de las trabajadoras somos mujeres. Lo mismo debería hacer en las ramas textil o de limpieza, dos lugares en los que también somos más las mujeres con los trabajos más precarizados y peor pagos. También se deberían extender e igualar las licencias por maternidad/paternidad y no solamente la ampliación de dos a quince días para el padre como plantea el proyecto del gobierno. Estas políticas, entre otras, podrían ayudar a reducir la brecha salarial.

Estos son los reclamos históricos que levantamos desde el movimiento de mujeres, pero ninguno de ellos está contemplado en el falso proyecto de “igualdad salarial” que el gobierno presentó al Congreso. Lo decimos con claridad: Macri no es feminista. Es un gobierno ajustador que con sus políticas ataca duramente a las mujeres, así lo expresamos en la multitudinaria marcha del 8M.

Sigamos en las calles por nuestros derechos

Desde Isadora estamos convencidas de que solo con la lucha lograremos conquistar nuestros derechos. La historia demuestra que ningún gobierno nos regaló nada. Todo lo que consiguimos fue porque se lo arrancamos. Por eso insistimos en que la marcha del 8M fue un duro golpe para el gobierno y las mujeres salimos fortalecidas para seguir dando esta pelea. Ahora tenemos el desafío de imponer el aborto legal, seguro y gratuito en nuestro país, tal como lo plantea el proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Invitamos a todas las compañeras que marcharon con nosotras a sumarse a Isadora para dar con más fuerza esta pelea.


Nora Cortiñas sobre los varones en el 8M

Durante los días previos a la marcha circuló por las redes sociales una campaña para que los varones no participen de la movilización. Isadora sacó un comunicado (que se puede leer en el facebook de Isadora) explicando que la invitación a la marcha era fundamentalmente para las mujeres pero también para el conjunto de la sociedad, tal como lo habían discutido las asambleas de preparación, y que eso fortalecía nuestro reclamo. Al terminar la movilización Nora Cortiñas anunció que ella había invitado a varones a la marcha y contó como anécdota que unas semanas atrás había nacido su cuarto bisnieto varón y que apostaba a educarlo como feminista. La plaza la ovacionó.

Escribe Malena Zetnik

Muchas son las discusiones que se presentan frente a la cuestión del aborto. Entre los sectores que se oponen, el principal argumento es la supuesta defensa de la “vida” del feto desde la concepción. Incluso llegan a igualar la condición de feto con la de persona humana. Más allá de las creencias personales y religiosas en cuanto al tema del aborto, resulta necesario encarar este debate de manera amplia.

Algunos sectores reclaman por el derecho de la vida del feto considerándolo como un “niño por nacer”. Frente a ello decimos que desde el punto de vista biológico y social, vida humana no es igual a persona humana. Alberto Korblitt (doctor en Ciencias Químicas, licenciado en Ciencias Biológicas, investigador superior del Conicet y docente en Ciencias Exactas y Naturales de la UBA) señaló: “Un embrión en gestación no es un ser humano, es un embrión. Un embrión no podría llegar a término fuera del útero materno. No es correcto decir que un embrión es una persona porque no es una persona desde el punto de vista biológico y social”.

También desde el punto de vista jurídico hay diferencias si el feto aún no nació o si nació con vida. Marisa Herrera, abogada investigadora del Conicet, plantea que “si aún no nació, los derechos civiles que se le puedan reconocer quedan latentes hasta el nacimiento con vida, cuando la protección de la persona es plena. La posibilidad de reconocer a una persona está sujeta al nacimiento con vida. La Corte Interamericana de Derechos Humanos habla de protección gradual, no es lo mismo ser persona que feto. El feto tiene menos protección que una persona nacida”. Esto es evidente también en el caso de la criogenia de óvulos fecundados. Nadie está a favor de mantener congeladas a personas humanas. Sin embargo, ante las clínicas de fertilización asistida, ni la iglesia se opone al congelamiento de óvulos fecundados, ni se habla de genocidio cuando se desechan los embriones si sus dueños dejan de pagar la cuenta para su mantenimiento.

Según un reciente informe de Cedes, Relas y Ela (2018), se estima que hay un aborto por cada dos nacimientos en nuestro país, lo que implica que en la Argentina se produzcan entre 370.000 y 522.000 abortos al año, sean éstos voluntarios o espontáneos. En 2013, 49.000 mujeres estuvieron internadas en hospitales públicos por complicaciones de un aborto y desde hace casi dos décadas el aborto clandestino ocupa el tercer lugar entre los egresos hospitalarios por causas relacionadas con el embarazo, parto y puerperio a nivel nacional. Es la principal de causa de muertes de mujeres gestantes desde 1980, en su mayoría pobres y jóvenes.

En contrapartida, en los países en los que el aborto voluntario es legal (el 61% de las mujeres vive en estos países), se reduce la cantidad de abortos realizados porque hay más acceso a la atención en salud y a los métodos anticonceptivos. También baja la cantidad de camas hospitalarias por consecuencia de los abortos mal realizados, se achica el gasto en salud y se reduce casi a cero la cantidad de muertes por abortos. Por ejemplo, el Programa de Interrupción Legal del Embarazo de la Ciudad de México ha atendido desde su creación en 2007 191.356 mujeres sin reportar complicaciones ni muertes. Por lo tanto, la legalización del aborto implica garantizar el derecho a la vida de las mujeres.

Oponerse al aborto no es defender la vida, sino que es sostener una doble moral. Además, defender el aborto legal, no obliga a nadie a abortar, sino que establece el derecho a que las mujeres podamos decidir sobre nuestras vidas. Por eso la consigna de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto es integral: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir”.


Favaloro y el aborto

“Los ricos defienden el aborto ilegal para mantenerlo en secreto y no pasar vergüenza. Estoy harto de que se nos mueran chicas pobres para que las ricas aborten en secreto. Se nos mueren nenas en las villas y en sanatorios hacen fortunas sacándoles la vergüenza del vientre a las ricas. Con el divorcio decían que era el fin de la familia y sólo fue el fin de la vergüenza de los separados ilegales. Con el aborto legal no habrá más ni menos abortos, habrá menos madres muertas. El resto es educar, no legislar”.

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