Como Partido de la Democracia Obrera, estamos férreamente en contra del golpe militar. Si el golpe como supuesta iniciativa para lograr "restaurar la democracia, los derechos humanos y la supremacía de las leyes" triunfaba hubiera significado la eliminación de todos los derechos y libertades democráticas que ya han estado siendo atacadas por el régimen "del palacio" de Erdogan. No debemos nunca olvidar que los militares son una pata fundamental del actual régimen represivo.
Al mismo tiempo, este intento de golpe militar marca el final de una profunda crisis del régimen en Turquía. La base tangible de este intento de golpe se construyó sobre las políticas represivas llevadas adelante por el régimen. El hecho de que Erdogan sea el objetivo de este golpe no debe borrar su responsabilidad de haber llevado el país al borde del colapso. Estar en contra del golpe bajo ninguna circunstancia significa apoyar el régimen represivo de Erdogan.
Con las repercusiones de este intento de golpe existe una preocupación reinante entre importantes sectores de la sociedad de que este intento frustrado de golpe sea usado para aumentar la represión por parte del régimen. La única solución real, tanto contra las dictaduras y la represión del régimen, es la movilización de las masas trabajadoras, de la juventud y las mujeres, los kurdos y todos los sectores reprimidos y explotados contra la represión y las políticas de saqueo junto a los esfuerzos del pueblo en la exigencia de derechos y libertades democráticas.
Partido de la Democracia Obrera (IDP), sección de la UIT-CI (Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional) en Turquía.
16 de Julio de 2016