Conferencia de prensa con el análisis de Jorge Altamira, Christian Castillo, Juan Carlos Giordano, Nestor Pitrola, Myriam Bregman y José Castillo tras los primeros resultados de las elecciones legislativas del 27 de Octubre de 2013.
¡El 27, vamos por diputados y legisladores de izquierda!
El Gobierno Nacional habla de desendeudamiento, pero paga y paga y cada vez debemos más. Esto es un robo y la oposición (UNEN, PRO, Massa) votan con el Gobierno seguir pagando la deuda externa. La propuesta del Frente de Izquierda es dejar de pagar y poner toda esa plata en trabajo, vivenda, salud, educación, jubilaciones, etc..
El 27 de Octubre acompañá con tu voto al Frente de Izquierda.
En las elecciones de agosto, el Frente de Izquierda, conformado por el Partido Obrero, el PTS e Izquierda Socialista alcanzó casi el millón de votos y se consolidó como la cuarta fuerza nacional, superando además el piso proscriptivo en los 19 distritos que se presentó, y logrando votaciones que la prensa denominó "sorpresivas" en muchas provincias. Quedamos a un paso de obtener diputados nacionales, legisladores y concejales en octubre.
Luego de agosto, el gobierno kirchnerista terminó tomando la agenda de los Macri y el resto de la oposición patronal. Después de haber designado al genocida Milani en el Ejército, plantearon la necesidad de bajar la edad de imputabilidad de los menores intentando criminalizar a la juventud, militarizaron aún más los barrios populares y, con Granados, le dieron más poder a las mafias policiales y de los intendentes.
Las elecciones de renovación legislativa 2013 tienen lugar en el marco de tendencias a una crisis de conjunto, en el marco del fin del ciclo kirchnerista armado para desviar la rebelión popular de 2001. En el plano económico, se manifiestan las tendencias a una nueva crisis de deuda –después de haberla pagado religiosamente durante una década-, una inflación creciente, una deuda pública récord, el paulatino vaciamiento del Banco Central y de la Anses y una desvalorización internacional del peso. Argentina se encuentra, otra vez, en el rumbo de un nuevo viraje de la política económica, que tendrá consecuencias graves, otra vez, para los trabajadores.
La clase capitalista reclama que se ponga fin al 'cepo' cambiario y otras regulaciones del Estado, que se proceda a una fuerte devaluación del peso y que puedan recuperar la libertad de entrada y salida de capitales y la posibilidad de acceder al endeudamiento internacional; reclaman la generalización del acuerdo con Chevron.
A través de algunos de sus políticos (como Scioli, Massa, Macri o De la Sota) buscan conciliar ese programa con una "transición ordenada", para evitar la repetición del 2001. En realidad, quieren que sea el gobierno K el que cargue con las "tareas pendientes" del ajuste.