Macri aprovechó la corrupción kirchnerista de Fútbol para Todos para justificar su fin. No habrá más fútbol gratuito por los canales de aire. Ahora las multinacionales Fox y Turner son las dueñas de la pelota (y las imágenes) y con ellas ganarán millones. Contaron con la “solidaridad” del Grupo Clarín a través de Televisión Satelital Codificada (TSC), que tiene la porción de torta más grande en el mercado de la televisión por cable. Plataforma elegida para cobrar por los partidos. Macri nos mete un nuevo tarifazo: muchos deberán volver a los bares para ver jugar al equipo del que son hinchas. Es que a partir de ahora para poder ver el juego más popular del país, sí o sí habrá que estar abonado a un servicio de cable que transmita las señales TNT Sports y Fox Premiun. Si ya lo están deberán pagar, por ahora, 300 pesos adicionales. ¿Qué sucede con los que tienen TDA (decodificador)? De movida quedan afuera. Representan el 15% de los excluidos de la posibilidad de seguir viendo fútbol. Principalmente localizados en lugares alejados de los grandes centros urbanos del interior, donde a los cableoperadores no les conviene montar infraestructura, por más que la gente quiera pagar el servicio. Tampoco ese sector tiene internet, y mucho menos smartphones, por lo que quedan fuera de la posibilidad de ver fútbol por streaming (distribución digital de contenido multimedia a través de una red de computadoras). De poder optar por el cable, el desembolso significará un valor ostensiblemente mayor, alrededor de 1.100 pesos. Monto inalcanzable, por ejemplo, para un jubilado que cobra el haber mínimo. Un enorme retroceso.
Un poco de historia
El 18 de noviembre de 1951, San Lorenzo y River se enfrentaron en el Viejo Gasómetro por el campeonato local y aquel 1 a 1 se televisó en directo por Canal 7. El auspicio fue de YPF estatal. Una semana después se vio a Racing enfrentar a Lanús y el 8 de diciembre a los de Avellaneda obtener el tricampeonato frente a Banfield. Así empezó la historia del fútbol televisado en la Argentina. Deberían pasar más de 30 años (agosto de 1985, Fútbol de Primera) para que el fútbol televisado empezara a profundizar su camino de privatización que terminó en 2009. Ahora esta ha vuelto a renacer.
En definitiva, la televisación del fútbol a través de los canales de aire debe ser gratuita para las familias trabajadoras. La historia de nuestra televisión así lo atestigua.
La cúpula cegetista ratificó, multiplicado por cien, el pacto de entrega que venía sosteniendo con el gobierno. El gobierno de Cambiemos terminó presentando un proyecto de ley de reforma laboral que incluso rompía los propios acuerdos que la burocracia había tejido con el ministro de Trabajo Triaca, en el que iban a avanzar con la flexibilización laboral “gremio por gremio”. Pero ni siquiera esto hizo inmutar al triunvirato cegetista, que se lanzó a negociar con el gobierno que no se tocaran ninguno de sus privilegios, básicamente en el manejo de las obras sociales y en el control de las cajas gremiales.
El jueves 23 de noviembre a las 10 horas desde Plaza Italia (La Plata) hasta la gobernación provincial se realizará una importante movilización contra el ajuste y la reforma laboral y en defensa del salario y los puestos de trabajo, entre otros reclamos. Dicha movilización fue convocada desde el primer encuentro de delegados de La Plata, Berisso y Ensenada.
Escribe Edgardo Reynoso, Comisión de Reclamos del Ferrocarril Sarmiento
El sindicalismo combativo y la CTA Autónoma de Raúl Peidró y Cachorro Godoy, junto a organizaciones sociales y la izquierda llamamos a movilizarnos el 6 de diciembre a Plaza de Mayo contra la reforma laboral. Además, también nos manifestaremos en el Congreso el día que se trate la ley en el Senado, probablemente el 29 o 30 de noviembre. Llamamos a confluir con todos los que se oponen, como las CTA de Yasky y Miceli, la Corriente Federal y Pablo Moyano para, desde ahí, exigir un plan de lucha para derrotar el ajuste.
Escribe Claudio Funes
La CGT afirma que luego de las reuniones mantenidas con el ministro de Trabajo Triaca y otros funcionarios del gobierno, se logró eliminar del proyecto de reforma laboral todos los aspectos que resultaban negativos para los trabajadores. La conducción de la central obrera dice que lo acordado mantiene los derechos que garantiza la Ley de Contrato de Trabajo. Es una gran mentira. El proyecto de ley que ingresó al Senado es malo para los trabajadores, flexibiliza y recorta derechos laborales. ¿Por qué afirmamos esto?