Jul 27, 2024 Last Updated 6:34 PM, Jul 26, 2024

Escribe Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional

23/07/2024. Las enormes protestas estudiantiles contra restricciones para acceder a empleos gubernamentales en Bangladesh, fueron violentamente reprimidas con más de 150 muertos y miles de heridos y presos en los últimos días.

El gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina impuso el toque de queda en todo el país, desplegó a las fuerzas armadas, pues la policía había sido desbordada y se cortó internet, impidiendo las comunicaciones entre los jóvenes en lucha y la información de prensa.

«La gente no retrocede ni siquiera cuando les disparan», afirmó un corresponsal de DW en Daca, la capital bangladesí.

Esta rebelión de los estudiantes y jóvenes, que incluyó a universitarios y secundarios de casi todas las ciudades del país, fue una reacción de indignación ante una ley del gobierno que reserva la mayor parte de empleos públicos supuestamente a descendientes de quienes en 1971 lucharon en la guerra de independencia contra Paquistán. En realidad, gente que ha conseguido algún favoritismo de empleos del Estado. Esto en un país donde el 40% de los jóvenes de 15 a 24 años no tienen trabajo ni acceso a estudios.

También otros sectores se unieron al reclamo estudiantil como el sindicato de médicos y la Central Sindical de Trabajadores de la Confección de Bangladesh (GWTUC por sus siglas en inglés), un sector de los textiles.

Ante esta rebelión El Tribunal Supremo de Justicia declaró inválida la ley que impide a la gran mayoría de la población aspirar a tener algún empleo del Estado. Aunque no se sabe si el gobierno acatará esta resolución.

Pese al a este anuncio del Supremo, el movimiento estudiantil que lidera las protestas aseguró que continuará con las manifestaciones hasta que el Parlamento apruebe un proyecto de ley que refleje sus demandas, también en referencia a «una investigación judicial de los asesinatos de estudiantes y otras personas, la libertad de los presos por las protestas y el fin de la represión digital», según sostuvo el portavoz de la agrupación para referirse también al corte de las comunicaciones de internet y medios del país.

Rebelión contra miseria, desempleo y explotación laboral

El tema de fondo de la rebelión estudiantil es que, en Bangladesh, como sucede hoy en gran parte del mundo, no hay empleos regulares para los jóvenes, ni siquiera para jóvenes graduados en carreras universitarias profesionales. Y la mayor parte de su población vive en la miseria. Y por eso es la gran rebelión juvenil y a fines del año pasado hubo una gran huelga obrera de varios meses.

Bangladesh, país de 170 millones de habitantes, geográficamente ubicado el este de la India, fue parte de la colonización británica de la India hasta la década el 47. Posteriormente logró su independencia como parte de Paquistán y en el 71 se independizó de Paquistán.

Y hoy, como muchos países asiáticos, es una semicolonia sometida a multinacionales imperialistas que explotan su mano de obra barata.

Mientras gran parte de la población vive de la producción agraria, arroz, trigo, maíz, legumbres, hortalizas y frutas, carne, pescado, productos del mar y lácteos, de lo que se obtiene alimentos, la principal exportación es de textiles, ropa que se consume principalmente en Europa, por 45.000 millones de dólares anuales.

Estas empresas que producen ropa emplean a 4 millones de trabajadoras y trabajadores (la gran mayoría mujeres) que después de 4 meses de huelga el año pasado, lograron aumentar sus salarios a 90 dólares al mes el mínimo, aunque el ingreso mínimo para llevar una vida decente en Bangladesh es de 250 a 280 dólares. Las empresas textiles son nacionales pero asociadas a transnacionales -como Zara, Gap, Levi’s, Adidas, H&M, Benetton, Inditex, Wal-Mart o Marks & Spencer- que se la llevan la ropa a Europa y Estados Unidos. Bangladesh es el segundo exportador mundial de ropa, después de China.

Muchas empresas multinacionales se fueron de China a otros países asiáticos con mano de obra mucho más barata que China, donde sus trabajadores después de grandes luchas lograron salarios algo más altos de 300 dólares mensuales.

En Bangladesh, como sucede en gran parte de los países del oriente asiático, esta explotación del pueblo trabajador está sostenida por gobiernos semidictatoriales, ultrarepresivos. La primera ministra de Bangladesh es Sheikh Hasina, de la Liga Awami, desde el 2009 reelecta cuatro veces en elecciones fraudulentas y su partido está subordinado al imperialismo con esa economía semicolonial.

Esta lucha parte de la rebelión creciente en muchos países del mundo de los jóvenes contra el capitalismo que hoy les niega el futuro, los condena a precariedad y miseria. Como lo dicen jóvenes en las calles, esta lucha no es sólo por algunos empleos estatales para algunos, sino además es por un cambio de fondo, que se vayan los actuales gobernantes y un cambio del sistema político y económico, con empleos para todos, que termine con los salarios de hambre y el dominio explotador de los capitalistas y el imperialismo.

Desde la UIT-CI consideramos que sólo con la unidad de los jóvenes, trabajadores urbanos y campesinos, con la gran fuerza que han demostrado, se podrá terminar con el actual gobierno autoritario capitalista y logar una verdadera salida con un gobierno del pueblo trabajador.

Saludamos esta heroica y gran rebelión juvenil como un gran paso adelante y llamamos a la solidaridad internacional de la juventud y trabajadores del mundo.

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional

23 de julio de 2024


Escribe Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista y de la UIT-CI

El impacto de la sorpresiva derrota electoral de Marine Le Pen y la ultraderecha, en la segunda vuelta del 7 de julio, no solo no superó la crisis política sino que la ha profundizado.

En Francia predomina la parálisis y la indefinición política. En Francia existe una crisis de gobierno inédita. Macron disolvió el 10 de junio la Asamblea Nacional ante la gran derrota que sufrió en las elecciones europeas (apenas llegó al 15%), con el voto castigo a favor de Marine Le Pen y la ultraderecha (34%) y convocó a legislativas para buscar superar la crisis. Pero lejos está de lograrlo. Pasan los días y no se forma un nuevo gobierno. Además, el 28 de julio darán inicio las Olimpíadas en París.

Las legislativas no dieron un bloque con una mayoría absoluta de 289 diputados, que es lo que se necesita para tratar de asegurar la designación del primer ministro que cogobierne con el debilitado Macron como presidente. Pero la gran sorpresa electoral, que ninguna encuesta previó, lo dio la ultraderecha. Marine Le Pen que esperaba ganar las elecciones y pretendía lograr la mayoría absoluta para llegar al gobierno, sufrió una inesperada derrota electoral. Pasó de ganar, en la primera vuelta, a quedar tercera.

El Nuevo Frente Popular (NFP) había pactado con el macronismo el llamado “frente republicano” por el que se retiraba el tercer candidato, de cada circunscripción electoral, en la segunda vuelta cuando el primero era de la ultraderecha. El costo político para la izquierda del NFP fue permitir una parcial recuperación electoral de Macron que remontó al segundo puesto.

El primer lugar lo obtuvo la izquierda del Nuevo Frente Popular (NFP), que, según los resultados oficiales definitivos hasta ahora, ha logrado 182 diputados en la nueva Asamblea Nacional, donde tenía 153. En segunda posición quedó la oficialista Ensemble (Juntos) de Emmanuel Macron con 168, muchos menos que los 250 que tenían. Y tercero, el Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen con 143 diputados. Aunque la ultraderecha no pudo sostener el primer lugar, mantuvo su crecimiento; antes tenía 88 diputados y fue el partido político más votado ya que no integra una alianza.

De esta forma, como decíamos en la nota del 8 de julio, se les atragantó el festejo a la ultraderecha francesa y mundial. La alegría se trasladó a miles y miles de trabajadoras y trabajadores y jóvenes que festejaban en las calles de todo el país con banderas palestinas y carteles de repudio al genocidio del estado sionista de Israel. También fue un motivo de festejo para los millones que en el mundo repudian y combaten a la ultraderecha de les Meloni, Abascal de Vox, Milei, Bolsonaro, o Trump.

El empantanamiento político de la segunda potencia capitalista de la UE

Lógicamente la ultraderecha francesa sólo ha recibido un golpe electoral. Y su derrota definitiva vendrá de la movilización de las y los trabajadores y la juventud combativa de Francia. Tampoco podemos abrir expectativas en el Nuevo Frente Popular (NFP) que está integrado por la izquierda reformista como el Partido Socialista (PS) que ya gobernó ajustando al pueblo trabajador. También están la Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, el Partido Comunista (PC) y las direcciones de las centrales obreras. Ninguno fue hasta el final en 2023 en la lucha para derrotar a Macron y su reforma previsional. Se negaron, por ejemplo, a convocar a una huelga general cuando millones estaban en las calles.

Ahora el NFP quiere utilizar su primer lugar electoral para negociar tener el primer ministro para cogobernar con Macron, la centro derecha liberal que lleva seis años gobernando contra la clase trabajadora, la juventud y los sectores populares. Lo que significaría un nuevo gobierno de colaboración de clases al servicio de las multinacionales. ¿Qué va a quedar del programa del NFP que se comprometía retirar muchas de las medidas antiobreras de Macron?

Pero hasta ahora no se resuelve la formación de un nuevo gobierno. Predomina la crisis. Macron lanzó una provocativa carta diciendo “nadie ganó”. Lo que fue repudiado por el NFP que se considera ganador. Según la constitución de 1958, de la llamada Quinta República fundada por De Gaulle, el presidente puede designar a “dedo” al primer ministro. Pero la tradición democrática burguesa fue llevando a que se lo hiciera negociando con la primera mayoría parlamentaria. Se considera que esta crisis política es inédita en Francia. Se sospecha que Macron busca dividir al NFP y pactar con su ala derecha que es el PS, encabezado por Francois Hollande, ex presidente y actual diputado. Tampoco el NFP se pone de acuerdo en una propuesta. Mélenchon, que encabeza Francia Insumisa (LFI), el sector que más diputados logró en el NFP, reclama para ellos y en alianza con el PC, poner el candidato o candidata a primer ministro. Y por eso se retiró de las negociaciones.

Este enredo en las alturas del régimen político francés, muestra la dimensión de la crisis política en que está envuelta la segunda economía capitalista de la Unión Europea (UE), detrás de Alemania, y una de las mayores potencias imperialistas del mundo. En Francia puede pasar cualquier cosa políticamente. Esa es la gravedad de la crisis. Puede ser que finalmente Macron, pese a su debilidad, pueda formar gobierno con sectores de la izquierda reformista como también surgir un bloqueo parlamentario, tanto de parte del NFP como de Le Pen, o veto presidencial que haga que finalmente el mismo Macron tenga que dimitir y convocar a un adelantamiento de elecciones presidenciales, que están previstas para el 2027.

Las causas sociales de la crisis política

La crisis política muestra el descrédito que tiene el gobierno de Macron y toda la dirigencia política patronal de los anteriores gobiernos gaullistas (Sarkosy) o socialdemócratas (Hollande) que llevaron a una brutal caída del nivel de vida de las masas. La crisis política es la expresión de la aguda crisis económica y social. Se calcula, por ejemplo, que en Francia hay más de 4.600.000 personas que viven en situación precaria. Con unos 330.000 sin techo y que hay 15.400.000 de personas en riesgo de pobreza, (Datos Infobae, 1/2/2023).

Este descreimiento en los partidos políticos burgueses tradicionales es lo que también explica el lamentable crecimiento electoral de la ultraderecha. Este fenómeno político-electoral es el que también se ha expresado en otras partes del mundo, fruto de la decadencia y crisis del capitalismo-imperialista.

Pero la expresión más importante de la crisis social en Francia ha sido el crecimiento de las luchas obreras, juveniles y populares. Desde el movimiento de los Chalecos Amarillos (2018) contra el alza del costo de vida, hasta las acampes y marcha estudiantiles y juveniles de apoyo al pueblo palestino (2024), pasando por las importantes huelgas y marchas obreras contra la reforma previsional (2023) y las movilizaciones del sector del agro perjudicados por la crisis económica.

Más allá del resultado coyuntural de la actual crisis de indefinición del gobierno, la crisis social de fondo no tendrá solución, sea con un nuevo gobierno de colaboración de clases o con nuevas elecciones presidenciales, ya que por ley no pueden hacer nuevas legislativas hasta dentro de un año.

El camino para el pueblo trabajador y la juventud es retomar las movilizaciones en defensa de salarios y de las pensiones, contra las leyes de migración, en defensa de los sectores públicos como la salud y la educación y en defensa del pueblo palestino. Y en la perspectiva de lograr un verdadero cambio de fondo con un gobierno de las y los trabajadores.

Desde la UIT-CI consideramos que es imprescindible, para esas tareas, avanzar hacia la conformación de un reagrupamiento de fuerzas, en especial de las que se reclaman del trotskismo, para construir una nueva alternativa política unitaria, de independencia de clase, anticapitalista y socialista.

16/7/2024

Venezuela: organizaciones de izquierda llaman al voto nulo en elecciones nacionales

Las organizaciones que impulsan el llamado a votar nulo son el PPT/APR, el Partido Socialismo y Libertad (UIT-CI), Marea Socialista (LIS) y la Liga de Trabajadores por el Socialismo (FT), las cuales insistieron que independientemente de lo que suceda el 28J el ajuste económico y los gravísimos problemas de miseria del pueblo trabajador continuarán. En las elecciones compiten el oficialista Nicolas Maduro con la oposición de Plataforma Unitaria con el candidato Edmundo González Urrutia, promovido por María Corina Machado. Pero las organizaciones de izquierda opositoras fueron impedidas de presentarse a elecciones.

Corea del Sur: trabajadores de Samsung en huelga indefinida

Trabajadores de Samsung Electronics, el mayor fabricante de chips del mundo y la mayor empresa de Corea del Sur, han iniciado una huelga indefinida. El sindicato representa a unos 30.000 trabajadores, o el 24% de todos los empleados de Samsung. Las demandas del sindicato incluyen un aumento del salario básico del 5,6% para todos los miembros.
 
Gaza deja uno de los fines de semana más mortales desde el 7 de octubre

Las Fuerzas Armadas Israelíes (FDI) ejecutaron el sábado un ataque con cinco misiles y cinco bombas que causaron al menos 90 muertos. El domingo, Israel atacó una escuela de la UNRWA. Según el Ministerio de Salud de Gaza, son ya 38.664 personas palestinas las que han muerto desde el 7 de octubre de 2023 y 89.097 han resultado heridas.

Pese a todo esto la heroica resistencia palestina continúa y genera crecientes conflictos dentro de Israel, además de la enorme solidaridad popular mundial. ¡Basta de genocidio en Gaza! ¡Por Palestina libre del río hasta el mar!
 


Escribe Prensa UIT-CI

11/7/2024. El 11 de julio se cumplieron tres años de las grandes movilizaciones de 2021 con las que el pueblo cubano demostró el descontento contra la política hambreadora que impone la dictadura del Partido Comunista a través del gobierno de Díaz Canel. 

Entonces miles salieron a las calles a protestar contra un plan de ajuste del gobierno que se llamó “Tareas de Ordenamiento”. Las consecuencias fue el aumento de la escasez que llevó a que el pueblo cubano hiciera colas interminables para conseguir comida o medicamentos, mostrando el deterioro del servicio de salud, que antes era de primer nivel.

El gobierno de Díaz Canel y el Partido Comunista de Cuba (PCC) dijo que las protestas eran “orquestadas y financiadas desde los Estados Unidos”. Esto no era cierto. Desde ya que el imperialismo quiere utilizar las protestas a su favor. Pero las causas de fondo de las protestas estaban en la política ajustadora aplicada en enero 2021, por el gobierno cubano que profundizó la desigualdad social. Las protestas populares del 11J fueron totalmente genuinas. La gente salió a las calles porque ya no aguanta más la pobreza, el grave deterioro de su nivel de vida. Desde ya que el imperialismo tiene su cuota de responsabilidad en la crisis social cubana por su histórico bloqueo. Pero el bloqueo, que siempre repudiamos y combatimos, es solo un elemento, pero no la causa fundamental de la grave situación social que padece el pueblo cubano. 

El bloqueo, instaurado en los años ’60, fracasó por la resistencia del pueblo cubano y el apoyo en el mundo a la revolución cubana. Hoy en día es muy limitado y parcial. Desde hace décadas Cuba tiene relaciones comerciales y políticas con casi todos los países del mundo. Tal es así que desde los años ’90, de la mano de Fidel y Raúl Castro, se fue facilitando la inversión privada extranjera a través de empresas mixtas con las multinacionales, en especial de la Unión Europea y Canadá. El PCC, siguiendo el camino marcado por China, restauró el capitalismo en la isla(1). Esta es la triste verdad. Ese es el verdadero marco económico social que explica el inédito estallido social del 11 de julio de 2021.

Lo que hizo prender la mecha no fue una “conspiración imperialista” sino el brutal ajuste que aplicó el gobierno cubano en enero de ese año. El salario mínimo mensual pasó de 500 pesos (20 dólares) a 2.100 (87 dólares), pero los precios de los alimentos, el gas, la luz y el transporte se incrementaron muy por arriba del aumento salarial. En esos meses se desató una mayor inflación y comenzó la especulación capitalista con el dólar, lo que derivó en una devaluación de hecho que terminó de licuar el salario, ya de por sí miserable. Lo cual produjo una mayor escasez. 

Todo esto terminó estallando el domingo 11 de julio en el pueblo de San Antonio de los Baños, a 38 kilómetros de La Habana, y se extendió rápidamente a otras ciudades y a la misma capital. Miles salieron a las calles a reclamar por comida, medicamentos y a repudiar al gobierno y su ajuste 

Desde el 11 de julio de 2021, miles de personas fueron arrestadas y otras tantas judicializadas. Al día de hoy 297 personas están privadas de la libertad, con condenas de varios años de prisión(2). La persecución y el amedrentamiento es una moneda corriente, como sucede con las intelectuales Alina Bárbara López y Hernández y Jenny Pantoja, quienes son encarceladas cuando se movilizan pacíficamente en Matanzas(3)

A pesar de la creciente criminalización, que aún sostiene presos y judicializados a decenas de activistas, intelectuales y artistas; la movilización continúa. El descontento se manifestó en las movilizaciones contra los apagones y la falta de energía eléctrica como sucedió en septiembre y octubre de 2022, luego de cortes de luz de más de 30 horas producto de la falta de inversión y mantenimiento en el sistema eléctrico. En marzo de 2024, y al grito de “corriente y comida”, cientos de mujeres y niños se movilizaron contra la falta de energía y contra los planes hambreadores en Santiago de Cuba y otras localidades como Granma y Bayamo. 

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) apoyamos la movilización del pueblo trabajador de Cuba y rechazamos la represión de la dictadura. Exigimos la inmediata libertad de todas las presas y presos y la inmediata anulación de los juicios. Llamamos de la más amplia solidaridad internacional con las movilizaciones que, lejos de “ser organizadas por el imperialismo” –como afirma el gobierno para desplegar la represión-, son legítimas expresiones del hartazgo del pueblo cubano que no se está dispuesto a pagar la crisis. 

Los socialistas revolucionarios apoyamos el derecho a la movilización y rechazamos la criminalización y represión de la protesta impuesta por el gobierno. Las luchas deben continuar hasta derrotar a la dictadura que, en nombre de un falso socialismo, aplica un ajuste capitalista contra el pueblo trabajador. ¡Libertad ya a los presos políticos!

Como aporte a las enormes tareas de lucha y solidaridad anunciamos la próxima publicación de una segunda edición digital del libro «Cuba 11J. Perspectivas. contrahegemónicas de las protestas sociales», coordinado por el joven historiador Alexander Hall Lujardo(4). Esta nueva publicación será editada de manera conjunta por la red Marx21 (Corriente Socialismo Internacional-IST) y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI), sumando un artículo sobre el ayer, hoy y mañana de Cuba, de Miguel Sorans y Pablo Almeida, dirigentes de Izquierda Socialista, de Argentina, y de la UIT-CI(5).

Esta y otras iniciativas son un aporte para la difusión de las luchas sociales en la isla, como así también un aporte al debate para la organización y la construcción de una alternativa política de la izquierda anticapitalista y socialista revolucionaria de quienes hoy buscan derrotar al ajuste capitalista y la represión de la dictadura del partido comunista cubano. Para que la crisis no la paguen los trabajadores, ¡Por el camino del Che Guevara, retomemos la pelea por una Cuba verdaderamente socialista con plena libertades democráticas para el pueblo trabajador!

Referencias: 

1 – Ver artículos de Mercedes Petit referidos al tema en Correspondencia Internacional Nº 30 y 31
2 – «Argentina: El FIT-U se reunió con el embajador de Cuba por los presos políticos»
3 – ¡Libertad ya a las intelectuales cubanas Alina Bárbara López Hernández y Jenny Pantoja!
4 – Ver entrevista al autor en “En Cuba existe un colapso energético y una crisis sistémica multidimensional”
5 – Miguel Sorans. Dirigente de Izquierda Socialista, de Argentina, y de la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI). En 1979, integró la Brigada Simón Bolívar, que combatió en Nicaragua, junto a los sandinistas contra la dictadura de Somoza. Encabezó la toma de la ciudad-puerto de Bluefields en la Costa Atlántica. Escribió, junto a Simón Rodríguez Porras, el libro “¿Por qué fracaso el chavismo?”, editorial Cehus. Escribe en El Socialista (www.izquierdasocialista.org.ar) y en Correspondencia Internacional (www.uit-ci.org). Pablo Almeida. Dirigente de Izquierda Socialista, de Argentina. integrante de la UIT-CI, y Legislador electo en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad (FIT-U) en la Ciudad de Buenos Aires. Es delegado General de las y los trabajadores del Ministerio de Economía, nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Como integrante de la UIT-CI formó parte de una delegación en la caravana internacional qué en julio de 2022, desde Costa Rica, intentó ingresar a Nicaragua exigiendo la libertad de las personas detenidas por enfrentar a la dictadura de Daniel Ortega. Siendo legislador en 2021 viajó a Cuba para fortalecer los vínculos con distintos sectores de la Izquierda Crítica.

Escribe Miguel Sorans, dirigente de Izquierda Socialista, de Argentina, y de la UIT-CI

En la segunda vuelta de las legislativas del 7 de julio, se produjo la gran sorpresa, la ultraderecha de Marine Le Pen que esperaba ganar las elecciones y pretendía lograr la mayoría absoluta para llegar al gobierno, sufrió una inesperada y contundente derrota electoral. El golpe recibido fue muy grande. En boxeo se diría “cayó a la lona”. Pasó de un primer puesto, de la primera vuelta, a quedar en tercer lugar.

El primer lugar, lo obtuvo la izquierda del Nuevo Frente Popular (NFP), que, según los resultados oficiales definitivos hasta ahora, ha logrado 182 diputados en la nueva Asamblea Nacional, donde tenía 153. En segunda posición quedó la oficialista Ensemble (Juntos) de Emmanuel Macron con 168, muchos menos que los 250 que tenían. Y tercero, el Reagrupamiento Nacional (RN) de Le Pen, que ya se creían ganadores, con 143 diputados.

De esta forma se les atragantó el festejo a la ultraderecha francesa y mundial. Se le atragantó no solo a Marine Le Pen y su candidato Jordan Bardella, a quien ya veía como primer ministro, sino también a la Meloni de Italia, a los Bolsonaro, Milei, a los fachos de Vox del estado Español, a los de Chega de Portugal y al mismo facho, racista y misógino de Trump.

La alegría se trasladó a miles y miles de trabajadoras y trabajadores y jóvenes que festejaban en las calles de Francia, en especial en la Plaza Stalingrado de Paris, que rememora la gran batalla de la Segunda Guerra Mundial donde empezó a ser derrotado Hitler y el Tercer Reich. Allí estaban la juventud con las banderas palestinas y carteles de repudio al genocidio del estado sionista de Israel. Allí estaban miles de las y los que habían protagonizado las huelgas y marchas masivas, en 2023, contra la reaccionaria reforma previsional de Macron.

Justamente fue su vuelco masivo a votar, lo que dio por tierra el posible triunfo electoral de la ultraderecha. La segunda vuelta tuvo una participación récord de 67,1%.

En las elecciones para el parlamento de la Unión Europea (UE) del 9 de junio, se había expresado un voto castigo a los gobiernos capitalistas, tanto de centro derecha (Macron) como de centro izquierda (la socialdemocracia del estado español o Alemania). Se expresó con una gran abstención y un alto voto equivocado a sectores de derecha liberal (Alemania) y de la ultraderecha (Francia e Italia). En Francia ya se daba como un hecho que la ultraderecha iba a consolidar esa tendencia con lo que se vaticinaba como “triunfo histórico” de Marine Le Pen. Su fracaso dio por tierra con ese pronóstico y mostró que la clase obrera francesa y su juventud combativa y pro palestina, no están derrotadas.

También frenó o relativizó la tendencia electoral hacia la ultraderecha, la elección del Reino Unido del 4 de julio. Allí el Partido Laborista (PL), la centroizquierda inglesa, barrió con 14 años de gobierno de los conservadores herederos de Margaret Thatcher. Fue la derrota electoral más dura del Partido Conservador en su larga historia de gobiernos imperialistas. Sabemos que el Partido Laborista es parte de una centroizquierda que ya ha gobernado al servicio de la burguesía imperialista británica, con Tony Blair, entre otros. Pero lo importantes es que millones de trabajadoras y trabajadores ingleses castigaron a la derecha conservadora con un voto castigo, en este caso al PL, no a una variante de ultraderecha, reflejando en forma distorsionada las grandes huelgas que fueron protagonizando entre 2022 y 2023. En enero del 2024, por ejemplo, se produjo una histórica huelga de médicos.

En Francia el otro gran perdedor, además de la ultraderecha de Le Pen, es Macron y su gobierno de centro derecha, por más que logró salir en segundo lugar. Ya en las europeas y en la primera vuelta, no pasó del 20 por ciento. Pagando así la política antiobrera, antipopular y represiva de su gobierno como la reforma de las pensiones, violencia policial, persecución a los migrantes y apoyo al genocidio de Israel al pueblo palestino.

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) también sabemos que muchas y muchos votantes al NFP lo hicieron con la nariz tapada, para parar a Le Pen y a la ultraderecha, Esa coalición de centroizquierda, de izquierda reformista, no es parte de la solución sino del problema, algunos de los miembros que hoy figuran en sus listas han estado en el gobierno o incluso han sido presidentes como François Hollande, del Partido Socialista (PS) gobernó para las multinacionales y los grandes empresarios contra la clase trabajadora. Tal cual lo hacen otros supuestos gobiernos de izquierda como en el estado español el de Pedro Sánchez (PSOE) o el alemán de Olaf Scholz (PS). Por otro lado, los demás integrantes del NFP, junto al PS, como la Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Melenchon, el Partido Comunista (PC) y las direcciones de las centrales obreras, no fueron hasta el final en 2023 en la lucha por derrotar a Macron y su reforma previsional. Se negaron, por ejemplo, a convocar a una huelga general.

Ahora quieren utilizar su triunfo electoral para pactar con Macron ir a un gobierno compartido, reclamando tener el primer ministro. O sea, integrarse a un gobierno capitalista (“cohabitar”). La historia ya ha demostrado, en la misma Francia (con François Mitterrand-PS, presidente de la República Francesa desde 1981 hasta 1995), que los gobiernos de conciliación de clases terminan aplicando los mismos planes de recorte y ajustes contra el pueblo trabajador.

Desde la UIT-CI, como corriente internacional de izquierda trotskista, creemos que la única salida para las y los trabajadores de Francia, es preparase para continuar la lucha y sus movilizaciones.  Tanto para derrotar definitivamente el peligro de la ultraderecha como para enfrentar al gobierno de Macron y sus futuros aliados, que seguirán intentando aplicar nuevos ataques al nivel de vida de las masas y la juventud.

Las elecciones no cerrarán la grave crisis política burguesa que existe en Francia. Será imprescindible volver a las movilizaciones en defensa de salarios y de las pensiones, contra las leyes de migración, en defensa de los sectores públicos como la salud y la educación y en defensa del pueblo palestino.

Desde la UIT-CI llamamos al voto crítico, en la segunda vuelta, a los candidatos del NFP para parar a la ultraderecha. Y en las circunscripciones en las que la elección era entre Macron y Le Pen propusimos el voto nulo o la abstención. Estuvimos codo con codo con esos compañeros y compañeras que han salido a las movilizaciones y al voto contra Le Pen y la ultraderecha. Ahora es necesario avanzar hacia la conformación de un reagrupamiento de fuerzas, en especial las que se reclaman del trotskismo, para construir una alternativa política anticapitalista y socialista, tomando la experiencia del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT-U) de Argentina. Una nueva alternativa unitaria, de independencia política de clase, al servicio de las luchas, que levante un plan económico obrero y popular de urgencia ante la crisis y que luche en la perspectiva de un gobierno de los y las trabajadoras.

08/07/2024

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