Escribe José Castillo

Al mismo tiempo que se estaba produciendo la feroz represión en la planta de Florida, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich salió diciendo: “Lo único que hacen los grupos de izquierda es cerrar fábricas” (Cronista, 14 de julio). Al rato, también se expresó en la misma dirección el ministro de Trabajo Jorge Triaca: “Por culpa de la izquierda terminan cerrando muchas fábricas” (Ámbito Financiero, 14 de julio). El burócrata Rodolfo Daer ya venía expresándose en términos parecidos, cuando sostuvo unos días antes que el conflicto era por culpa del “sectarismo de la comisión interna”.

Escribe Guido Poletti

El ex secretario de Comercio y jefe de la patota del Indec, Guillermo Moreno, volvió a las andadas. En una entrevista televisiva retornó con sus viejos dichos de que, durante el kirchnerismo, la pobreza se redujo al 5% (“menos que en Alemania”, ilustró). Por supuesto, lo refuta la realidad, se mire por donde se mire. Pero lo interesante es preguntarse cómo llegaba a ese número. Lo hacía a partir de tomar en cuenta el índice de inflación truchado que, mes a mes, fue publicando el Indec desde enero de 2007.

Julio De Vido sigue amparado en sus fueros parlamentarios para no responder ante los hechos de corrupción. Este miércoles se reúne una comisión parlamentaria para tratar el tema.

De Vido es responsable de graves delitos de corrupción por los que debería estar preso. El Frente de Izquierda ha presentado un proyecto para lograr su inmediato desafuero. Estamos en contra de que De Vido continúe amparándose en fueros parlamentarios de privilegio. Los fueros deben ser para que todo diputado no sea perseguido por sus opiniones, sus actos políticos o su apoyo a una lucha justa, no para tener impunidad ante casos aberrantes como estos.

Las políticas de Macri siguen dejando un tendal de dramas sociales, a los que se suma ahora esta nueva ola de despidos. Cristina se presenta como la que va a “frenar el ajuste”, si la votan a ella. La realidad no es así. La única salida es el Frente de Izquierda.

Escribe Gabriel Massa

Una parte importante del plan de ajuste de Macri es avanzar con la flexibilización laboral. La represión a los trabajadores de PepsiCo estuvo al servicio de esto: apoyar a una empresa multinacional que cierra una planta para liquidar las conquistas y organización sindical y pasar a producir en otra en condiciones de mayor precarización y explotación.