Mientras para el gobierno “no hay pérdida salarial”, las cifras y la realidad demuestran todo lo contrario. Fruto de la devaluación de enero, el aumento sideral de los alimentos (60% de la carne en un año), de las tarifas en el agua y el gas (que se van a extender a la luz según anunció De Vido) o el impuesto al salario que carcome los aguinaldos de cientos de miles de trabajadores, la pérdida del poder adquisitivo ha sido la más alta en los once años de gobierno. Se está cobrando la segunda cuota de los aumentos pactados en paritaria y la plata no alcanza. Con aumentos salariales del 27 a 30% ante una inflación proyectada superior al 40 por ciento, la rebaja es brutal. La precarización laboral también. La OIT señaló que en Argentina y Latinoamérica llegó al 46%. En Jujuy, por ejemplo, los municipales cobran entre 300 y 600 pesos mensuales, superexplotados a más no poder. En Tierra del Fuego se anuncian 3.000 despidos en la industria. A todo esto, el gobierno sigue destinando la plata que queda para pagar la deuda externa. En estos días se pagaron de las reservas del Banco Central US$ 239 millones. “Las reservas son para usarlas”, dijo Vanoli, titular de la entidad. ¡Para pagar una deuda usurera! Todo, por supuesto, bajo el lema del doble discurso “patria o buitres”.
Muchos gremios están reclamando un bono de fin de año. Pero para navidad falta mucho. ¡Hace falta un aumento de emergencia ahora! ¡Y que se reabran las paritarias!
Este miércoles hay un paro nacional de la Asociación Bancaria contra el feroz recorte que les efectúan por el impuesto a las Ganancias. Las mujeres de ese gremio, además, cobran un 20% menos que los varones. Anunciando un nuevo paro bancario de 48 horas para noviembre. Pararon este martes y miércoles los docentes bonaerenses. Hay paro nacional de ATE este jueves. Pararon por tiempo indeterminado los municipales de Jujuy exigiendo la libertad de dos compañeros detenidos (ver páginas centrales) en lucha por salario y contra la precarización. Vienen de dos paros los estatales de Tierra del Fuego y de 24 horas los docentes de Adosac Santa Cruz. Y si quienes tienen necesidad de luchar no lo están haciendo, no es porque consientan la grave situación salarial, sino porque no tienen dirigentes sindicales a la altura de las circunstancias. Caló de la CGT oficial solo se “preocupa” por pedir los Repro (parte del salario que paga el estado a las patronales) ante los despidos y suspensiones. Hasta Yasky de la CTA kirchnerista ha mostrado preocupación por la situación, pero no mueve un dedo.
Quien ha mostrado un grado de complicidad absoluto es Hugo Moyano de la CGT opositora. No ha hecho más nada luego del paro general del 28 de agosto. Le ha puesto paños fríos a cualquier voz que se levante reclamando la continuidad. Se ha reunido con Macri y otros políticos patronales. Moyano alerta que el próximo gobierno “tendrá que ajustar” (políticos que este mismo dirigente avala, sea Macri, Scioli o Massa), pero no hace nada ahora ante el ajuste que está en curso. Habla de un “bonus” para fin de año de $4000 que la Unión Industrial estaría dispuesta a otorgar. No porque la UIA represente a “patrones buenos”, sino para intentar descomprimir una situación que se puede tornar más difícil si no hay respuestas. Pero ese monto será pagado “empresa por empresa”, sin que Moyano reclame que sea para todos los trabajadores. Además de reunirse con burócratas oficialistas hablando de la “reunificación” del movimiento obrero para 2015.
Quien no da respuestas es el gobierno nacional. Tampoco los gobernadores e intendentes. Sean oficialistas u opositores. En referencia a un pedido de compensación anual, el jefe de Gabinete Jorge Capitanich (devenido en candidato a intendencia en Chaco), ha dicho “no promovemos ni propiciamos medidas de esa naturaleza”. Quiere decir que los maestros, enfermeros, médicos, miles de beneficiarios de planes sociales y a quienes se les cobra el impuesto a las Ganancias, no pueden esperar nada de este gobierno “nacional y popular”. La única que queda es salir a luchar. Denunciamos a la CGT Moyano, y a Barrionuevo, por firmar una tregua de hecho con el gobierno y las patronales. La CTA Micheli ha anunciado una marcha para el próximo 20 de noviembre. Llamamos a concurrir a la misma como parte de un plan de lucha nacional, exigiendo un nuevo paro general de 36 horas con movilización. Bajo un claro programa como parte de un plan de lucha nacional: aumento salarial de emergencia para todos. Prohibición de despidos y suspensiones. Abajo el impuesto al salario. No a la precarización laboral. Plata para salario, trabajo, salud y educación, no para la deuda. Basta de perseguir a los que luchan, como a los municipales de Jujuy. Desprocesamiento a los más de 6.000 luchadores sociales. No al desafuero de los ferroviarios del Sarmiento.