May 06, 2024 Last Updated 3:08 PM, May 3, 2024

El Defensor de la Tercera Edad, Doctor Eugenio Semino, junto a agrupaciones de personas mayores de todo el país, llaman a realizar un “Ruidazo el sábado 20 de marzo a las 20” con la consigna ¡Qué la consigan! El llamado exige la vacunación para los grupos de riesgo antes de la llegada del frío y de una nueva ola de Covid. “No queremos morir en silencio”, dicen los convocantes en un reclamo dramático al gobierno.

Este ruidazo es parte de un movimiento mundial de protestas que crece reclamando contra la falta de vacunas. Es inadmisible que mientras apenas el 4% de la población de Argentina ha sido vacunada, se dé el vacunatorio VIP para los amigos del gobierno o se produzca en el país la vacuna AstraZeneca que luego se manda a otros países.

Este malestar por la falta de vacuna se suma al repudio más general contra el avance de la pobreza, los bajos salarios y jubilaciones, la inflación y otros males sociales. Lo demostró el pueblo formoseño contra el gobernador peronista Gildo Insfrán o el de Chubut contra la megaminería.  

Desde Izquierda Socialista en el FIT-Unidad nos sumamos a la convocatoria del “Ruidazo”. Exigimos al gobierno del Frente de Todos que haya vacunas para todas y todos, esencialmente para los mayores en riesgo y los más vulnerables, trabajadores de la salud, docentes, trabajadores esenciales, etcétera, sin privilegios.

No se puede argumentar que faltan vacunas. Que los 18 millones de dosis de vacuna que Argentina produce por mes para la multinacional AstraZeneca -a través del laboratorio AbsXience del empresario ligado al gobierno, Hugo Sigman (Grupo Insud)- en Provincia de Buenos Aires, y que luego se envían a México, se queden en el país para cubrir las necesidades locales y también para distribuir al resto de Latinoamérica. Que esas dosis sean parte de un plan de producción nacional de emergencia para producir millones de vacunas, en laboratorios públicos y privados, apelando a toda la tecnología local, científicos, universidades e infraestructura y en coordinación con otros países. El gobierno debe intimar al Grupo Insud a que lo haga y ceda la formula, bajo apercibimiento de estatización.

Estamos frente a una catástrofe humanitaria mundial. No se puede tolerar la irracionalidad capitalista donde las multinacionales farmacéuticas y laboratorios con la complicidad de todos los gobiernos y la Organización Mundial de Comercio (OMC) se aprovechan de la pandemia para multiplicar sus ganancias, acaparar la vacuna y no producirla masivamente. Decimos no a las patentes de vacunas y medicamentos y tratamientos para el Covid, como también lo vienen reclamando Médicos Sin Fronteras y distintas organizaciones en el mundo.

Ese es el camino, suspender la vigencia de las patentes e impulsar la producción mundial y nacional de vacunas e insumos, como lo expresa el proyecto de ley presentado por nuestro diputado nacional Juan Carlos Giordano (Izquierda Socialista/FIT-U).

Tenemos que seguir impulsando distinto tipo de acciones y protestas genuinas para que haya vacunas para todas y todos y enfrentar la pandemia. Nos sumamos al Ruidazo convocado para el próximo 20 de marzo a las 20, llamando como dicen los convocantes “a hacer ruido desde tu casa, ventana o balcón, tocando bocina o aplaudiendo para que le llegue la vacuna a quienes verdaderamente la necesitan”, como parte de la salida de fondo que seguimos reclamando.

Escribe Adolfo Santos

La pandemia ha generado una verdadera calamidad humanitaria. Nos acercamos a los 3 millones de muertos, cerca de 120 millones de infectados y anuncian la aparición de nuevas cepas de Covid-19 más agresivas. No hay solución mágica para salir de esta crisis, necesitamos urgentemente de la liberación de las patentes para iniciar una vacunación masiva y combatir este flagelo.

Ante esa catástrofe, un puñado de multinacionales farmacéuticas y laboratorios están privando a millones del derecho esencial a curarse al imposibilitar, protegidos por la existencia de las patentes, la producción a gran escala de las vacunas. El capitalismo generó esta pandemia y es el mismo capitalismo imperialista el que impide la cura masiva merced a las patentes que aseguran a las empresas la exclusividad para producir y vender lo que es el resultado del conocimiento científico y técnico acumulado durante décadas por investigaciones en universidades, hospitales e institutos de todo el planeta y financiadas con presupuestos públicos. Se trata de la apropiación privada por parte de las multinacionales de descubrimientos e inventos que son patrimonio de la humanidad.

La pandemia, también, demostró el fracaso de la organización capitalista de la salud pública. Todos los países, aún los más desarrollados, se han visto desbordados después de haber recortado absurdamente los presupuestos de ese sector.

Es inadmisible que, en medio de una pandemia, sea el CEO de una multinacional farmacéutica el que determine cuánto se va a producir, a qué precio y a quién se le va a vender. Peor aún, que esas mismas empresas exijan a los gobiernos, incluido el de Argentina del Frente de Todos, la promulgación de leyes que le aseguren una política de confidencialidad de los contratos en cuanto a precios y pagos, el secreto de los procedimientos de fabricación, la extraterritorialidad jurídica y la inimputabilidad por efectos indeseados.

Fortalecer la campaña por el fin de las patentes

Desde Izquierda Socialista y el FIT-Unidad, nos oponemos a esas medidas que protegen a los grandes empresarios a costa de la salud de la humanidad, por eso votamos contra el proyecto de ley para proteger las multinacionales farmacéuticas presentado por el gobierno de Alberto Fernández. Ante una crisis humanitaria como la que ha generado la pandemia, defendemos la libre cooperación internacional en función de las necesidades sociales de los pueblos del mundo, sin patentes, que permita que la vacuna se produzca masivamente para llegar a todos y todas sin distinción.

La lucha contra las patentes tiene antecedentes. Nelson Mandela, desde el gobierno sudafricano, promulgó una ley en 1997 que suspendía las patentes para poder producir medicación anti SIDA. En el cambio de siglo, el ministro de Salud de Brasil, José Serra, desconoció las patentes que limitaban la producción de remedios contra el SIDA. En 2001 hizo lo mismo el acérrimo defensor de las patentes, Estados Unidos, acompañado por Canadá. Fue en ocasión de la llamada crisis del ántrax que ambos países suspendieron la patente de la Bayer alemana para poder producir ciprofloxacina el remedio necesario para combatir esa infección mortal.

Saludamos las distintas campañas que vienen impulsando diferentes organizaciones, como por ejemplo -y entre otras- Médicos Sin Fronteras, para que “no haya patentes médicas y que las vacunas, medicamentos y diagnósticos para el Covid-19 lleguen a todas las personas”. India y Sudáfrica, apoyadas por 99 países -con el rechazo de los países imperialistas- han reclamado ante la Organización Mundial de Comercio que se aplicara el inciso que permite la quiebra de patentes en caso de catástrofe humanitaria. Es tal la magnitud de la crisis humanitaria que se está instalando por causa de la vigencia de las patentes que el mismo secretario general de la Organización Mundial de la Salud Tedros Ghebreyesus se ha pronunciado en rueda de prensa en el mismo sentido hace pocos días.

Nos sumamos a esas voces y exigimos que los gobiernos dejen de ser cómplices de las multinacionales y exijan la inmediata exención de patentes, de métodos de diagnóstico, tratamientos y vacunas mientras dure la pandemia. Desde Izquierda Socialista hemos asumido la campaña internacional lanzada por la UIT-CI (Unidad Internacional de las y los Trabajadores-Cuarta Internacional) contra las patentes. En plazas, barrios y locales de trabajo hemos recogido miles de firmas que respaldan esta imprescindible petición. Además, junto al FIT-Unidad nos hemos posicionado en el mismo sentido mediante una extensa declaración pública.  

El gobierno peronista de Alberto Fernández, en sintonía con los antecedentes históricos mencionados, debe suspender la vigencia de patentes e impulsar la producción nacional de vacunas e insumos, como lo expresa el proyecto de ley presentado por nuestro compañero Juan Carlos Giordano, diputado por Izquierda Socialista en el FIT-Unidad.

El 7 de marzo falleció Lucía Incorvaia, integrante de nuestra corriente morenista desde 1973 en que, siendo muy joven, comenzó a concurrir a las reuniones del local del PST en Pompeya. Proveniente de una familia obrera de Gerli, fue la compañera de toda la vida de nuestro camarada Pablo “Masa” Bernat. En la clandestinidad de la dictadura genocida, templó su militancia revolucionaria. Fue sostén de su compañero, expuesto por la lucha sindical, quien siempre recuerda que Lucy lo salvó de caer en manos de un grupo de tareas. Se desarrolló como militante y participó en las jornadas de Puente Pueyrredón, compartió las luchas de las madres de Kosteki y Santillán, acompañó a las Madres del Dolor y también a los casos de gatillo fácil. Participó en la creación de Familiares Vecinos y Amigos contra la impunidad en democracia (Favelcid) y en Avisar con sobrevivientes de la Masacre de Cromañón.

En los últimos años su salud se había debilitado y estaba en tratamiento médico. Un síncope seguido de muerte súbita se la llevó. Sus compañeros mucho más jóvenes de militancia dejaron dos expresivos testimonios. Gastón dijo: “Con toda claridad es la compañera más honesta, sincera y solidaria que conocí”. Ivana, por su parte, “la recuerdo empática, solidaria, contenedora, incansable[…] ella brillaba con su actitud frente al dolor humano [...] lo politizaba […] hay momentos de la vida y la militancia en donde mujeres trabajadoras y luchadoras te marcan el camino, te enseñan la moral revolucionaria, la honestidad política y la belleza de la solidaridad”. Saludamos afectuosamente a su compañero Masa, su hijo Pablo, nietos y familiares. ¡Lucía, hasta el socialismo siempre!

Regional Sur

 

Escribe Laura Marrone, legisladora (m.c.) de CABA por Izquierda Socialista/FIT Unidad

El 4 de marzo se fue un pedazo de nuestra historia. Nos dejó Dora Falco, madre de la desaparecida Dorita Falco, estudiante del profesorado de primaria en el Normal 3.

Junto con su compañero y padre de sus hijas, Dora fue de esas madres que golpearon puertas de cuarteles, despachos e iglesias buscando a su hija durante la dictadura militar. De las que hacían la ronda de los jueves cuando ponían en peligro sus propias vidas.

En la década del ’80 Dora ingresó al histórico MAS de Nahuel Moreno. Y fue la voz de las Madres en nuestros actos. Siendo ya grande, desarrolló una oratoria apasionada, expresión del amor a su hija y a todos los jóvenes que seguían luchando por las causas sociales como lo había hecho ella.

En la década del ’90 Dora, ya alejada de nuestro partido, comenzó una nueva militancia, recorría las escuelas de nuestra ciudad llevando la lucha por la Memoria, Verdad y Justicia a las nuevas generaciones. Cada 24 de marzo deambulaba hablando con niños de inicial y primaria con su pañuelo blanco. Eran tiempos en que la lucha por la memoria no era política de Estado y hablar de estos temas en las escuelas era de una audacia sorprendente. Dorita se sentaba en medio de los salones de actos rodeada de niños en el suelo y comenzaba un relato tan amoroso que, a pesar de ser terrible, llegaba a los corazones con un mensaje de lucha por la justicia.

Dorita dejó a sus hijas y nietos un mensaje de vida que trascendió a su propia familia. Quienes la conocimos hoy quisiéramos abrazarlos a todos, de cuerpo presente. ¡Hasta la victoria siempre, Dorita!

 

Otro 24 de marzo. Como todos los años es una cita de honor. Nos convoca el grito de siempre: ¡no olvidamos, no perdonamos, no nos reconciliamos! Allí estaremos, junto a los que nunca se dejaron cooptar: los organismos de derechos humanos, los sindicatos combativos, los centros de estudiantes, las organizaciones barriales y de desocupados y los partidos de izquierda que conformamos el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Luchando por la memoria de los 30.000. Exigiendo justicia, contra la impunidad que vergonzosamente, sigue existiendo para tantos genocidas. Denunciando al gobierno, que, como todos los anteriores, se niega a abrir los archivos de la dictadura. Exigiendo cárcel común para los genocidas, muchísimos de los cuales están cómodamente en sus casas.

Pero, también, y esto es lo que distingue al Encuentro Memoria Verdad y Justicia, vemos a los Derechos Humanos en su conjunto. Gritamos, denunciamos, contra el ajuste, la represión y la impunidad no sólo de ayer, sino también de hoy. Porque en nuestra memoria está que el genocidio fue para imponer un feroz plan de ajuste, amparado por el FMI y del cuál surgió la inmoral e ilegal deuda externa. Pero también que todos los gobiernos que vinieron después de 1983 siguieron pagándola, imponiendo más hambre y miseria al pueblo trabajador y reprimiendo a los que salieron a luchar. Todos, sin excepción, por más doble discurso que se nos quiera vender. Todos, incluso hasta hoy. Por eso denunciamos también, como hicimos con los anteriores, al actual gobierno de Alberto Fernández y Cristina, el que prioriza los acuerdos con los pulpos acreedores y el FMI mientras ajusta a los jubilados, el que desalojó con la fuerza bruta en Guernica, el que apoya al gobernador peronista Insfran que reprime en Formosa.

Los organismos de derechos humanos cercanos al peronismo kirchnerista ya hace una década y media que dividieron las marchas del 24 de marzo para transformar las suyas en actos oficialistas. Este año plantean no salir a marchar. No acordamos. Porque los derechos se conquistan en la calle, como demostraron en diciembre las mujeres, que consiguieron, con miles en las plazas, la legalización del aborto. 

Por eso, este 24, con barbijo, cuidando las distancias y con todas las prevenciones, otra vez tenemos que ser decenas de miles. Como siempre lo fuimos. Otro 24, sí, que volvemos a marchar porque con este gobierno, como con todos los anteriores, sigue la impunidad, el ajuste, la represión y la entrega.

Cárcel común a los genocidas. Basta  de domiciliarias 

Contra la impunidad, el ajuste y la represión  de ayer y de hoy  

Apertura de todos los archivos

Salud y vacunas y salud para todos

No al pago de la deuda externa. Fuera el FMI

Encuentro Memoria, Verdad y Justicia 

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