Nov 23, 2024 Last Updated 9:43 PM, Nov 21, 2024

Escribe José “Pepe” Rusconi

Hace 43 años, tres jóvenes compañeros del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), antecesor de Izquierda Socialista, compartían un departamento en la localidad platense de Tolosa. Sus nombres eran Mónica de Olaso (Moniquita) de 17 años, Alejandro Ford (el Negro) de 20 años, y Julio Matamoros (el Bocha), de 21 años. Ellos formaban parte de una célula (equipo) del partido. Era la época, bajo la dictadura, en que funcionábamos en la clandestinidad.  

Alejandro venía de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Había sido dirigente de esa organización de la Juventud Peronista en la Escuela de Bellas Artes, perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata. Era un excelente dibujante. Su hermano lo había convencido de la propuesta trotskista morenista y lo había ganado para el PST un tiempo antes del golpe. Posteriormente, entró a trabajar como obrero en el área de seguridad de YPF. Julio venía militando desde mucho tiempo antes en la Juventud Socialista. Era estudiante de derecho, un abnegado e incondicional militante, siempre con su semblante serio, que escondía un tremendo humor. Había entrado a trabajar en el Banco de Crédito Provincial de La Plata. Moniquita era muy jovencita, recién salida del secundario. Estaba en plena formación como militante y en pareja con Alejandro. Muy simpática y divertida. Completábamos la célula, mi compañera, Pelusa, y yo. 

El 12 de mayo de 1977, por la mañana, me encontré con otro compañero que me dijo que la noche anterior había ido al domicilio de ellos. Pero, al llegar, había visto movimientos extraños en la puerta y, posteriormente, personas con armas largas. Al conocer esta situación llamé al trabajo de Julio, donde me dijeron que no había ido. Llamé a su casa y su hermano me dijo, muy exaltado, que tampoco estaba. Él ya no vivía allí, pero el tono de su hermano lo decía todo. Dimos la alarma y tomamos todas las medidas de seguridad para evitar exponernos. Esa fue la última noticia que tuvimos de nuestros compañeros, que pasaron a engrosar la lista de desaparecidos de la dictadura. 

En el año 2013 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó tres cadáveres en una fosa común de indigentes en el cementerio de Ezpeleta (Quilmes). Eran ellos. Figuraban, falsamente, como integrantes no identificados de un grupo que había atacado la comisaría de esa localidad.  

La feroz represión de la dictadura se llevó las vidas de estos tres jóvenes militantes revolucionarios, llenos de ilusiones, que soñaban con un gobierno de los trabajadores para poder construir el socialismo sobre los escombros del capitalismo. Hoy nosotros continuamos la lucha y exigimos justicia. Por eso, en este nuevo aniversario decimos compañeros Alejandro, Mónica y Julio, ¡presentes! ¡Hasta el socialismo, siempre! 

 

 

En el marco de la cuarentena llevamos adelante una charla virtual con nuestra compañera Mercedes Petit, dirigente histórica de nuestra corriente. Somos conscientes de que la palabra “socialismo” tiene múltiples usos y que ha sido manchada por experiencias burocráticas, los crímenes del estalinismo y, más recientemente, por el chavismo venezolano. Por eso queremos compartir unos fragmentos de la intervención de Petit para clarificar nuestra posición socialista y revolucionaria.

Una salida de fondo

Ya que estemos haciendo una charla virtual en medio de una crisis sanitaria tremenda nos da una indicación, el virus se ha transformado en una calamidad planetaria y desnuda la responsabilidad del sistema capitalista imperialista. Un sistema completamente injusto y desigual que funciona para producir al servicio de las ganancias de los explotadores, de los propietarios privados, que viven y lucran explotando a las masas trabajadoras de todo el mundo. 

Nosotros proponemos una salida socialista. Decimos no va más el sistema capitalista, hay que destruirlo antes de que destruya a la humanidad. ¿Cómo lo concretamos eso? Cuando desde Izquierda Socialista hablamos de los cambios de fondo, con un gobierno de los trabajadores, nos referimos centralmente a tres aspectos.

Primero, expropiar a la burguesía, a las grandes multinacionales, los grandes empresarios. ¿Qué significa? Quitarles su propiedad de los medios de producción, la industria, la producción agrícola. Segundo, planificar esa nueva economía reorganizada por un Estado de los trabajadores. ¿Con qué prioridad? Nunca más la prioridad de la ganancia para los empresarios, ahora todo en función de satisfacer salud, vivienda y educación para los trabajadores y las masas. Esos serían los grandes objetivos del plan económico que siempre decimos que es necesario. Tercero, extender y coordinar estos cambios revolucionarios con los trabajadores y las masas de los países vecinos. 

Pensemos lo siguiente, Argentina y América latina, lo que conocemos. Si estuvieran unidas, coordinando con gobiernos obreros y socialistas, se podría cortar de cuajo el saqueo, la producción para la ganancia y las fronteras nacionales. 

Doy unos poquitos nombres. Expropiamos a la familia Odebrecht en Brasil, que es tan rica que logró corromper a varios gobiernos latinoamericanos, y no solo latinoamericanos. Al señor Slim, uno de los diez más ricos del mundo, que tiene Televisa, todo lo que es telecomunicaciones, acá los celulares Claro. A Paolo Rocca, de Techint. A Bulgheroni, empresario del petróleo, entre otras cosas. Y a las empresas extranjeras, las automotrices, las agroindustrias, los bancos. Así, casi de inmediato se podría poner en América latina una producción reorganizada de alimentos que permitiría rápidamente erradicar el hambre. La Argentina y Brasil, grandes productores de alimentos. Perú, para cambiar la dieta, nos aportaría todo tipo de pescados. Colombia y Costa Rica, café. Nos sacaríamos de encima las colosales ganancias de los exportadores actuales, y lo que quisiéramos exportar lo haríamos con un ente nacional al servicio de un plan central. Podríamos frenar el saqueo de los mares, que devasta el mar de Perú y Argentina. En términos de energía, no sería inmediato, pero se podría avanzar con todo en la búsqueda de energías renovables y, mientras tanto, tendríamos petróleo abundante y barato de Venezuela, México y Ecuador para todos. Sin hacer locuras como lo de Vaca Muerta y sin regalárselo a las multinacionales como está sucediendo actualmente en estos países. Tendríamos minerales de sobra de Chile y Bolivia. Vestimenta con la lana y el algodón de Centroamérica y Uruguay. Se podría empezar a construir y reconstruir el ferrocarril, que es el transporte más barato y limpio. Podríamos tomar medidas urgentes para proteger el Amazonas, frenar los desmontes, no devastar más bosques. Empezar a frenar en serio los estragos del cambio climático.

¿Se aplicó alguna vez?

Sí, se aplicó y funcionó. Fueron los primeros años de la revolución socialista en Rusia de 1917, los primeros seis años, cuando surgió la Unión Soviética. Gracias a estas medidas, fundamentalmente expropiación y planificación, se salió del tremendo atraso de un enorme país campesino, se ganó una cruenta guerra civil y se recuperó un país devastado por esa guerra. Y esto se hizo con una dirección revolucionaria internacionalista consecuente que era la de Lenin y Trotsky. Eran los bolcheviques que poco después se pusieron el nombre de Partido Comunista de la Unión Soviética. Funcionaban organismos obreros, democráticos, con los campesinos, que se llamaron soviets. 

Ese progreso, esos primeros pasos se frustraron, porque no se avanzó al tercero, no se extendió con nuevos triunfos de la revolución socialista en Europa, los países avanzados, que era donde Marx decía que tenía que empezar la revolución. Y la URSS fue copada por una burocracia, el estalinismo. Ahora, a pesar de esa burocracia ineficiente que buscaba sus privilegios y era represora, la URSS se transformó en la segunda potencia mundial.

Por eso nosotros insistimos, donde se expropió a la burguesía y se planificó, incluso con burócratas represores e ineptos, comenzó un progreso. Como se vivió en China desde los ’50, en Cuba desde los ’60. Ahora también decimos que esos procesos se detuvieron y retrocedieron al capitalismo otra vez. ¿Cómo lo explicamos? La vuelta al capitalismo en la ex URSS, el Este europeo, China y Cuba lo que demuestra es que el socialismo tiene que ser mundial, hay que extender la revolución y hay que construirlo sin burocracias reformistas y represivas, con libertad, con la iniciativa de los trabajadores y no con las dictaduras siniestras de partido único que lo que hacen es defender las fronteras nacionales, que es lo que tiene que abolir el socialismo para extenderse.

¿Cómo lograrlo?

Dialogando con activistas y trabajadores que acompañan al FIT Unidad y a Izquierda Socialista, que nos dicen “sería lindo, pero al capitalismo no hay cómo destruirlo, no se puede”.

¿Qué respondemos? No es fácil, pero se puede, no es una utopía. Con el capitalismo imperialista los trabajadores y las masas vivimos cada vez peor. Lo imposible y utópico es lograr progresar y tener un futuro con el capitalismo. Hay que destruir al capitalismo con la revolución socialista. 

¿Cómo avanzar ahora, desde el presente, hacia los cambios que den lugar al gobierno revolucionario que implemente el inicio de las medidas socialistas? ¿Qué hacer ahora?

Hay dos carriles. El primero, hay luchas, hay que desarrollar las luchas, acá y en el mundo. El capitalismo es mundial y la solución tiene que ser mundial. Luchan los trabajadores, la juventud estudiantil y precarizada, las mujeres conmueven al mundo con su movilización, hay un movimiento en defensa del ambiente. Nosotros decimos hay que impulsarlas, hay que unirlas, hay que solidarizarse con todas las luchas contra los gobiernos, contra los patrones, por libertades, por condiciones de vida, que muchas de esas se dan contra o desbordando a los burócratas sindicales que frenan y traicionan. 

El segundo carril: hay que construir una nueva dirección alternativa, el partido revolucionario, acá y en todos los países. Un partido que pelea y defiende la independencia política frente a todos los patrones y todos los gobiernos burgueses, que responda a la tarea electoral como hacemos con el FIT Unidad, pero sin crear falsas expectativas en el Parlamento, al estilo de los políticos burgueses y la socialdemocracia. Que convoque a la unidad de los revolucionarios con un programa por el socialismo y el apoyo a todas las luchas y causas justas.   

En ese camino es que llamamos a las luchadoras y los luchadores a que se sumen a este esfuerzo en la construcción de Izquierda Socialista. 

 

El viernes 10 de abril falleció Eduardo “Areco”, quien fue un gran militante y camarada de la corriente morenista. Ingresó en la década del ´60 en Bahía Blanca al entonces PRT. Inició su militancia en el movimiento estudiantil. Cuando se produjo la división con El Combatiente formó parte del PRT-La Verdad. Luego se sumó al Partido Socialista de los Trabajadores, donde militó antes y durante la dictadura. Más tarde integró el MAS hasta fines de la década del ´90. Tomó tareas en la organización del partido, viajaba por el país atendiendo a las regionales que se iban formando en los lugares más lejanos.  

Al conocer su fallecimiento, y a pesar de la cuarentena, compañeros de diferentes lugares del país le rindieron homenaje por las redes recordando su militancia abnegada y generosa. Con afecto, levantaron su puño para despedirlo.

Desde la dirección nacional de Izquierda Socialista le hacemos llegar a su compañera y a su familia nuestras condolencias. Compañero Areco: ¡hasta el socialismo siempre!

Con este número de El Socialista queremos comunicarles a nuestros lectores que estamos a obligados a aumentar el precio de tapa del periódico a 30 pesos debido a los altos costos de impresión que se vienen dando. A su vez comenzamos una nueva suscripción, por quince números a 400 pesos, para que puedan aprovechar. Si sos un suscriptor habitual te invitamos a renovarla y al mismo tiempo a suscribir a otra persona.

Aquellos que nos conocen, saben que nuestra organización, Izquierda Socialista, y el Frente de Izquierda Unidad son la voz de los trabajadores, las mujeres, la juventud y los jubilados. Queremos llegar con nuestras propuestas a cada rincón donde haya una compañera o un compañero que quiera luchar contra este modelo de ajuste. Que sepan que hay una alternativa propia de la clase trabajadora y de la izquierda, con propuestas para salir de la crisis económica y social que hoy se agudiza con el coronavirus. Contra los despidos, la represión, la violencia contra las mujeres y la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito. Contra la megaminería y el fracking que envenenan el ambiente.
Para difundir nuestra voz a favor de una salida obrera y socialista que termine con el capitalismo.

El 23 de febrero, a los 76 años, falleció el compañero “Coco” Pereyra. Histórico militante de nuestra corriente morenista. Su militancia arrancó en el PRT, en aquellos años en que nuestro partido empezaba a hacerse fuerte entre el activismo obrero. Soldador de oficio y luchador de nacimiento, dedico gran parte de su vida a la construcción del partido revolucionario, muchos desde su actividad sindical en la Uocra o como delegado en la fábrica Ferrum, peleando contra la burocracia de todo color y pelaje. En los últimos tiempos venía colaborando con Izquierda Socialista en la zona de Berazategui, donde vivía. Participando de reuniones, actos,  charlas o ayudando a dar cursos de marxismo. Fiel defensor de la moral y la tradición partidaria, siempre lo vamos a recordar por sus cálidas charlas y conversaciones sobre los años de militancia y las enseñanzas de Nahuel Moreno. Lo despedimos con mucho dolor y reivindicando su trayectoria, como militante de la clase obrera y el trotskismo. Compañero Coco: ¡Hasta el Socialismo siempre!

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

La suscripción del periódico impreso nos permite también seguir editándolo, ya que nos financiamos con nuestros propios aportes y del de los suscriptos.

 

Suscribite a la versión Impresa

Más Leídos