Facundo Moyano va de primer candidato a Diputado Nacional en provincia de Buenos Aires por la lista de Sergio Massa. Pero en la Ciudad de Buenos Aires, el moyanismo va con una lista propia encabezada por Julio Piumato. Claro que el burócrata camionero también le hizo un guiño a Macri, y logró meter a Jorge Mancini (gremio de los trabajadores del Ceamse) en la lista de diputados provinciales del macrismo. El Momo Venegas también va aliado al PRO, aunque sólo logró cargos menores. Massa también incorpora burócratas de Barrionuevo, como Paula Marconi (tripulantes de cabina de LAN) y Horacio Valdéz (obreros del vidrio). Y la CGT oficialista de Caló estará en las listas kirchneristas con Abel Furlán (de la UOM Campana-Zárate) como candidato a diputado nacional por Provincia de Buenos Aires y Omar Viviani (taxistas) en Capital.
Se acaba de protagonizar el quinto paro general contra el gobierno de Cristina Kirchner. El gobierno se jugó, como siempre, a desacreditar la medida. Dijo que era un “paro político” y que se le hizo “el juego a la derecha”, como señaló el dirigente ultra K de Ctera, Hugo Yasky. Pero no pudo tapar el nuevo y contundente pronunciamiento del conjunto de los trabajadores del país contra los salarios que no alcanzan para llegar a fin de mes, el impuesto a las Ganancias para quienes trabajan (mientras la renta financiera está exenta) y el 40% de la mano de obra que está en negro. Demostrando que a esta década no la ganaron los trabajadores, sino los grandes empresarios, banqueros y multinacionales.
Se acaba de protagonizar el quinto paro general contra el gobierno de Cristina Kirchner. El gobierno se jugó, como siempre, a desacreditar la medida. Dijo que era un “paro político” y que se le hizo “el juego a la derecha”, como señaló el dirigente ultra K de Ctera, Hugo Yasky. Pero no pudo tapar el nuevo y contundente pronunciamiento del conjunto de los trabajadores del país contra los salarios que no alcanzan para llegar a fin de mes, el impuesto a las Ganancias para quienes trabajan (mientras la renta financiera está exenta) y el 40% de la mano de obra que está en negro. Demostrando que a esta década no la ganaron los trabajadores, sino los grandes empresarios, banqueros y multinacionales.
DECLARACIÓN DEL ENCUENTRO SINDICAL COMBATIVO
Los trabajadores aceiteros conquistaron el 36% de aumento de salarios luego de 26 días de paro, con bloqueos a las plantas procesadoras y exportadoras de harina, aceite y poroto de soja del Gran Rosario, por donde se exporta el 75% de los granos y subproductos del país. Le torcieron el brazo a las patronales y al gobierno de Cristina Kirchner, Tomada y Kicillof que se pusieron del lado de las multinacionales y monopolios derl sector. Monsanto, Cargil, Dreyfus, Budge, Molinos y otros, apoyados por el gobierno "nacional y popular", fueron derrotados por esta lucha. Estas patronales internacionales, como denuncia el sindicato, tienen un costo laboral que va del 0,5% al 1,8 por ciento. Cargill facturó en 2013 $26.000 millones, Dreyfus $19.000 millones, mientras que Molinos Río de la Plata, una empresa local, $21.000 millones. Esta lucha testigo aceleró las paritarias en otros gremios industriales, ya que las patronales no quieren que se generalice el conflicto obrero una vez que se superó el techo del gobierno. Por eso se apuraron a tratar de cerrar en la alimentación un aumento de 35% más $1200 en enero que por ahora no cierra en el cuerpo de delegados del gremio. El subterráneo de Buenos Aires logró el 32% en un solo pago retroactivo a marzo, donde los delegados de la oposición se impusieron sobre la conducción kirchnerista del sindicato dirigida por Pianelli y también Fernández de la UTA (que apoya a Macri).
“El ministro está muy alineado con nuestra posición salarial”. Con esta frase en referencia a Kicillof, el vicepresidente de la UIA y abogado patronal, Funes de Rioja, develó el acuerdo de los empresarios con el peronismo kirchnerista para fijar salarios a la baja en las paritarias. Lo reconoció también el titular de la UOM y de la CGT oficial, Antonio Caló. Preguntado si percibió que en las paritarias de la UOM “el gobierno y los empresarios tuvieron una posición casi común en 12 años”, dijo: “siempre la tuvieron, pero ahora estuvieron encadenados” (Clarín, 24/5). El gobierno de la “redistribución de la riqueza” le saca a los trabajadores para seguir engordando los bolsillos patronales. Más claro, agua.