Presentación - Mercedes Petit* - Diciembre, 2012

En julio de 1963 ganó las elecciones la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), con el 25% de los votos. A fin de mes asumió la presidencia el doctor Arturo U. Illia. El peronismo había logrado personería electoral con un nuevo partido, la Unión Popular. Algunos sectores políticos comenzaban a considerar que ya era hora de abrir canales de legalidad para los partidarios del “tirano prófugo”. Y se estaba formando un frente de la UP con la UCRI de Arturo Frondizi, la Democracia Cristiana, los Conservadores Populares, entre otros. En febrero de ese año la Iglesia católica había levantado públicamente la excomunión al ex presidente Juan Domingo Perón.

En mayo se proclamó la fórmula Vicente Solano Lima (conservador popular) – Sylvestre Begnis (UCRI). Pocos días antes de la elección fue vetada la candidatura de Solano Lima, que se perfilaba como posible ganadora. Horas antes de la apertura de los comicios, el Frente llamó a votar en blanco.

Por entonces, Nahuel Moreno encabezaba la organización trotskista Palabra Obrera, que había rechazado las negociaciones entre Perón (exiliado en Madrid) y Frondizi (confinado en Bariloche) que dieron lugar a la candidatura de Solano Lima, y hacía campaña por el voto en blanco.

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En las elecciones de la Asociación Gremial Docente-UBA avanzamos conquistando la Secretaría General de Ingeniería y la participación en la Mesa Ejecutiva y en la Comisión Directiva de Ciencias Sociales. Sumando a la docencia universitaria al Encuentcro Sindical Combativo de Capital.

El 29 de mayo se llevaron a cabo las elecciones de renovación de autoridades de la CTA Micheli en todo el país. Esta es nuestra evaluación

Escribe: Pablo Almeida • Delegado general ATE Economía-Capital

El gobierno quiso impedirlas ilegalizándolas desde el Ministerio de Trabajo, a raíz de una denuncia de la CTA oficialista de Yasky. Aunque llamamos a no participar de las elecciones e incluso denunciamos elementos fraudulentos en las mismas, rechazamos enfáticamente cualquier intromisión del gobierno en los asuntos que conciernen a los trabajadores.

Hay que seguir rodeando de solidaridad esta gran lucha para que triunfe, como lo estamos haciendo desde el Encuentro Sindical Combativo.

Escribe: Pablo “Maza” Bernat • Congresal sindicato Químico y Petroquímico

Montañas de gomas, ramas y un acampe con decenas de trabajadores es el escenario que se vive hoy en Calsa, la fábrica alimenticia que dejó a 60 familias en la calle, sólo por reclamar la reincorporación de tres despedidos. El paisaje de camiones que iban y venían y la entrada y salida de gente fueron reemplazados por portones bloqueados, una planta desolada y un acampe donde se reúnen todos los días los trabajadores que deberían estar adentro. Pero están afuera, en huelga, peleando para volver a trabajar. Porque dijeron basta y defendieron a tres compañeros despedidos, que hoy son 60. Y luego de un mes, esta multinacional insiste en dejarlos en la calle.

El viernes 24 y sábado 25 de Mayo se realizaron los primeros encuentros regionales del sindicalismo combativo, tal cual se había resuelto en el Encuentro Nacional del 15 de Marzo en Atlanta. En ambos se reunieron cientos de trabajadores con sus dirigentes sindicales combativos y antiburocráticos, que vienen dando la pelea en cada fábrica, escuela, colegio y empresa de la zona. En ambos eventos se hizo hincapié en las denuncias al Gobierno Nacional y a las patronales de todo pelaje por su intento de descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. También se repitió la denuncia implacable a las traiciones y vacilaciones de la burocracia sindical y la necesidad de coordinar las luchas en curso y exigir un nuevo paro de 36 hs para darle continuidad al parazo general del 10 de Abril.