Redacción de Izquierda Socialista y de El Socialista
Este lunes 29 falleció el dirigente del cuerpo de delegados combativo de la línea 60, el “Gallego” Hugo Schwartzman, o “el judío”, como cariñosamente le decían sus compañeros. Hugo venía dando una dura pelea contra el cáncer, que no lo detuvo para estar en primera fila en la huelga de 2015.
Escribe Pablo Almeida - Delegado general ATE Ministerio de Economía
El paro nacional de ATE y la movilización unitaria a Plaza de Mayo con 25.000 trabajadores del pasado 24 de febrero fue una enorme demostración de fuerza contra el ajuste. Esta medida de lucha que surgió como una exigencia por abajo de los trabajadores que en cada repartición veníamos enfrentando los despidos en forma aislada, logró dar una primer respuesta de conjunto al ajuste macrista.
Escribe Graciela Calderón
Hay polémicas entre las corrientes y dirigentes opositores en cómo actuar ante los pactos del gobierno y los burócratas Baradel, Petroccini y Díaz. El PTS, la CCC y corrientes menores como la Verde que dirige Tigre, plantean que “no hay condiciones para luchar sin Baradel, no dirigimos. La base tiene expectativas en Macri y Vidal”. Ellos, además, sembraron expectativas en Baradel, pidiéndole una entrevista para “luchar juntos” y hasta haciéndole un reportaje en “Izquierda Diario”, sin una sola crítica ni exigencia. Parten de creer que como Baradel es “kirchnerista” podría oponerse a Macri y a Vidal, ignorando que más allá de los discursos, la burocracia vive y cuida de sus prebendas y privilegios. Por eso volvió a traicionar.
A días del inicio de clases, el gobierno de Macri y la burocracia sindical de Ctera y otros gremios anunciaron que “con un gran esfuerzo del gobierno nacional se llegó a un acuerdo que garantiza el normal inicio de clases”. Padres y trabajadores se entusiasmaron porque sus hijos podrían ir a la escuela y porque los docentes habían roto el “techo salarial” del 25% que quería imponer Macri en las paritarias. ¿Qué hay de cierto en esto?
Escribe Jorge Adaro - Secretario General de Ademys
En marzo de 1976 el Partido Socialista de los Trabajadores (PST)* se había convertido en uno de los partidos trotskistas más grandes del mundo. Bajo la dictadura y desde la más completa clandestinidad, siguió activando en los lugares de trabajo, estudio y en los barrios.
Desde su fundación en 1972, el PST se fue transformando en una fuerza importante entre los delegados, activistas y dirigentes obreros que enfrentaban a los gobiernos de Lanusse primero, y del peronismo después. En las elecciones de septiembre de 1973 (cuando Perón ganó con siete millones de votos) su fórmula presidencial, integrada por Juan Carlos Coral y José F. Páez, sacó más de 200.000 votos.