¿Por qué crees se dio esta amplia unidad para enfrentar a la actual conducción?

En determinados momentos, cuando las estructuras sindicales no dan respuestas a las necesidades de sus representados, surge por parte de la militancia gremial la necesidad de la unidad para enfrentarlas. Nuestro gremio tiene una historia en ese sentido. A partir del año 83, hubo tres generaciones de comisiones directivas donde las oficialistas perdieron en mano de las opositoras, en el marco del surgimiento de criterios de unidad. Las dos anteriores enfrentaron proyectos contrarios a los trabajadores. Uno de ellos fue en la pelea contra la privatización de Entel. Luego, con el surgimiento de la actual conducción. Y para estas elecciones, la unidad se da en función de que el gremio comienza a tener un nuevo carácter, un nuevo perfil, con nuevos integrantes, y que, además, vienen cambios en el modo de organización del trabajo en las empresas, con lo cual se necesitan nuevas respuestas que el actual aparato sindical no está dando.

¿Qué opinas de la negociación salarial en curso?

Que las paritarias, a pesar de que son un avance en relación a cuando se nos fijaban aumentos por decreto, no lesionan la tasa de ganancia de las empresas. Así es que hay “techos salariales”. Desde el 2006, aproximadamente, los aumentos solo acompañan en parte los aumentos inflacionarios. No hay realmente una recomposición salarial que ponga en juego la verdadera distribución de la riqueza, la que generamos con nuestro trabajo cotidiano.

Carlos Artacho (Lista Violeta-PTS)

¿Qué es lo que más se escucha en las asambleas?

Lo más evidente es la metodología con que viene actuando esta dirección (Iadarola-Marín) en el marco de la situación de los trabajadores y el gremio telefónico en cuanto a salarios, tercerización, condiciones laborales y demás situaciones convencionales que se viven modificando o no llegando a las expectativas de los compañeros debido, justamente, a esa metodología burocrática de los dirigentes actuales. Y si bien hacen plenarios y asambleas, la particularidad es que los hacen sin mandatos y cuentan mal los votos. Ha dado por ganadas asambleas que en realidad había perdido.

Está el peligro del fraude. ¿Qué se puede hacer para evitarlo?

Uno de los puntos muy importante que se toca en las asambleas es el compromiso que se vote con recibo de sueldo. La junta electoral ya nos contestó que se votará sólo con DNI. Eso va camino al fraude. En las asambleas apelamos también a los compañeros honestos de la Azul y Blanca a que se exija votar en todos lados con boleta de sueldo, porque de lo contrario es garantizar el fraude. Es una campaña que realizaremos desde la Granate Blanca con las agrupaciones que integramos esta lista, porque si se vota sin recibo el fraude está garantizado.

Viviana Carranza (Lista Roja-Izquierda Socialista)

¿Qué propone la Granate Blanca?

Ser la herramienta de todos los telefónicos para discutir el salario que necesitamos. Que el impuesto a las Ganancias sobre el salario lo paguen las empresas. Que no haya topes ni condicionamientos del gobierno. Y decidir en unidad y democráticamente, en plenarios con mandato y asambleas generales que discutan cómo hacemos para conseguirlo. Que los dirigentes no ganen más que lo que venían percibiendo antes de asumir y que no puedan ser reelectos en más de un mandato.

El pase a planta y un convenio único para todos los compañeros tercerizados y de los call centers, con 7 horas de trabajo (630 para tráfico). La defensa del convenio y la incorporación de las nuevas tareas y tecnologías sin perder nuestras conquistas, con el debate en las reuniones de especialidad y plenarios para fortalecer nuestro convenio y no diluirlo en actas secretas como lo están haciendo.

Sanear el fondo compensador, para que no haya jubilados pobres y un fondo millonario. También sosteniendo, como lo venimos haciendo desde la lista Roja, a la que pertenecemos los compañeros de Izquierda Socialista, junto a compañeros independientes, la necesidad de pelear por la reestatización de las empresas, por una única empresa estatal bajo control de los trabajadores y usuarios, que es la única manera de tener las telecomunicaciones y todos los avances tecnológicos que a ella acompañan al servicio del pueblo, no del capital privado y extranjero que representan Telefónica y Telecom.