El motivo de esta carta es responder a sus dichos en relación a la jornada de protesta que el miércoles 10 realizáramos conjuntamente distintos sindicatos del personal de salud de AMBA. Con aplausos en cada hospital de CABA y provincia de Buenos Aires, y una radio abierta en el Obelisco, se buscó difundir la situación desesperante que estamos viviendo.
Usted dijo: “Lamento que pequeñas minorías ideológicas estén rompiendo el consenso político de trabajar todos juntos en la pandemia y que significó gran parte del resultado exitoso que hemos tenido hasta ahora. Que las agrupaciones de izquierda se movilicen nacionalmente en defensa de los más vulnerables en realidad es exponer a los más vulnerables” (Infobae, 11/6). También usted comparó a los runners con la izquierda. Con esta crítica ha disparado un tiro por elevación a todos aquellos que nos vemos obligados por no ser escuchados a manifestarnos públicamente por nuestros derechos en medio de la pandemia. A la vez, percibo que sus dichos son parte de una campaña nacional orquestada por el oficialismo, ya que dirigentes sindicales que respaldan al Frente de Todos también vienen tildando de “irresponsable” a las protestas de los trabajadores y la izquierda.
Los trabajadores de la salud hemos apoyado y seguimos apoyando el cumplimiento escrupuloso de la cuarentena, aunque nosotros, por razones laborales, no podamos cumplirla. Sus expresiones intentan descalificar un reclamo legítimo que hemos hecho tomando los recaudos del caso y con el distanciamiento y cuidado que vienen demostrando los trabajadores. Debería preguntarse por qué en Córdoba, Santa Fe y otras provincias, además del AMBA, hay protestas de los trabajadores de la salud en lugar de ridiculizarlas comparándolas con los runners.
Sería bueno que en lugar de hacer campaña contra el personal de salud, recorriera los hospitales para verificar si hay insumos acordes a las necesidades, si se dispone de los elementos de protección personal adecuados, si hay suficiente dotación de trabajadores para las guardias, si se realizan los testeos y el aislamiento de los contactos para el personal de salud. Sería muy conveniente que el responsable de la salud de la Nación visitara también los grandes sanatorios, privados y los geriátricos, que constatara que el personal debe comprarse los EPP de su bolsillo porque las empresas propietarias no los proveen, que viera que la precarización de las relaciones laborales es norma.
Es una vergüenza que a casi 90 días de declarada la cuarentena tengamos que seguir denunciando estos faltantes. Que en el país todavía haya trabajadores de salud reclamando los $5.000 que fueron anunciados meses atrás. Es penoso que a la compañera del Hospital Gandulfo de Lomas de Zamora, María Esther Ledesma, se le haya negado la licencia por comorbilidades obligándola a seguir trabajando hasta que enfermó y murió por Covid 19. Mientras usted hace estas falsas acusaciones el gobernador Axel Kicillof, pese a todos los reclamos presentados por CICOP y otros gremios estatales, sigue negándose a conceder dichas licencias.
Recuerdo también cuando usted anunció la posibilidad de centralizar la salud pública con la privada para combatir mejor la pandemia y al otro día, no solo que su presidente desconoció cualquier medida de ese tipo, sino que pasó directamente a subsidiar a las patronales de la salud privada con un montón de beneficios. Algo similar a lo que está haciendo ahora el gobernador bonaerense disponiendo 400 millones de pesos para los prestadores privados, desfinanciando al IOMA y los hospitales públicos.
Usted hace esta campaña mientras su gobierno se niega a imponer un impuesto a la riqueza y sigue pagando una deuda externa usurera. En el último pago entregó 320 millones de dólares, equivalente a 30.000 profesionales de la salud con un salario de $60.000 pesos mensuales durante un año.
Sería bueno que se preocupara por solucionar estos y tantos otros problemas que venimos denunciando. Y si le molestan los reclamos públicos en cuarentena, su gobierno debería entonces destinar plata para la salud, los trabajadores y profesionales de los hospitales, para que haya una cuarentena sin rebajas salariales y jubilatorias, por un salario social de emergencia de $30.000 para todos aquellos que lo necesiten, para que se fije un fuerte impuesto a grandes empresarios y bancos y no que se priorice el pago de la deuda externa, para que se tomen todas las medidas de fondo que permitan destinar el presupuesto necesario para la salud. Algo que su gobierno, auto titulado defensor de los “más vulnerables”, no está haciendo.
Sin otro particular lo saludo atentamente.
Dr. Reynaldo Saccone
Ex Presidente CICOP (Asociación Profesionales de la Salud Provincia de Buenos Aires) e integrante de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad.
14 de junio de 2020
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